Sobredosis de cafe¨ªna
El 68% de los adolescentes europeos toma bebidas energ¨¦ticas La mitad las combina con alcohol Un estudio relaciona su consumo con un mayor sedentarismo y tabaquismo

Tres de la madrugada en una discoteca de cualquier ciudad espa?ola. Un joven pide un carajillo de caf¨¦ y co?ac. A su lado, un amigo solicita una bebida energ¨¦tica con vodka. Ambos pretenden lo mismo: que la cafe¨ªna amortig¨¹e el efecto del alcohol. Un truco para prolongar la noche. Pero el primero, no lo consigue (en muchos garitos no hay ni cafetera). El segundo se aleja de la barra sin problemas con su combinado en un vaso de tubo.
La situaci¨®n no es inusual. Seg¨²n una encuesta publicada en 2013 por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el 36% de los adolescentes (de 10 a 18 a?os) toman combinados de bebida energ¨¦tica con alcohol.La encuesta se hizo en 16 pa¨ªses de la UE, Espa?a incluido, y en ella participaron 52.000 personas. Entre los mayores, el porcentaje es del 18%. La proporci¨®n de los que toman la bebida energ¨¦tica sola es mucho mayor: el 30% de los adultos, el 68% de los adolescentes, y un sorprendente 18% en ni?os.
Estos datos (aunque atribuidos por error a la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n) son una de las bases de una proposici¨®n no de ley que present¨® ayer el Grupo Socialista en el Congreso para que el Gobierno haga un estudio independiente sobre los peligros de estas bebidas y valore, ¡°junto con los profesionales sanitarios y a trav¨¦s de los estudios pertinentes, la posibilidad de no recomendar su venta a menores de 16 a?os¡±. Ello ir¨ªa acompa?ado de ¡°regular la publicidad y la venta de estos productos¡±.
La diputada socialista Sof¨ªa Hernanz (Baleares) afirma que ello se debe a que est¨¢n observando dos peligros: ¡°El abuso en el consumo y, sobre todo, el de la mezcla con alcohol en j¨®venes y adolescentes¡±. ¡°Se trata de bebidas que estaban pensadas para momentos de sobreesfuerzo, para estar alerta si hay que conducir, m¨¢s h¨¢biles mentalmente, pero que se usan para lo que no estaban pensadas. Se ha tornado en un consumo recreativo¡±.
Esto, seg¨²n recoge la iniciativa del PSOE, se traduce en varios riesgos: ¡°Los m¨¦dicos alertan de que cada vez acuden m¨¢s j¨®venes a los hospitales con ansiedad y taquicardias despu¨¦s de consumir bebidas energ¨¦ticas mezcladas con alcohol, y advierten de que pueden llegar a tener consecuencias fatales¡±.
En la literatura cient¨ªfica se recogen algunos efectos adversos, aunque es dif¨ªcil distinguir en un joven que llega a urgencias de madrugada un fin de semana cu¨¢l es la causa, ya que el riesgo de policonsumo aumenta por la sensaci¨®n de euforia que produce la mezcla de alcohol y cafe¨ªna. Esta puede aumentar por la taurina y la glucuronolactona que contienen muchas de estas bebidas, que son, curiosamente, sustancias m¨¢s naturales para el organismo que la propia cafe¨ªna (se producen en procesos biol¨®gicos, pero no en esas altas dosis). Y a ello, no hay que olvidarlo, se une la energ¨ªa que aporta la elevada cantidad de az¨²car que contienen.
Entre los art¨ªculos aparecidos recientemente est¨¢ uno publicado ayer mismo en Health Sciences en el que se estudiaron casi 3.000 alumnos de centros de secundaria de EE UU, y se relacion¨® un mayor consumo de estos productos con m¨¢s bebida de alcohol, m¨¢s tabaquismo y m¨¢s sedentarismo. Otro, publicado en diciembre por la Sociedad de Radiolog¨ªa de Am¨¦rica del Norte, que lo relaciona con m¨¢s problemas cardiovasculares.
La EFSA recoge que ha recibido ¡°informes de graves problemas de salud, incluida la muerte, en personas j¨®venes que consumen gran cantidad de bebidas energ¨¦ticas (en un caso, fueron 1,42 litros), tanto en combinaci¨®n con ejercicio f¨ªsico o, m¨¢s frecuentemente, con alcohol¡±, aunque ¡°el consumo a?adido de alcohol y drogas que se ha notificado en la mayor¨ªa de estos casos hace que la interpretaci¨®n de los resultados sea especialmente dif¨ªcil¡±.
Cada marca tiene su formulaci¨®n, lo que dificulta compararlas
En Espa?a, sin embargo, el Ministerio de Sanidad, que no entra a valorar la propuesta socialista, se limita a se?alar: ¡°No tenemos constancia de incidencias¡±.
La situaci¨®n, seg¨²n las estimaciones oficiales, no tiene nada que ver con la que se da en EE UU. Ah¨ª, hace una a?o la Administraci¨®n de Servicios de Salud Mental estadounidense ya emiti¨® un informe en el que calculaba que las urgencias por consumo de estos productos se hab¨ªan duplicado en un cuatro a?os, pasando de 10.000 a 20.000. El documento no especifica los s¨ªntomas exactos por los que los pacientes acudieron a urgencias durante estos cuatro a?os, pero s¨ª que define las bebidas energ¨¦ticas como un ¡°problema de salud p¨²blica emergente¡± que puede causar insomnio, nerviosismo, dolor de cabeza, arritmias y mareos. Los expertos aseguran que "perciben un aumento en el n¨²mero de pacientes que presentan s¨ªntomas como ritmo card¨ªaco irregular, ansiedad y ataques del coraz¨®n tras consumir estos productos". Y se?alan que "mucha gente desconoce su efecto f¨ªsico real". En el 42% de los casos, los pacientes mezclaron las bebidas energ¨¦ticas con estimulantes como Adderrall y Ritalin (ambos medicamentos utilizados para el tratamiento del Trastorno por Hiperactividad y D¨¦ficit de Atenci¨®n). Un 58% hab¨ªa consumido tan solo el producto.
Manuel Romero, especialista en aparto digestivo de la Sociedad Espa?ola de Patolog¨ªa Digestiva, afirma que ¡°la paradoja¡± es que los principales componentes de estas bebidas (los tres ya mencionados, aunque hay otros, como ginseng o guaran¨¢) ¡°en peque?as dosis, tienen efectos beneficiosos. La cafe¨ªna es buena para el h¨ªgado graso, y la taurina tambi¨¦n¡±, dice. ¡°Pero no hay que olvidar los riesgos cardiovasculares y neurol¨®gicos. Por eso hay que hacer balance, y lo complicado es saber d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite en la respuesta del organismo¡±. Otra cosa son las dosis altas: ¡°En esas cantidades, son t¨®xicas¡±, afirma Romero. ¡°Aumenta el riesgo de infarto y para los vasos sangu¨ªneos del h¨ªgado¡±. Adem¨¢s, el m¨¦dico destaca otro aspecto: que la cafe¨ªna puede enmascarar el efecto de la borrachera, por lo que ¡°se bebe m¨¢s sin notarlo, pero s¨ª que se hace da?o al h¨ªgado¡±.
Como muestra de la incertidumbre ante lo que puede ser un nuevo problema de salud, otro m¨¦dico, Ra¨²l Andrade, de la Sociedad Espa?ola para el Estudio del H¨ªgado, afirma que ¡°no hay da?o documentado a corto plazo sobre el h¨ªgado por este consumo. No hay un mecanismo que lo explique¡±, a?ade. ¡°El sistema nervioso central es el m¨¢s afectado por su efecto excitante. Lo que est¨¢ claro es que quienes consumen estas bebidas toman m¨¢s alcohol¡±. A ¡°largo plazo eso debe llevar a que haya m¨¢s hepatitis alcoh¨®lica, que se produce por acumulaci¨®n¡±. ¡°Tambi¨¦n suelen ser personas con un comportamiento m¨¢s adictivo, y consumen m¨¢s otras sustancias, como drogas o tabaco¡±, con el da?o que ello representa, afirma.
Una lata media tiene la misma cafe¨ªna que una taza de caf¨¦
Romero, que no ha estudiado la composici¨®n exacta de estas bebidas, hace una suposici¨®n complicada al hablar de las cantidades de los componentes de estas bebidas. Porque un problema para afrontar el posible riesgo de estas sustancias es que tienen una composici¨®n variable. ¡°Nosotros hemos calculado, de media, que tienen tanta cafe¨ªna como una taza de caf¨¦¡±, dice la socialista Hernanz. Pero eso depende mucho de las marcas. La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), en un extensivo trabajo, calcula que van desde los 217 miligramos de cafe¨ªna por medio litro de la marca Zen Republic, hasta los 24 miligramos en la misma cantidad de Extreme 02. Pero este c¨¢lculo no es f¨¢cil. El propio estudio de la OCU recoge que hay latas que van desde el medio al cuarto de litro, con lo que el c¨¢lculo es a¨²n m¨¢s complicado. Y uno no va a las discotecas con calculadora ni dispuesto a ponerse a hacer reglas de tres.
Para hacerse una idea, tres tazas de caf¨¦ de 100 mililitros tienen unos 210 miligramos de cafe¨ªna, y esta cantidad se considera saludable, seg¨²n los c¨¢lculos de la Federaci¨®n Europea del Caf¨¦.
Esta confusi¨®n sobre la composici¨®n se ve en los art¨ªculos y textos. ¡°Cada lata contiene una dosis de cafe¨ªna similar a una taza de caf¨¦ o a 14 latas de Coca-Cola¡±, se?ala la exposici¨®n de motivos de la proposici¨®n del PSOE. ¡°La cantidad de cafe¨ªna es hasta el triple que en otras bebidas como el caf¨¦ o los refrescos de cola¡±, apunta Jonas D?rner, coautor del estudio sobre el riesgo cardiovascular que apareci¨® en diciembre pasado.
En esta confusi¨®n, otra de las propuestas del PSOE cobra todo su sentido: ¡°Hacer cumplir la legislaci¨®n espec¨ªfica en cuanto a etiquetado de dichas bebidas¡± y ampliarla ¡°para incluir en ese mismo etiquetado otros productos¡±. ¡°Ser¨ªa acertada una regulaci¨®n que sobre el acceso y consumo por parte de embarazadas, adolescentes y ni?os, adem¨¢s de una mejora en la informaci¨®n general que se ofrece¡±, coincide la OCU.
El PSOE propone que se estudie e incluso proh¨ªba su venta a menores
La menci¨®n de ¡°otros productos¡± que hace el PSOE apunta, sin mencionarlos, a la taurina y otros aditivos. Pero estas sustancias, aunque sean m¨¢s desconocidas, tambi¨¦n han sido evaluadas. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria lo hizo en 2009, y su conclusi¨®n fue que ¡°existe un margen de seguridad suficiente para los consumidores medios o de nivel alto ¡ªlos que toman una media de 125 mililitros o 350 mililitros, entre 0,5 y 1,4 latas al d¨ªa respectivamente¡ª¡±.
La industria fabricante, como hacen casi siempre sectores que se ven cuestionados, opta por dar la respuesta m¨¢s institucional ante este debate. Aparte de aclarar que estas bebidas representan el 2% del total, en un comunicado la Asociaci¨®n de Bebidas Refrescantes (Anfabra) expresa que ¡°un envase de 250 mililitros contiene unos 80 miligramos de cafe¨ªna, aproximadamente la misma cantidad que una taza de caf¨¦. Las bebidas energ¨¦ticas est¨¢n destinadas a una poblaci¨®n adulta. En la UE su etiquetado especifica la declaraci¨®n de ¡®contenido elevado en cafe¨ªna. No recomendado para ni?os, ni mujeres embarazadas o en periodo de lactancia¡±, ¡°Apostamos por una l¨ªnea de informaci¨®n clara y recomendaci¨®n de un consumo moderado y responsable de las bebidas energ¨¦ticas¡±, a?aden.
Esta ¨²ltima frase es asumible por todos. Falta por definir qu¨¦ es una informaci¨®n clara, sobre todo si se va a leer a las tres de la madrugada en una discoteca y con unas copas de m¨¢s.

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