Descubierta en Irlanda una fosa con casi 800 esqueletos de ni?os

La presi¨®n arrecia sobre el Gobierno irland¨¦s para que abra una investigaci¨®n oficial sobre el hallazgo de los restos de casi 800 ni?os ¨Cla mayor¨ªa beb¨¦s- en un dep¨®sito de cemento cercano a un antiguo convento que ejerc¨ªa de centro de acogida de madres solteras. Los expertos aventuran que los peque?os, cuyos cuerpos fueron enterrados en secreto, sin ata¨²d ni l¨¢pida, fueron v¨ªctimas de la negligencia y de las precarias condiciones de vida en esa instituci¨®n gestionada como tantas otras en la ¨¦poca por monjas cat¨®licas entre 1925 y 1961.

La existencia de la fosa en la localidad de Tuam (oeste), descubierta en 1975 pero ocultada hasta ahora del dominio p¨²blico, ha sido desvelada por la historiadora local Catherine Corless durante su investigaci¨®n de los archivos del convento de Bon Secours, en los que localiz¨® los registros de defunci¨®n de 796 ni?os a lo largo de 36 a?os. La mayor ten¨ªa 9 a?os, y el menor, dos d¨ªas. Los cient¨ªficos atribuyen ese elevado ¨ªndice de mortalidad infantil en el centro a los efectos de la malnutrici¨®n y a enfermedades que, como la neumon¨ªa y la tuberculosis, sugieren un deficiente cuidado de los menores. El testimonio de una mujer de 85 a?os (identificada tan s¨®lo por su nombre de pila: Mary) que en su juventud pas¨® cuatro a?os en la instituci¨®n ha confirmado las miserables condiciones de vida de las mujeres internadas y de sus hijos, la alimentaci¨®n insuficiente, la falta de aseo y la rudeza en el trato.

La pariente de uno de los ni?os que vivi¨® en aquel centro, William Joseph Dolan, ha presentado denuncia formal ante la Garda¨ª (polic¨ªa irlandesa) para forzar una investigaci¨®n sobre las circunstancias de su fallecimiento, que consta en los registros del convento aunque no as¨ª su certificado de defunci¨®n. Al tiempo, est¨¢n saliendo a la luz detalles sobre el descubrimiento en los a?os 70 de un gran n¨²mero de restos humanos no identificados en un dep¨®sito de agua cercano al mismo centro de acogida, y que podr¨ªan corresponder a ni?os cuyo internamiento ni siquiera fue registrado en los archivos de la congregaci¨®n de Bon Secours.

El hallazgo de la fosa en Tuam ¡°se ha convertido en un horrible relato del maltrato, negligencia y completa abdicaci¨®n de toda responsabilidad en el cuidado de menores muy vulnerables. Y plantea preguntas que no pueden ser ignoradas¡±, ha reconocido el secretario de Estado de Educaci¨®n irland¨¦s, Ciar¨¢n Cannon, sobre la necesidad de abrir una investigaci¨®n oficial que su Gobierno, sin embargo, todav¨ªa no ha confirmado. La campa?a de los locales para construir un memorial con los nombres de todos los peque?os enterrados all¨ª ya lleva recaudados varios miles de euros.

El convento era una de las instituciones que operaron para recluir a mujeres ¡°desviadas¡±

El convento de Bon Secours era s¨®lo una de las numerosas instituciones que, gestionadas por la Iglesia cat¨®lica, operaron durante d¨¦cadas en el pa¨ªs para recluir ¨Cm¨¢s que acoger- a mujeres ¡°desviadas¡± de la moralidad de la estricta Irlanda, como se consideraba a las madres solteras. En los centros tambi¨¦n fueron internadas muchas v¨ªctimas de abusos sexuales o mujeres procedentes de los medios m¨¢s pobres, en algunos casos forzadas a trabajar sin remuneraci¨®n como ocurri¨® en las llamadas lavander¨ªas de la Magdalena, en Dubl¨ªn (tras la publicaci¨®n de un informe oficial, el a?o pasado, el Gobierno acord¨® conceder compensaciones econ¨®micas a las 600 mujeres que a¨²n viven).

¡°Un estremecedor recuerdo del pasado m¨¢s oscuro de Irlanda¡±, en palabras del ministro para asuntos de la Infancia, Charlie Flanagan, que ha conducido a la oposici¨®n del Fianna F¨¢il a reclamar al gobierno una disculpa p¨²blica del Estado irland¨¦s ¡°por el abominable trato a esas mujeres y sus hijos¡±. Uno de esos centros del horror, ubicado en el condado de Tipperary (centro), registr¨® tras el primer a?o de su apertura en 1930 la defunci¨®n de 60 beb¨¦s, esto es, la mitad de los 120 ni?os all¨ª internados. Los que sobreviv¨ªan eran a menudo vendidos a familias de otros pa¨ªses, como fue el caso del hijo de Philomena Lee, cuya historia fue llevada al cine en una pel¨ªcula estrenada el a?o pasado y que fue nominada a los premios Oscar.