Siete a?os sin Noor, Yasmina y Fadh
El exmarido de una espa?ola de origen marroqu¨ª secuestr¨® a sus tres hijos y se los llev¨® a Siria 2007 sin dejar ni rastro
¡°Mi ni?a se gir¨® y me dijo adi¨®s con la mano mientras su padre se llevaba a los otros dos, uno de su mano y otro en el carrito. Esa es la imagen que me tortura¡±. El 21 de julio de 2007, Bouchra Al Harras dej¨® a sus hijos ¡ªNoor, Yasmina y Fahd, de uno, cuatro y cinco a?os¡ª en el Punto de Encuentro Familiar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), para que se reunieran con su padre, el sirio Houssin Al Hassoun, del que acababa de divorciarse. Fue la ¨²ltima vez que les vio. Aquel d¨ªa Hassoun se los llev¨® a Siria, donde dos a?os de guerra se han cobrado ya 170.000 vidas. En concreto, a Homs, hoy una ciudad que se encuentra en ruinas. Bouchra, una mujer de 41 a?os de origen marroqu¨ª y con nacionalidad espa?ola, no sabe si sus tres hijos est¨¢n vivos o muertos. Han pasado siete a?os desde que se despidi¨® de ellos.
El d¨ªa anterior al secuestro, un viernes, como ¡°guiada por una mala intuici¨®n¡±, Bouchra se empe?¨® en hacer fotos a los ni?os, las mismas que ha llevado en su cartera desde entonces y ha ense?ado cientos de veces en la comisar¨ªa, en el juzgado, en el Ministerio de Asuntos Exteriores... Ahora mismo es lo ¨²nico que tiene.
El padre se los llev¨® de un punto de encuentro de donde no pod¨ªa sacarlos
Esta es la historia de un Punto de Encuentro Familiar que no cumpli¨® una orden judicial, de un polic¨ªa que escribi¨® mal unos apellidos, de una alarma que no salt¨®, de un juez sustituto que archiv¨® el caso. Pero, sobre todo, es la historia de una madre perdida y desesperada en la mara?a de un sistema judicial que, encerrado en formalismos, ha abandonado el caso y ni siquiera indemniza a la v¨ªctima porque entiende que ¡°ha prescrito el da?o¡±. Pero el dolor desgarrado de Bouchra, como el de muchas otras v¨ªctimas en Espa?a de este delito, no prescribe. Sigue peleando a solas y con tripas de acero para tratar de recuperar a sus tres hijos, todos ellos de nacionalidad espa?ola.
Seg¨²n los datos del Ministerio del Interior, cada a?o se producen una media de 210 casos de sustracci¨®n de menores en Espa?a: fueron 203 en 2011, 209 en 2012, 236 en 2013. Este ¨²ltimo a?o se esclarecieron 197 de ellos, seg¨²n el Ministerio del Interior. El art¨ªculo 225 bis del C¨®digo Penal es el que regula este delito, pero dif¨ªcilmente se puede aplicar si no se localiza al progenitor o familiar que se lleva a los ni?os, como ha sucedido con Houssin Al Hassoun.
¡°La preocupaci¨®n es inminente debido al delito de sustracci¨®n de menores que nos ocupa¡±, dec¨ªa el informe de incidencias de 21 de julio de 2007 enviado al juzgado desde el Punto de Encuentro, hoy cerrado por falta de presupuesto. Pero ya era tarde. Los peores presentimientos de Bouchra se hab¨ªan cumplido. Todas las advertencias realizadas a las trabajadoras sociales ¡ª¡°no dejen que los saque de aqu¨ª, en la sentencia [la que estipulaba los encuentros de los s¨¢bados entre padre e hijos] pone que puede verlos en el Punto de Encuentro, no llev¨¢rselos fuera¡±¡ª hab¨ªan sido en vano. Por tercera vez su ya exmarido hab¨ªa desaparecido con sus hijos.
Una cadena de errores burocr¨¢ticos facilitaron su huida
La primera fue en 2005. Entonces ¨¦l se llev¨® a los dos a Siria ¡ªel tercero a¨²n no hab¨ªa nacido¡ª y los retuvo siete meses all¨ª con su familia. Pero regresaron a Espa?a. Un a?o despu¨¦s, Houssin fue interceptado en un aeropuerto de Par¨ªs cuando trataba de viajar con ellos de nuevo. Esta vez salt¨® la alarma por una orden judicial que imped¨ªa la salida de los menores de territorio espa?ol y no pudo embarcar con ellos. Bouchra tuvo que ir a buscarlos a la residencia infantil francesa donde los acogieron mientras el padre prosegu¨ªa su viaje.
Pero en 2007 todo parec¨ªa encauzado. Bouchra y Houssin estaban divorciados debido a los malos tratos que ¨¦l le inflig¨ªa. Ella viv¨ªa con los ni?os en un centro de recuperaci¨®n para mujeres maltratadas y ¨¦l solo pod¨ªa verlos dentro de un Punto de Encuentro Familiar, un centro con psic¨®logos y trabajadores sociales que supervisan la visita. Bouchra se sent¨ªa segura en ese momento. ¡°Siempre pens¨¦ que al ser espa?oles mis hijos y al haber obtenido yo tambi¨¦n la nacionalidad, hab¨ªa una justicia que me proteg¨ªa¡±, relata. ¡°Pero en mala hora puse aquellas denuncias por malos tratos. Me dejaron sola ante un desalmado¡±.
Cuando Houssin se llev¨® a los ni?os, Bouchra, desesperada, puso dos denuncias consecutivas en la comisar¨ªa: una el mismo s¨¢bado en el que desaparecieron sus hijos y otra el lunes. El juez sustituto Joaqu¨ªn Brage Camazano archiv¨® la causa que se hab¨ªa abierto por la denuncia de la Polic¨ªa Nacional sobre la sustracci¨®n de los menores de la siguiente forma: ¡°No resulta debidamente practicada la perpetraci¨®n de infracci¨®n penal alguna¡±. Acord¨® el ¡°sobreseimiento provisional¡±.
Los peque?os terminaron en Homs, hoy una ciudad en ruinas
No obstante, seg¨²n consta en el expediente, la polic¨ªa trat¨® esos d¨ªas de localizar al padre, sin ¨¦xito. Y la Guard¨ªa Civil dio cuenta al juzgado de que ¡°hab¨ªa estado ocupando una chabola en Santos de la Humosa¡± hasta el d¨ªa que se llev¨® a los ni?os.
Tras el archivo del procedimiento, Bouchra acudi¨® a la Fiscal¨ªa. Cinco meses m¨¢s tarde, el fiscal E. Valdivieso pidi¨® la reapertura del procedimiento solicitando ¡°la declaraci¨®n en calidad de imputado de Houssin Alhassoun¡±. ¡°En caso de no hallarse¡±, indic¨®, ¡°se proceda a su localizaci¨®n y por parte de la polic¨ªa judicial se investigue donde se encuentran los menores, con independencia de aquellas diligencias que estime oportunas el juez instructor¡±.
El juzgado de Alcal¨¢ de Henares reabri¨® el caso, pero ya era demasiado tarde. El 4 de mayo de 2010 la Agregadur¨ªa de Interior de Siria daba cuenta de que los menores se encontraban en el domicilio de sus abuelos paternos en Siria y de que la ley de ese pa¨ªs atribu¨ªa la patria potestad al padre. Fin del asunto.
Bouchra vive desde entonces entre la perplejidad y el estado de shock. Su abogado, Jos¨¦ Manuel Recuero, no sale tampoco de su asombro y la representa sin contraprestaci¨®n alguna.
Un inspector jefe de polic¨ªa hace constar en agosto de 2010 que en las denuncias realizadas por Bouchra en la comisar¨ªa, el apellido de los ni?os aparece escrito mal, todo junto (AlHassoun), y que ¡°desconoce si ha podido tener alg¨²n tipo de influencia en las ¨®rdenes internacionales de prohibici¨®n de salida de nuestro territorio¡±.
Siria no firm¨® el convenio de La Haya que permite esclarecer casos as¨ª
Laura Garc¨ªa, de la Consejer¨ªa T¨¦cnica de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica del Ministerio de Asuntos Exteriores, conoce el caso. ¡°Desde la Direcci¨®n General de Protecci¨®n de Espa?oles, fuentes diplom¨¢ticas han informado de que se tuvo conocimiento del caso en 2012. Se ha realizado seguimiento, el ministerio ha hecho gestiones con Interpol pero, por ahora, todo ha sido infructuoso y la situaci¨®n de guerra dificulta a¨²n m¨¢s las gestiones. No obstante, seguimos a disposici¨®n de esta ciudadana. Aqu¨ª estamos acostumbrados a que nos llamen todos los d¨ªas madres y padres preguntando si sabemos algo nuevo de sus hijos¡±, explica.
Existe un Convenio de La Haya, firmado en los a?os ochenta, que contribuye a esclarecer estas situaciones. Sin embargo, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, ¡°funciona lentamente cuando los pa¨ªses de origen y destino de los ni?os son firmantes del acuerdo¡± y se convierte casi en papel mojado cuando uno de ellos, como es el caso de Siria, origen del padre de los ni?os de Bouchra, no lo ha suscrito.
Ella conserva todav¨ªa la esperanza de recuperarlos alg¨²n d¨ªa. ¡°Vivos o muertos¡±. Pero cada ma?ana, al despertarse, sufre el mismo desgarro: ¡°No es una pesadilla, es real¡±. Tuvo tres hijos y se los arrebataron. ¡°No parar¨¦ hasta estar con ellos¡±.
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