Novatadas en pantalla grande
Un director hace una pel¨ªcula con las vejaciones que sufri¨® en un colegio mayor "Al escribir el guion, record¨¦ detalles que hab¨ªa borrado totalmente¡±, recuerda
Las reglas quedaron claras desde el primer minuto: ¡°Debe hablarnos de usted. Nunca nos mire a los ojos. No cierre jam¨¢s la puerta de su habitaci¨®n¡±, le dijo el veterano del colegio mayor. Y al joven Pablo Arag¨¹¨¦s le amargaron su deseado salto a la vida universitaria. Durante varias semanas le acosaron, no le dejaron dormir, le pegaron. Llam¨® a la polic¨ªa. Intent¨® que le ayudara el director del centro. ¡°Aguanta, es solo una tradici¨®n¡±, le respondi¨®. Se mud¨® antes de acabar el trimestre.
Casi 15 a?os despu¨¦s, lo cuenta en el guion de Novatos, su cuarto largometraje. ¡°Cuando por fin me decid¨ª y empec¨¦ a escribirlo, afloraron detalles que hab¨ªa borrado totalmente¡±, explica en mitad del rodaje en el parque Grande de Zaragoza. Sopla el viento y hace un fr¨ªo del demonio.
¡°Lo que t¨² viviste es una pel¨ªcula¡±, le repet¨ªa su mujer, Marta Cabrera, directora de producci¨®n de Novatos. ¡°Cu¨¦ntalo¡±, le animaba Irene, su madre, a la que la actriz Emma Su¨¢rez da vida en la ficci¨®n. ¡°Lo pasamos muy mal¡±, recuerda ella. Su hijo le llamaba cada noche desde el colegio con un m¨®vil prepago. ¡°O¨ªa c¨®mo le golpeaban la puerta de su habitaci¨®n¡±, dice.
Es la tercera semana de rodaje de una pel¨ªcula ¡°cruda¡± sobre el fen¨®meno de las novatadas, nada que ver con las comedias estadounidenses de las hermandades y los nerds. Arag¨¹¨¦s rueda con steadycam (c¨¢mara atada al cuerpo). Buscan acercar las escenas al espectador, como si mirara desde una esquinita.
Disponen de los medios justos. ¡°Esto es cine de guerrilla¡±, cuenta el director mientras acaba el plato de ensalada de pasta que su madre ha cocinado para el equipo. Su hermano ?lvaro, tambi¨¦n del mundillo, prepara la banda sonora. Arag¨¹¨¦s y su mujer pidieron un cr¨¦dito para costear la peli y han lanzado una campa?a de crowdfunding por Internet.
¡°H¨¢blenos de usted. No nos mire a los ojos. No cierre la puerta de su habitaci¨®n¡±
¡°Escena 135. Toma Uno¡±. Clack. Apoyado en uno de los columpios del parque, Javier Butler observa la pelea de ficci¨®n entre la novata y la veterana. Esta vez los golpes son ficticios, planeados por especialistas en escenas de riesgo. ¡°Nunca pens¨¦ que pasaran cosas tan graves¡±, admite bajito este adolescente de ojos enormes. El benjam¨ªn del equipo interpreta a Pablo en la pel¨ªcula. Cuando termine de rodar, empezar¨¢ la universidad. Casualidades de la vida. Ir¨¢ a un colegio mayor de la Complutense de Madrid situado frente al que su ¨¢lter ego abandon¨® a toda prisa el a?o 2000.
Las cosas han cambiado desde entonces, aunque quiz¨¢ no lo suficiente. 125 de los 160 colegios mayores de Espa?a firmaron un manifiesto con la asociaci¨®n No m¨¢s novatadas en 2013. Rechazan las pr¨¢cticas dentro, pero siguen d¨¢ndose en los campus, en las fiestas del novato donde les emborrachan haci¨¦ndoles tragar alcohol con un embudo.
¡ª?C¨¢llate, puta, ya has hecho bastante el rid¨ªculo!
El actor Nicol¨¢s Coronado, el veterano Est¨¦vez, se lo grita a su chica, Gladys (Alejandra Onieva). El primer d¨ªa de rodaje, Arag¨¹¨¦s sufri¨® un escalofr¨ªo al verlo actuar. Le recordaba a su propio veterano, del que no recuerda el nombre ni el rostro.
Las dos protagonistas se tiran de los pelos sobre el c¨¦sped. Carla (la actriz Luc¨ªa Ramos) es la novia novata. El romance es lo ¨²nico ficticio del guion, aunque no del todo. ¡°Se basa en nuestra historia¡±, dice Marta, mujer y productora. ¡°Se salvan el uno al otro del infierno de alrededor¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.