Educaci¨®n elimina requisitos para abrir nuevas universidades
El ministerio permite crear campus que no cubran todas las especialidades
El mapa de universidades espa?olas se ha extendido parcialmente desde 1997. En este tiempo, los campus privados han pasado de 12 a 32 mientras no se ha abierto ni un solo p¨²blico (hay 50). La crisis no ha afectado a la creaci¨®n de nuevos centros privados, que en ocasiones abren sus puertas pese a no garantizar la calidad docente ni una m¨ªnima actividad investigadora. Al mismo tiempo, distintos informes oficiales apuntan a la dispersi¨®n de universidades en Espa?a y a la necesidad de reorganizar ese mapa.
Con este panorama, el Ministerio de Educaci¨®n comenz¨® a trabajar ya el a?o pasado en un real decreto de creaci¨®n de centros que pretend¨ªa acotar los excesos y que finalmente ha terminado eliminando requisitos para la apertura de nuevas universidades.
El borrador, al que ha tenido acceso este diario y que a¨²n es susceptible de modificaciones, quita algunas de las obligaciones previstas en el decreto anterior, de 1991. Entre otras, la de que las universidades cubran con sus t¨ªtulos las distintas ramas del conocimiento (Humanidades, Ciencias y Tecnolog¨ªa). El ministerio y el PP defienden que es una medida para facilitar la especializaci¨®n de los campus y evitar que se abran nuevas universidades con una oferta id¨¦ntica a la de las que tiene alrededor. A?aden que se mantiene la obligaci¨®n de tener un m¨ªnimo de ocho titulaciones y se dibuja un nuevo marco de supervisi¨®n que dificultar¨¢ la proliferaci¨®n de campus privados sin los requisitos necesarios.
La oposici¨®n considera, al contrario, que se trata de un cambio que beneficia la proliferaci¨®n de las privadas. El texto tambi¨¦n elimina el art¨ªculo que obliga a tener en cuenta la demanda por mayor poblaci¨®n escolar, el desarrollo de nuevas ramas por avances cient¨ªficos o la cobertura de nuevas necesidades profesionales.
Algunas de las ¨²ltimas propuestas para abrir una universidad privada no inclu¨ªan estos requisitos, tal como denunciaban los informes oficiales. As¨ª lo destacaban cuatro expedientes llevados en abril a la Conferencia General de Pol¨ªtica Universitaria, que acabaron con informes desfavorables. Estos pronunciamientos no siempre son tenidos en cuenta, porque el Gobierno es quien determina los requisitos b¨¢sicos, seg¨²n establece la Ley Org¨¢nica de Universidades, pero son las comunidades aut¨®nomas las que dan el permiso ¨²ltimo para abrir campus obviando en ocasiones los informes previos.
El PSOE plante¨® una alternativa de control en abril para que se obligara a que los aspirantes a abrir una universidad tuvieran que acreditar que hab¨ªan subsanado los errores rese?ados en los informes. El real decreto no incluye esa idea. La diputada socialista Angelina Costa considera que los cambios ¡°no ayudan a vigilar y acotar la universidad privada, da m¨¢s flexibilidad para que proliferen, y la siguen dejando al albur de las comunidades aut¨®nomas¡±.
La conferencia de rectores de Espa?a, la CRUE, pidi¨® que los informes se?alaran de forma expl¨ªcita si eran favorables o desfavorables. El borrador tampoco incluye este extremo, aunque desde el ministerio planea recogerlo antes de presentar el texto final a los rectores y a las comunidades aut¨®nomas la pr¨®xima semana. El PP defiende que los informes siguen sin ser vinculantes porque no pueden interferir en competencias directas de las comunidades aut¨®nomas. ¡°Eso nos obliga a quedar un poco cortos en los objetivos, pero este real decreto es un buen marco general¡±, admite la diputada popular Mar¨ªa Jes¨²s Moro. El texto incluye la obligaci¨®n de que las comunidades aut¨®nomas supervisen peri¨®dicamente el cumplimiento de los requisitos exigidos, pero no fija ni los plazos ni los modos para ejercer ese control.
La investigaci¨®n es una de las actividades en las que se distancian las universidades p¨²blicas y privadas, que no suelen centrarse en un aspecto que les resulta menos rentable. El nuevo decreto establece que la investigaci¨®n debe tener cabida en ambos casos, como destaca Laureano Gonz¨¢lez, profesor de la Universidad de Cantabria y excargo de la agencia de evaluaci¨®n Aneca. La norma perfila que las universidades deber¨¢n promover ¡°el desarrollo de actividad investigadora¡± pero vuelve a quedarse en la generalidad. ¡°Tendr¨ªa que haber quedado plasmado de una forma m¨¢s completa y expl¨ªcita, pero es un paso¡±, concluye este experto.
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