El ¨¦bola prosigue su avance por ?frica fuera de control

La epidemia de ¨¦bola que fue declarada en Guinea (?frica occidental) el pasado mes de marzo y que se extendi¨® en los meses siguientes por tres pa¨ªses (la propia Guinea, Liberia y Sierra Leona) sigue sin estar controlada y se ha cobrado ya la vida de 672 personas. En los ¨²ltimos d¨ªas, adem¨¢s, han saltado todas las alarmas al conocerse el fallecimiento de una persona en un cuarto pa¨ªs, Nigeria, tambi¨¦n a causa del mismo brote. Ocurri¨® el pasado martes, cuando Patrick Sawyer, asesor del ministro liberiano de Finanzas, falleci¨® en la ciudad nigeriana de Lagos, a donde lleg¨® procedente de Liberia a bordo de un avi¨®n que hizo escala en Togo. Tanto este ¨²ltimo pa¨ªs como Nigeria han activado sus sistemas de vigilancia con todas las personas con las que Sawyer pudo estar en contacto durante su viaje.

Es ya, de lejos, la peor y la m¨¢s transnacional epidemia de ¨¦bola de toda la historia. Nada menos que 1.201 personas infectadas y 672 fallecidos, cifras que proporciona la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), tres pa¨ªses afectados con violencia (Guinea, 319 muertos, Liberia, 129, y Sierra Leona, 224) y un cuarto pa¨ªs con un fallecimiento confirmado (Nigeria) que intenta, a toda costa, detectar posibles infectados en la megaciudad de Lagos, 14 millones de habitantes, la m¨¢s poblada de toda el ?frica subsahariana.

Pero si en Togo y Nigeria est¨¢n en alerta, en Liberia, donde han fallecido 129 personas, est¨¢n ya en ¡°emergencia nacional¡±, seg¨²n declar¨® el pasado s¨¢bado la presidenta del pa¨ªs, Ellen Johnson Sirleaf. Este domingo se ha conocido la muerte en este pa¨ªs del doctor Samuel Brisbane, una persona muy conocida y respetada que fue consejero en temas de salud del ex presidente Charles Taylor y que en la actualidad trabajaba en el hospital JFK de Monrovia. Hace un mes, Sam Mutooru Muhumuza, otro destacado m¨¦dico, en este caso ugand¨¦s, muri¨® tambi¨¦n en Liberia afectado por esta enfermedad.

El contagio y fallecimiento de personal sanitario suele ser elevado en los brotes de ¨¦bola porque se trata de las personas que est¨¢n m¨¢s en contacto con las personas afectadas. Este fin de semana se ha sabido tambi¨¦n que hay otro m¨¦dico estadounidense contagiado del virus en Monrovia, mientras que en la vecina Sierra Leona est¨¢ en aislamiento el m¨¦dico jefe responsable de la lucha contra la enfermedad, el doctor Umar Khan.

Ya en marzo pasado, cuando el primer pa¨ªs afectado, Guinea, declar¨® la epidemia, los expertos advert¨ªan de que est¨¢bamos ante un brote singular que iba a ser dif¨ªcil de controlar, nada que ver con episodios anteriores en remotos pueblos situados en medio de la selva de ?frica central. En esta ocasi¨®n, una variante local de la cepa Zaire del virus ?bola se hab¨ªa presentado en una regi¨®n natural, la Guinea Forestal, situada en la bisagra entre tres pa¨ªses y donde los movimientos de poblaci¨®n, incluso a trav¨¦s de las fronteras, son frecuentes y cotidianos.

Si a esto se a?ade las costumbres funerarias de lavado y preparaci¨®n del cad¨¢ver, que favorecen un contacto estrecho con las v¨ªctimas; el desconocimiento que hab¨ªa, tanto entre la poblaci¨®n como entre la propia estructura de Salud P¨²blica, de una enfermedad que nunca antes se hab¨ªa manifestado en la regi¨®n occidental de ?frica; y, finalmente, la creciente resistencia de los infectados y sus familias a acudir a los hospitales (dada la alta mortalidad y la creencia de que entran all¨ª para morir) la combinaci¨®n es la r¨¢pida extensi¨®n de un brote que est¨¢ desbordando a todos.