Descubierto un p¨¦ptido que destruye las colonias de bacterias
Los microorganismos son m¨¢s peligrosos cuando se asocian en 'pel¨ªculas biol¨®gicas'
Si una bacteria es mala, cuando forma colonias su efecto es mucho peor. Por ello, la idea de atacar las colonias puede ayudar en un entorno en el que las resistencias son ya un problema universal, como resalt¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) el mes pasado. Esa es la importancia que sus descubridores le atribuyen a un p¨¦ptido (una especie de cadena muy corta de una prote¨ªna), el llamado 1018: su propiedad de alterar el funcionamiento de los grupos de microorganismos. Lo han publicado investigadores del Laboratorio Hancock de la Columbia Brit¨¢nica (Canad¨¢) en PLOS Pathogens, y su autor principal ha sido C¨¦sar de la Fuente-N¨²?ez. El trabajo ha contado con la financiaci¨®n de los National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos. El autor principal cuenta con una beca de la Fundaci¨®n La Caixa y Fundaci¨®n Canad¨¢.
Los investigadores no han desarrollado un antibi¨®tico en s¨ª, entendido como un f¨¢rmaco que ataque a las bacterias. Lo que han descubierto es que ese p¨¦ptido act¨²a sobre las colonias bacterianas, lo que las debilita. Esto es muy importante: en muchas de las infecciones, las bacterias forman los que los cient¨ªficos llaman biofilms, pel¨ªculas biol¨®gicas. Estas son especialmente relevantes en casos como las enfermedades de la piel, pulm¨®n o vejiga. De hecho, hasta el 65% de las infecciones en humanos las causan bacterias organizadas seg¨²n estos biofilms, indica por correo De la Fuente-N¨²?ez. No se trata de una simple coexistencia de c¨¦lulas una al lado de otra. Forman una especie de comunidades vivas que se protegen y refuerzan. "Son de 10 a 1000 veces mas resistentes a la acci¨®n de antibi¨®ticos convencionales", dice De la Fuente-N¨²?ez. En las bacterias, la uni¨®n tambi¨¦n hace la fuerza.
Esos complejos sistemas necesitan que, pese a la simplicidad de los microorganismos, haya una serie de v¨ªnculos y comunicaciones entre sus miembros. Y, en el estudio, se ha visto que el p¨¦ptido 1018 debilita esas relaciones, interfiriendo en sus mecanismos de comunicaci¨®n.
El hallazgo tiene otra ventaja: parece que act¨²a contra un proceso general a muchos de los microorganismos que m¨¢s preocupan. Lo han probado con las dos grandes familias de bacterias, las gram positivas y las gram negativas (una clasificaci¨®n muy b¨¢sica que identifica cada una en funci¨®n de si se impregna del color de un tinte dise?ado por Gram en 1884 o no). Y, dentro de ellas, lo han probado con varias de las que la OMS se?al¨® como m¨¢s preocupantes: Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli, y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Y ha funcionado, y, sobre todo, ha mostrado un camino para luchar contra las resistencias.
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