Frank Schirrmacher, coeditor del ¡®FAZ¡¯
Uno de los periodistas alemanes m¨¢s brillantes de su generaci¨®n, sustituy¨® al m¨ªtico Marcel Reich-Ranicki al frente de la secci¨®n cultural del diario
Frank Schirrmacher (Wiesbaden, 1959), uno de los cinco cooeditores del peri¨®dico Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), fue uno de los periodistas alemanes m¨¢s brillantes y pol¨¦micos de su generaci¨®n. Con tan solo 30 a?os sucedi¨® como responsable de las p¨¢ginas de cr¨ªtica literaria del prestigioso diario conservador nada menos que a Marcel Reich-Ranicki, conocido como el ¡°Papa de la literatura alemana¡±, fallecido en septiembre pasado. Durante su mete¨®rica carrera, Schirrmacher siempre destac¨® como due?o de un talento que sorprendi¨® a sus colegas y que le llev¨®, con solo 34 a?os, a ocupar un sill¨®n en el exclusivo club de editores del FAZ, catedral g¨®tica del periodismo germano y lectura obligada del mundo pol¨ªtico y empresarial del pa¨ªs. Schirrmacher siempre supo discernir lo importante, apost¨® por lo duradero y nunca ocult¨® su respeto por el rigor intelectual y la agilidad mental, dos cualidades que le permitieron admirar la calidad de sus rivales y valorar la obra de autores y artistas. Temido polemista, no rehuy¨® nunca el cuerpo a cuerpo al debatir sobre temas culturales o de actualidad.
¡°He comenzado a creer que la izquierda tiene raz¨®n¡±, escribi¨® en un art¨ªculo dedicado a comentar las secuelas que dej¨® la crisis financiera mundial. ¡°Una d¨¦cada de desinhibida econom¨ªa financiera se ha convertido en un exitoso programa de resocializaci¨®n de la cr¨ªtica social de la izquierda. La crisis de la llamada pol¨ªtica burguesa, una pol¨ªtica que secuestr¨® la palabra burgues¨ªa, como anta?o lo hizo el comunismo con los proletarios, se ha transformado en una crisis de autoconfianza de la pol¨ªtica conservadora¡±, se?alaba en este sorprendente comentario, m¨¢s propio de un militante de izquierdas que de un intelectual impregnado de valores conservadores. Pero Schirrmacher no fue un ide¨®logo que aspirara a sentar c¨¢tedra, sino un impenitente buscador de verdades.
¡°Dotado de un agudo sentido para los temas del futuro y un gran don para dotar de contenidos a los debates, logr¨® pronto convertir el peri¨®dico en un creador de opini¨®n en cuestiones de significaci¨®n social como los transg¨¦nicos, los cambios demogr¨¢ficos y el mundo digital¡±, se?al¨® el FAZ, en un sentido y breve homenaje a su coeditor.
¡°?Somos periodistas!¡±, sol¨ªa repeti Schirrmacher. ?l, en efecto, fue un periodista en cuerpo y alma, que nunca tuvo la ambici¨®n de pasarse al campo de la ficci¨®n, aunque talento no le faltaba. Ser periodista era para Schirrmacher voluntad de actuar. Aun as¨ª, se lanz¨® a escribir ensayos que fueron ¨¦xitos de ventas, como el que titul¨® El complot de Matusal¨¦n, donde analiz¨® el progresivo y r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n y sus consecuencias.
Cuando muri¨® Joseph Brodsky, el gran poeta rusoestadounidense y Nobel de Literatura, Schirrmacher escribi¨® una frase que desconcert¨® a sus colegas: ¡°Protestamos contra esta muerte¡±. El jueves, cuando un infarto fulmin¨® a los 54 a?os al genial agitador cultural, el gremio period¨ªstico y el mundo cultural alem¨¢n sin duda la hicieron suya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.