¡°El inter¨¦s de China por la ciencia no es una revoluci¨®n; es ya una realidad¡±
?scar Fern¨¢ndez-Capetillo es el ¨²nico espa?ol entre los 40 cient¨ªficos j¨®venes m¨¢s prometedores seleccionados por la revista 'Cell'
La publicaci¨®n de su nombre en la lista de los 40 cient¨ªficos de menos de 40 a?os m¨¢s importantes para la revista Cell ha pillado a ?scar Fern¨¢ndez-Capetillo camino de Granada con su esposa y sus cuatro hijos, ¡°a visitar a un amigo astrof¨ªsico¡±. El investigador, que trabaja en el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas pr¨¢cticamente desde que lo abrieron, se enter¨® de que estaba seleccionado hace un par de meses. ¡°Lo que m¨¢s me enorgullece es que a los premios, normalmente tienes o tienen que presentarte. En este caso han sido ellos los que me han elegido¡±, dice por tel¨¦fono. Y la revista Cell no es una cualquiera. Con un factor de impacto de 31.957, es un referente en su campo y se codea con las mejores (Nature, por ejemplo, tiene 37.162)
Formado en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, Fern¨¢ndez-Capetillo (Bilbao, 1974) empez¨® a investigar en EE UU, pero ah¨ª solo estuvo tres a?os. ?l y su esposa recibieron pronto una llamada de Espa?a. ¡°Trabajo en estr¨¦s replicativo¡±, explica. ¡°Como las c¨¦lulas del c¨¢ncer se dividen muy deprisa, en la replicaci¨®n de su ADN hay fallos. Si interrumpimos el mecanismo de correcci¨®n, tendremos un tratamiento para el c¨¢ncer¡±, relata.
Farn¨¢ndez-Capetillo es el ¨²nico espa?ol de la lista, y el ¨²nico investigador que trabaja en un centro espa?ol. ?l no le da mucha importancia. ¡°En ciencia las nacionalidades no importan; yo no tengo sentimiento patrio¡±, dice. S¨ª que se?ala que en la lista de los 40 hay varios chinos (hasta seis apellidos de ese origen). ¡°Con alguno he coincidido en conferencias. El inter¨¦s de China por la ciencia no es una revoluci¨®n; es ya una realidad. Est¨¢n haciendo una inversi¨®n brutal en ciencia y tecnolog¨ªa, y empiezan a recoger los frutos. Cuando me seleccionaron para darme una beca Howard Hughes, casi la mitad de los que est¨¢bamos eran chinos. Tienen un programa para reclutar cient¨ªficos muy potente. A los que vuelven, al a?o tienen un laboratorio propio con 40 o 50 personas. Eso aqu¨ª no ser¨ªa realista¡±, comenta.
En cualquier caso, en su campo ¡°no hay muchos chinos¡±, afirma. Por eso no le extra?a que aunque le hayan llamado de varios sitios de Estados Unidos y de Europa para investigar, no ha tenido ninguna propuesta asi¨¢tica.
?l cree que la menci¨®n de la revista se debe ¡°a toda la carrera¡± y no a un art¨ªculo o trabajo concreto. Pero, si tiene que destacar algo, menciona: ¡°Hemos licenciado con Merck dos inhibidores de una prote¨ªna que protegen contra el estr¨¦s replicativo. Estamos convencidos de que puede funcionar. Tambi¨¦n hicimos un trabajo sobre con un rat¨®n al que somet¨ªamos a mucho estr¨¦s replicativo y vimos que envejec¨ªa muy r¨¢pido. Ahora estamos trabajando en lo contrario. Cuando publicamos el primer trabajo, los medios dijeron que se hab¨ªa encontrado la causa del envejecimiento, pero eso no es verdad. Era un experimento en condiciones muy poco naturales. La forma de demostrarlo es al rev¨¦s, con superratones que no tienen estr¨¦s replicativo y no envejecen¡±, apunta.
En el art¨ªculo de Cell, Fern¨¢ndez-Capetillo muestra algunas de las cualidades que le han hecho acreedor de la menci¨®n de la revista. ¡°Haz experimentos lucidos. No pierdas el tiempo pensando en las 200 razones por las que podr¨ªa no funcionar. Los aut¨¦nticos descubrimientos requieren riesgo¡±, aconseja. Tambi¨¦n manifiesta su curiosidad por la vida fuera de los laboratorios. Al contrario de la mayor¨ªa de los otros cient¨ªficos mencionados en su art¨ªculo, no quiere pasarse la vida dentro de un laboratorio. ¡°Dentro de 20 a?os (o 26), me gustar¨ªa retirarme. No me veo haciendo este trabajo eternamente. La vida tiene muchas cosas que ofrecer, y me encantar¨ªa tener los suficientes a?os de libertad para verlas y hacerlas todas¡±.
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