Expertos en salud p¨²blica piden extremar el control del cigarrillo electr¨®nico
129 expertos mundiales alaban las pol¨ªticas m¨¢s restrictivas en una carta a la OMS "La industria est¨¢ intentando preservar sus pr¨¢cticas depredadoras", se?alan
Los riesgos para la salud del cigarrillo electr¨®nico y su falta de regulaci¨®n (impuestos, zonas de uso, efectos en el organismo, l¨ªmites a la publicidad) comparado con el tabaco convencional preocupan a los especialistas en salud p¨²blica. M¨¢s de un centenar de ellos, entre los que se encuentran referentes mundiales de esta especialidad, han remitido una carta a la presidenta de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, en la que piden que se refuerce el control sobre este producto, cuyo consumo crece de forma exponencial. Adem¨¢s, advierten de que esta actividad puede estar siendo utilizada por la industria tabacalera como una estrategia para diversificar su negocio: ¡°Al desplazarse hacia el mercado del cigarrillo electr¨®nico, la industria est¨¢ intentando preservar sus pr¨¢cticas depredadoras e incrementar sus beneficios¡±.
Los autores del escrito ponen como ejemplo a seguir a los pa¨ªses que han adoptado las medidas m¨¢s restrictivas. Como Australia, que proh¨ªbe la importaci¨®n y venta de cartuchos que contengan nicotina. O Brasil y Turqu¨ªa, que vetaron la importaci¨®n, venta y publicidad relacionada con estos dispositivos hasta que los fabricantes ofrezcan informaci¨®n sobre la seguridad de estos productos.
A finales de febrero, Bruselas dio el primer paso para sacar del limbo legal al cigarrillo electr¨®nico y aprob¨® una directiva que exige, entre otros aspectos, que se informe en el etiquetado de todos sus componentes y posible peligrosidad. El Ministerio de Sanidad est¨¢ trabajando en su transposici¨®n, seg¨²n trasladaron ayer fuentes de este departamento a EL PA?S. Al margen de ello, la Ley para la Defensa de los Consumidores prohibi¨® desde marzo el uso de estos productos en centros educativos y sanitarios, zonas infantiles, espacios de las administraciones p¨²blicas o en el transporte p¨²blico.
El escrito dirigido a la presidenta de la OMS, con fecha del martes, es una respuesta a una carta anterior, tambi¨¦n remitida a Chang por 53 ¡°especialistas en nicotina y en pol¨ªticas de salud p¨²blica¡±, tal y como se definen, que defienden que el vapeo ¡ªcomo se conoce el acto de fumar estos cigarrillos¡ª puede servir como un sustitutivo menos perjudicial que el tabaco e incluso ser ¨²til para dejar de fumar. ¡°No queremos que por elaborar una regulaci¨®n para prevenir un riesgo m¨ªnimo [los peligros asociados al vapeo] se pierda el potencial de uso de estos dispositivos¡±, relata Guillermo Gonz¨¢lez, uno de los firmantes. Gonz¨¢lez es psiquiatra de la cl¨ªnica San Miguel de Madrid y miembro de la Asociaci¨®n de Usuarios del Cigarrillo Electr¨®nico Anesvap. ¡°No tenemos detr¨¢s a la industria tabaquera¡±, se?ala.
Frente a estas tesis se han alzado 129 figuras del ¨¢mbito de la salud p¨²blica como Peter Allebeck, del Instituto Karolinska (Suecia), John Ashton, de la Facultad de Salud P¨²blica del Reino Unido o Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn-Moreno, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad de Valencia y asesor de la oficina europea de la OMS. Tambi¨¦n se encuentra entre los firmantes Carlos Artundo, consejero delegado de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica.
El escrito responde a otra carta en la que 53 m¨¦dicos ped¨ªan tambi¨¦n a la OMS que se reconociera el potencial del vapeo para dejar de fumar
¡°Lo que sabemos de momento sobre el efecto directo en la salud de los cigarrillos electr¨®nicos no nos tranquiliza nada¡±, comenta Artundo. La carta insiste en esta idea al plantear que la falta de conocimiento detallado de efectos adversos en la salud de estos dispositivos no implica que no existan. Su aparici¨®n en el mercado es tan reciente que ¡°a¨²n no ha pasado suficiente tiempo como para determinar que efectos tienen y su magnitud en la poblaci¨®n¡±, recoge el escrito. Por contra, se?ala, s¨ª est¨¢ demostrado que son dispositivos que liberan sustancias t¨®xicas que perjudican a la salud. Por ejemplo, propilenglicol, nitrosaminas espec¨ªficas del tabaco, nicotina, compuestos vol¨¢tiles org¨¢nicos, as¨ª como benceno, niquel o plomo.
La carta tambi¨¦n refleja la ¡°insuficiente evidencia¡± que existe de que estos dispositivos sean eficaces? como un m¨¦todo para abandonar el h¨¢bito del tabaco. Y recuerda que estrategias anteriores planteadas por la industria como m¨¦todos de reducci¨®n de da?os, como por ejemplo fueron los pitillos con filtro o bajos en nicotina, no redujeron los efectos perjudiciales para la salud en los consumidores, a pesar de trasladar una sensaci¨®n de mayor protecci¨®n.
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