¡°Quiz¨¢ fue un error acabar con la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±
La acad¨¦mica de Ciencias Pol¨ªticas critica la gesti¨®n de la UE en Ucrania
El recorrido profesional de Araceli Mangas es tan extenso que su curr¨ªculo ocupar¨ªa casi por entero estas columnas. Catedr¨¢tica de derecho internacional de la Universidad Complutense de Madrid, experta en derecho comunitario y galardonada con la medalla de Unicef en 1996. Se define como "una persona que se ha preocupado siempre por lo que pasaba en su entorno, para servir a la sociedad y, en definitiva, a su pa¨ªs". Un empe?o que le vali¨®, el pasado 8 de abril, el ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, una de las m¨¢s prestigiosas de Espa?a.
Es la tercera mujer elegida por esta instituci¨®n desde su fundaci¨®n, en 1857. Una disparidad entre g¨¦neros que parad¨®jicamente le procura unas risas, las ¨²nicas a lo largo de la conversaci¨®n en una elegante cafeter¨ªa de Madrid. ¡°Los esfuerzos para favorecer a las mujeres en este sentido se concentran en los ¨²ltimos 15 a?os, y todav¨ªa queda mucho por hacer. No se trata de discriminar a la inversa para que accedan a cargos importantes y conquistar as¨ª el voto femenino. Hay que encontrar a mujeres que est¨¦n a la altura de esas responsabilidades. Y en Espa?a esto no se hace¡±.
Mientras saborea un caf¨¦ con leche, la acad¨¦mica describe su amor por la literatura, el cine y la fotograf¨ªa, el arte de ¡°fijar en una c¨¢mara lo que ya se ha fijado en la retina¡±. Confiesa haberse sumergido en las novelas de Javier Sierra y Mario Vargas Llosa durante la Semana Santa. Una elecci¨®n at¨ªpica en esos d¨ªas de pleno homenaje a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, cuyo trabajo define como una de las obras maestras de la humanidad.
Pero su tono se hace firme al hablar de su profesi¨®n: ¡°Cuando estudiaba Derecho en Salamanca, en la ¨¦poca de Franco, Europa era algo muy lejano y Espa?a un mundo oscuro y cerrado. El derecho internacional me pareci¨® un veh¨ªculo intelectual necesario para que el pa¨ªs pudiese volver a ese mundo al que hab¨ªa pertenecido en otras ¨¦pocas¡±. Y es tal vez su confianza en el potencial de la Uni¨®n Europea ¡ªa la que asesor¨® en 1996 para reformar el Tratado de Maastricht¡ª lo que hace tan duro su juicio sobre los actuales l¨ªderes comunitarios: ¡°Durante casi 60 a?os [la UE] nos ha sacado de los problemas y ha afrontado todo tipo de crisis. Pero los pol¨ªticos de hoy son personalidades mediocres. La Uni¨®n est¨¢ muy por debajo de sus posibilidades¡±.
Su escepticismo se extiende tambi¨¦n a la gesti¨®n de la crisis ucrania: ¡°La UE ha sido de una torpeza inmensa, y ha convertido la negociaci¨®n de un tratado en una crisis internacional de primer orden. Todo empez¨® en 2007, cuando la OTAN separ¨® Serbia de Kosovo y rompi¨® el mapa de Europa. A partir de ah¨ª, como fichas de domin¨®, se desataron la crisis de Georgia y ahora la de Ucrania. Occidente tiene que enterarse de que un pa¨ªs puente como Ucrania necesita un Gobierno inclusivo de todas las minor¨ªas, que tenga buenas relaciones tanto con Bruselas como con Mosc¨². Si la UE y EE?UU siguen desestabilizando a Rusia, podemos acabar en circunstancias parecidas a las de 1914¡±.
Mangas insiste: ¡°Hay que olvidar los 60 a?os de comunismo y considerar a Rusia como un pa¨ªs que vuelve adonde ten¨ªa que estar. Quiz¨¢s fue un error tremendo acabar con la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1991. No es casual que Mitterrand, Gonz¨¢lez y Thatcher quisieran apuntalarla y se opusieran a la pol¨ªtica de disgregaci¨®n de Yeltsin¡±.
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