¡°Si no pegas, no quieres¡±
Rosa Verduzco, la mujer encargada del albergue donde se hallaron cerca de 500 ni?os hacinados, da su primera entrevista
Mam¨¢ Rosa no daba entrevistas desde hace por lo menos cinco a?os. Este martes ha dado la primera. A una semana de que el Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa mexicana intervinieran su albergue en Zamora (Michoac¨¢n, oeste de M¨¦xico), la fundadora de La Gran Familia accedi¨® a un encuentro con Le¨®n Krauze. La intervenci¨®n federal hall¨® 600 personas hacinadas en su albergue en miserables condiciones, 492 menores de edad. Esta es su versi¨®n.
Rosa del Carmen Verduzco Verduzco proviene de una acaudalada familia de Zamora, una ciudad de 140.000 habitantes a m¨¢s de cuatrocientos kil¨®metros al oeste de la capital de M¨¦xico, con una de las sociedades m¨¢s tradicionalistas, conservadoras y cat¨®licas del pa¨ªs. Desde los ocho a?os se interes¨® en ¡°andar con chavos¡± entre las lecciones de catecismo en la Catedral. Cuenta que a los 13 a?os vio a un chico abandonado por un circo. ¡°Habl¨¦ con mis pap¨¢s para que me dejaran tenerlo¡±. Ocurri¨® en los a?os cuarenta.
En la entrevista, concedida a la cadena Univisi¨®n, suelta nombres de la ¡°gente importante¡± de Zamora, una pista fundamental para entender por qu¨¦ el albergue La Gran Familia mantuvo un estado intocable por tantos a?os. Explica tambi¨¦n c¨®mo fue que su familia, acaudalada, le permiti¨® sostener a los ni?os que recog¨ªa de la calle. Siete cuando hab¨ªa cumplido los 20 a?os.
Las camas donadas del seminario, el bal¨®n para jugar del f¨²tbol, las gelatinas que cocinaba la gente ¡°bien¡± de Zamora. As¨ª se construy¨® La Gran Familia. Mam¨¢ Rosa cumpli¨® con una funci¨®n que, en opini¨®n de muchos zamoranos, no hac¨ªa el Gobierno: atend¨ªa a los ni?os que ¡°nadie quer¨ªa¡±.
Verduzco se convirti¨® en un personaje folcl¨®rico en el pueblo. Hac¨ªa tabiques con los ni?os. Juntaba esti¨¦rcol. Tra¨ªa le?a. Rompi¨® todos y cada uno de los esquemas que la sociedad zamorana ten¨ªa para ella. En 1964, en los a?os en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ejerc¨ªa el poder hegem¨®nico en el pa¨ªs, consigui¨® el permiso legal para su albergue e incluso la autorizaci¨®n para una escuela primaria en su interior.
Ante la operaci¨®n federal, que hall¨® a m¨¢s de 600 personas hacinadas, 492 menores de edad, y decenas de testimonios de abusos sexuales y f¨ªsicos, el primer reclamo ha sido sobre el lugar que ocupaba el Estado. Sobre su relaci¨®n con el Gobierno, Mam¨¢ Rosa responde: ¡°Muy buena. La secretar¨ªa de Educaci¨®n nos pagaba los maestros. El Seguro Social nos da la salud. De lunes a viernes ten¨ªamos m¨¦dico del seguro. Todas las ma?anas, los doce meses del a?o.
Sobre la intervenci¨®n federal de la semana pasada, Mam¨¢ Rosa sugiere que los instrumentos de m¨²sica que utilizaban los ni?os fueron saqueados por la polic¨ªa e insiste en que hab¨ªa ¡°instrumentos car¨ªsimos¡±. Hasta el domingo pasado, y bajo la mirada de los polic¨ªas, los instrumentos estaban en poder de los ni?os.
En cuanto a El Pinocho, un cuarto de menos de dos metros cuadrados se?alado por decenas de ni?os como un sitio donde les dejaban por d¨ªas sin recibir alimento, Verduzco comenta que era ¡°la enfermer¨ªa¡± y que ¡°ten¨ªa tres literas¡±. Rechaza que se utilizara para los fines que denuncian los menores. Sobre la limpieza del albergue afirma que los encargados eran ¡°los ni?os, hab¨ªa encargados por secciones¡±.
Sobre los dur¨ªsimos castigos que se aplicaban a los chicos, Mam¨¢ Rosa responde: ?T¨² has o¨ªdo el dicho ¡®si no pegas no quieres¡¯? No porque los corrigiera los iba a da?ar. El ni?o me dice: ¡®ya se comunic¨® conmigo¡¯. Ahora que estuve en el hospital vino un ni?o de Guadalajara y me dijo ¡°no eres t¨²¡±. Le digo ¡°?por qu¨¦?. Me dice ¡°Porque no me has dado mi caricia¡±. Lo bes¨¦ y me dijo no: hazme as¨ª [se da una leve cachetada]. Extra?aba que yo lo tocara¡±. Hay al menos 150 denuncias sobre los maltratos ocurridos en la casa bajo su propiedad. La Fiscal¨ªa mexicana la ha dejado libre de cargos porque, despu¨¦s de un peritaje, Verduzco sufre de ¡°demencia senil¡± y por ello no se le imputar¨¢ de ninguno de los delitos denunciados por los menores internados en su albergue.
Hacia el final de la entrevista, Verduzco reflexiona y trae una frase del recuerdo: ¡°Tu pecado, Rosa, ha sido envejecer¡±.
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