Texas beber¨¢ el agua depurada de duchas e inodoros por la sequ¨ªa

En la ciudad de Wichita Falls, en Texas, la escasez de agua ha llevado a que las autoridades tomen medidas tan desesperadas como tratar el agua de los retretes para que se mezcle con las reservas de agua potable y llegue directa a los vasos de los consumidores. El fantasma de la sequ¨ªa ha dejado su huella en el Estado y las alternativas han comenzado a agotarse.

Sus habitantes han expresado su malestar por la decisi¨®n, pero no es mucho lo que pueden hacer. El pasado viernes, la ciudad declar¨® la etapa 5 de restricciones para el agua, lo que implica que sus lagos est¨¢n a un 25% de su capacidad. Sin embargo, la decisi¨®n ya tiene precedentes: San Antonio, por ejemplo, procesa el agua de inodoros y la utiliza para regar campos de golf, parques y universidades. Dallas hace lo mismo con el campo de golf Cedar Crest.

El agua residual ser¨¢ tratada y luego llegar¨¢ al r¨ªo Big Wichita para pasar por un proceso natural de limpieza, que demora varias semanas, y despu¨¦s desembocar en el lago Texoma. Si el plan de las autoridades locales sigue adelante, el agua tratada proveniente de inodoros, duchas y lavatorios se mezclar¨¢ en una cantidad de 50/50 con el agua proveniente de los lagos Arrowhead y Kickapoo. Lo har¨¢n concretamente a trav¨¦s de un gasoducto de 21 kil¨®metros que conectar¨¢ dos plantas de procesamiento de agua.

Wichita Falls ser¨¢ la primera ciudad en Estados Unidos en realizar una apuesta tan arriesgada. Su alcalde Glenn Barham ha asegurado que es la mejor alternativa ante la sequ¨ªa e insisti¨® en que ¡°tomar¨¢ el primer vaso¡±. Pero, antes de hacerlo, la Comisi¨®n de Calidad Medioambiental de Texas debe aprobar la calidad del agua y certificar que es segura para la poblaci¨®n. Para eso, las autoridades locales deber¨¢n realizar diversas pruebas, que ya han comenzado. Este mes la comisi¨®n anunci¨® que se requerir¨¢n m¨¢s ex¨¢menes para seguir adelante con la medida.

Hist¨®ricamente Texas ha desarrollado proyectos de agua convencionales como reservas, pozos de agua subterr¨¢nea y medidas de conservaci¨®n. Pero ahora las autoridades locales se est¨¢n enfocando en reutilizar el agua y desalinizar para enfrentar la sequ¨ªa continuada que el Estado sufre desde hace cuatro a?os: el 83% de su territorio est¨¢ experimentando alg¨²n nivel de sequ¨ªa y un 67% de nivel severo o excepcional.

A partir de ahora, los negocios de lavado de autos s¨®lo podr¨¢n operar cinco d¨ªas a la semana. Si los lagos alcanzan el 20%, tendr¨¢n que cerrar temporalmente. Para los hogares que sobrepasen los 38,000 litros de agua, el precio subir¨¢ de acuerdo al uso, entre otras medidas.

Actualmente los manuales para conservar el agua son lectura obligada para los residentes: ¡°riegue s¨®lo cuando sea necesario, cuando lave el auto use un balde, no tome duchas largas¡±, insisten.

¡°Nuestro desaf¨ªo es enfrentar el hecho de que los texanos, en general, no utilizan bien el agua y necesitamos ser m¨¢s eficientes en el uso de las reservas actuales, mientras reducimos los usos no esenciales¡±, asegur¨® Ken Kramer, consejero para Sierra Club en Texas y miembro del directorio en Texas Water Foundation.

El pasado viernes, la ciudad declar¨® la etapa 5 de restricciones para el agua, lo que implica que sus lagos est¨¢n a un 25% de su capacidad

Seg¨²n datos del Consejo de Desarrollo de Agua de Texas (TWDB), el 80% de las reservas del Estado ya est¨¢n siendo utilizadas y los pron¨®sticos no dibujan un panorama alentador. ¡°Ya vemos que algunas comunidades peque?as est¨¢n al borde de quedarse sin agua. Si Texas recibiera de pronto su nivel de lluvia normal, yo no hablar¨ªa de una crisis. Pero s¨ª dir¨ªa que el Estado enfrentar¨¢ desaf¨ªos futuros serios si las comunidades no cambian la manera en que piensan sobre el agua¡±, explic¨® Amy Hardberger, abogada y geocient¨ªfica de la Universidad St. Mary.

De acuerdo al ¨²ltimo reporte de National Climate Assessment for Texas ¡°las temperaturas en aumento est¨¢n produciendo un alza en la demanda de agua y energ¨ªa. En partes de la regi¨®n esto limitar¨¢ el desarrollo, estresar¨¢ los recursos naturales e incrementar¨¢ la competencia por agua entre comunidades, el sector agr¨ªcola, la producci¨®n energ¨¦tica y las necesidades ecol¨®gicas¡±.

¡°La mayor¨ªa de las predicciones apuntan a un Texas m¨¢s seco y caluroso como resultado del cambio clim¨¢tico. Pero la sequ¨ªa ha llevado a que muchos reexaminen el uso del agua. Eso, sumado a esfuerzos de conservaci¨®n y programas de respuesta, ha reducido el uso per c¨¢pita de agua en muchas partes del Estado incluyendo Austin, Dallas y San Antonio. Creo que esa tendencia continuar¨¢¡±, explic¨® Kramer.

El ¨²ltimo plan estatal sobre agua estim¨® que Texas experimentar¨¢ un d¨¦ficit de 1,022 billones de litros para 2060, pero especialistas del Centro de Estudios Pol¨ªticos de Texas aseguran que la cifra s¨®lo llegar¨¢ a 41,000 millones de litros.

La efectividad de las estrategias para el tratamiento del agua y la disminuci¨®n en su consumo son materia de debate a nivel estatal, pero donde s¨ª existe consenso es que el costo de agua se elevar¨¢ considerablemente en el Estado. ¡°No es algo que se pueda evadir, el agua barata se ha ido. Nueva agua implica nueva tecnolog¨ªa y alguien tendr¨¢ que pagar por eso¡±, coment¨® Hardberger.