La fiebre del petr¨®leo revive en Burgos
Una empresa intenta comprar tierras bajo amenaza de expropiar para extraer gas por ¡®fracking¡¯
![Joseba Elola](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F351272bd-fef7-4ba9-913d-0d565ff13004.jpg?auth=7faed8d680c0fe2da69fedcf679f0259cfddaefd54940f1ef6df5a4517f96fd0&width=100&height=100&smart=true)
![Ortiz, con su padre, en el terreno que amenazaron con expropiarle.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EA3BTVSYWRE6EWEU574OT5GMR4.jpg?auth=4fc45e73dd5ed501d67d26599a52fbccef560fecd06c1e007935d6b347c99dc6&width=414)
Janet Ortiz, ganadera de 34 a?os, recibi¨® el pasado 14 de mayo una carta que la dej¨® boquiabierta: un abogado la instaba a llegar a un acuerdo para vender la finca de 3,5 hect¨¢reas que posee en La Aldea, cerca de Villarcayo, al norte de la provincia de Burgos, dado que ¨¦sta corr¨ªa el riesgo de ser objeto de un ¡°expediente de expropiaci¨®n forzosa¡±. Tras hablar con el citado abogado, consigui¨® averiguar que quien estaba detr¨¢s de la operaci¨®n era BNK Petroleum, empresa norteamericana de hidrocarburos que pretende extraer gas mediante la agresiva t¨¦cnica del fracking, a la que se oponen muchos de los municipios ubicados en un primer mapa de posibles afectados.
Colg¨® la carta en las redes sociales y su caso empez¨® a correr de boca en boca por los pueblos de Las Merindades, comarca situada al norte de Burgos, una zona especialmente rica en hidrocarburos que la industria viene explorando desde principios del siglo XX. De hecho, a unos 60 kil¨®metros de la finca de Janet, en Ayoluengo de la Lora, se encuentra el campo petrol¨ªfero de Ayoluengo, donde el 6 de junio de 1964, har¨¢ 50 a?os, se descubri¨® petr¨®leo y se vivi¨® una ef¨ªmera fiebre del oro negro en territorio burgal¨¦s. Pues bien, el movimiento de Janet y de los vecinos de Las Merindades forz¨® una rectificaci¨®n del abogado, que dijo que deb¨ªa haber utilizado el t¨¦rmino ¡°ocupaci¨®n forzosa¡±; y unas disculpas de la empresa gas¨ªstica BNK. ¡°La carta de Janet nos ha puesto a todos con las orejas tiesas¡±, manifiesta Pepe Casado, concejal de la plataforma ciudadana Iniciativa Merindades en Villarcayo, ¡°ahora nos damos cuenta de que la fiera est¨¢ aqu¨ª¡±. La presi¨®n social ha empujado, de hecho, a que el Ayuntamiento de esta localidad gobernada por el PP se declarara libre de fracking, a rega?adientes, el pasado 23 de mayo. Un gesto sin validez jur¨ªdica, pero que le reclamaban desde hace tiempo.
La carta es, para muchos vecinos de la comarca, la primera se?al de un proceso que se ve¨ªa lejano, pero que ya est¨¢ m¨¢s cerca: las empresas que quieren extraer gas tienen que presentar informes de impacto ambiental para hacer pruebas sobre el terreno que les permitan evaluar el potencial de gas del subsuelo; y dado que el fracking genera rechazo social, y las ocupaciones forzosas no son plato de buen gusto, la opci¨®n de comprar terrenos para hacer las pruebas se ha convertido en una buena posibilidad para las empresas gas¨ªsticas. BNK, de hecho, reconoce que est¨¢ a la compra de suelo. ¡°Hay una alarma social justificada¡±, se?ala Jos¨¦ Ignacio Angulo, portavoz de 150 asociaciones (culturales, de ganaderos, de cazadores, de padres, de hosteleros) que el pasado 2 de mayo firmaron un manifiesto oponi¨¦ndose al desembarco del fracking en Las Merindades.
Inyectar una mezcla de agua, arena y productos qu¨ªmicos para liberar el gas que se puede encontrar a 3.000 metros de profundidad: en eso consiste el fracking o fracturaci¨®n hidr¨¢ulica. Una t¨¦cnica muy extendida en Estados Unidos, que ha incrementado notablemente sus reservas de hidrocarburos, pero que tambi¨¦n ha desatado cr¨ªticas. El estudio Repercusiones de la extracci¨®n de gas y petr¨®leo en el medioambiente y la salud humana realizado en 2011 por el Parlamento Europeo se?ala algunos de los peligros que puede encerrar: contaminaci¨®n de acu¨ªferos, contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y generaci¨®n de se¨ªsmos.
Janet Ortiz nunca se signific¨® por ser una luchadora antifracking, como muchos de los vecinos de su comarca, que el 8 de diciembre de 2012 ya convocaron una primera tractorada de protesta. Pero le ha tocado dar un paso al frente. ¡°Yo quiero reivindicar que vivo de esto y que si me quitan esta finca no podr¨¦ trabajar¡±, dice mientras recorre las 3,5 hect¨¢reas que conforman su terreno, que recibe el nombre de El cuadro, una extensi¨®n verde en ligera cuesta abajo frente a la imponente sierra de la Tesla. ¡°Aqu¨ª brota el agua de forma natural porque debajo hay un acu¨ªfero¡±, se?ala Jos¨¦ Manuel Ortiz, padre de Janet, que muestra el aro que construy¨® para impedir que las vacas (tienen 75) pisen el manantial que surge en medio de la explotaci¨®n.
![Plataforma de extracci¨®n petrol¨ªfera de Ayoluengo de la Lora.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KVX5OFPIHDSN3SOIKYHWOEL62I.jpg?auth=37e05169c863762197271e66b14e6d699c3554139f2a94a90450904e12baceab&width=414)
Agua. El fracking necesita de mucha agua. ?se puede ser uno de los motivos por los que la finca de Janet puede resultar atractiva para una empresa gas¨ªstica. Una portavoz de BNK que insiste en que la empresa pretend¨ªa llegar a un acuerdo y se equivoc¨® en la comunicaci¨®n, recuerda que, no obstante, los proyectos de investigaci¨®n de hidrocarburos pueden ser declarados de utilidad p¨²blica por la Administraci¨®n, lo cual puede llevar a ocupaciones exploratorias temporales. ¡°En torno al 20% del gas que hay en Espa?a podr¨ªa encontrarse en el norte de Burgos¡±, apunta esta portavoz, que se?ala que en los pr¨®ximos meses su empresa presentar¨¢ los estudios de impacto ambiental que se requieren para poder llevar a cabo perforaciones exploratorias en la cuenca vasco cant¨¢brica. Desde BNK se recuerda, adem¨¢s, que la extracci¨®n de gas puede conducir a la autosuficiencia energ¨¦tica en Espa?a en el futuro: un informe de la consultora Deloitte estima que el potencial petr¨®leo que se quiere extraer en Canarias y Baleares, y la extracci¨®n de gas podr¨ªa generar 250.000 empleos en la econom¨ªa espa?ola.
A¨²n no hay ning¨²n proyecto de extracci¨®n de gas mediante fracking aprobado en territorio espa?ol, seg¨²n informan desde el Ministerio de Industria. Entre 10 y 15 proyectos podr¨ªan estar interesados en extracci¨®n mediante esta t¨¦cnica si las pruebas exploratorias se revelan positivas; y ninguna compa?¨ªa ha solicitado usar el fracking para las catas. Desde la Junta de Castilla y Le¨®n confirman que el expediente m¨¢s avanzado en esta zona (que cuenta con dos autorizaciones de investigaci¨®n) es el de Sedano, ubicado en Burgos. Se est¨¢ tramitando la evaluaci¨®n de impacto ambiental ¡ªhay otros 12 expedientes en este punto en el resto de Espa?a, confirman desde la secretar¨ªa de Estado de Medio Ambiente¡ª.
¡°Hay una alarma social justificada¡±, se?ala Jos¨¦ Ignacio Angulo, portavoz de 150 asociaciones que rechazan el ¡®fracking¡¯
A unos 20 kil¨®metros de Sedano, precisamente, se encuentra Ayoluengo de la Lora, el lugar donde se descubri¨® petr¨®leo hace casi cincuenta a?os. El 6 de junio de 1964 fue el d¨ªa en que un enorme chorro de petr¨®leo brot¨® de las entra?as de este p¨¢ramo burgal¨¦s despertando la fiebre del oro negro. Se llegaron a extraer cerca de 5.000 barriles al d¨ªa. Hoy, la producci¨®n apenas ronda los cien. Pero all¨ª siguen las viejas bombas de la marca Lufkin, extrayendo petr¨®leo con ese movimiento de picar el suelo cuales garzas, haciendo un ruido que recuerda al de un motor a punto de calarse, rodeadas de molinos de viento.
Francisco Javier Hidalgo, de 64 a?os, naci¨® en este pueblo y vivi¨® aquellos d¨ªas hist¨®ricos. Con su gorra roja y el paraguas negro con el que ha salido a pasear por la carretera, rememora los d¨ªas en que desembarcaron los norteamericanos. ¡°En el bar que se mont¨® al lado del pozo n¨²mero uno corr¨ªa m¨¢s whisky que vino¡±, relata, en medio de una carretera desierta por la que silba el viento. ¡°Pero esto fue muy bueno para 10 o 12¡±, asegura, ¡°para el resto fue la ruina¡±. A su padre le expropiaron una finca de cereales. Fue duro. Y total, para que al final el so?ado Texas burgal¨¦s quedara en poca cosa.
Habr¨¢ que ver en qu¨¦ acaba lo que el prestigioso diario brit¨¢nico The Guardian ha llamado la nueva fiebre energ¨¦tica en Espa?a, disparada por las nuevas perspectivas de extracci¨®n de petr¨®leo y de gas mediante fracking. Mientras tanto, Janet Ortiz, como muchos otros vecinos de la zona, a¨²n no sabe si su finca ser¨¢ ocupada forzosamente o no alg¨²n d¨ªa.
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