La justicia admite fallos que desprotegieron a cinco asesinadas por machismo
El presidente del Tribunal Superior vasco pide perd¨®n por no haber podido evitar la muerte de una mujer en Bilbao. Hay errores en la valoraci¨®n de riesgo, faltan recursos y formaci¨®n
"Esto es un fracaso de la justicia con may¨²sculas. Mbeugou hab¨ªa solicitado la tutela de la justicia y no la obtuvo". Estas palabras, inusuales en altas instancias judiciales, son del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, Juan Luis Ibarra, que este jueves ha pedido perd¨®n a la familia de Maguette Mbeugou, degollada el pasado martes por su marido en Bilbao, y a la sociedad en general, por la deficiente valoraci¨®n del riesgo que se hizo desde las distintas ¨¢reas del juzgado.
La muerte de la mujer senegalesa, de 25 a?os, no ha sido la ¨²nica consecuencia nefasta de un sistema que esta semana ha evidenciado sus fallos. En 48 horas, dos menores y tres mujeres han sido asesinadas. 962 desde que se registran datos oficiales; 38 en 2018.
Juristas, abogados y expertos est¨¢n de acuerdo en que el sistema no est¨¢ funcionando, la cuesti¨®n es d¨®nde y por qu¨¦, y las respuestas son m¨²ltiples y alcanzan desde los aspectos t¨¦cnicos hasta los sociales: falta de recursos humanos y materiales, sobrecarga de trabajo, ausencia de perspectiva de g¨¦nero, poca coordinaci¨®n entre los agentes que intervienen desde las distintas ¨¢reas... El tr¨¢gico relato de esta semana pone de manifiesto algunas de ellas.
Mujeres Juezas pide medidas
La Asociaci¨®n de Mujeres Juezas de Espa?a (AMJE) ha pedido este jueves la adopci¨®n urgente de 16 medidas para luchar contra la violencia machista y exigi¨® que se doten de presupuesto cuanto antes. Entre las prioridades, incluyen iniciativas de prevenci¨®n y sensibilizaci¨®n (centradas en la educaci¨®n para ni?os y j¨®venes pero tambi¨¦n en formaci¨®n obligatoria en perspectiva de g¨¦nero para el profesorado) y medidas legales y dotaci¨®n de recursos p¨²blicos. "La Justicia falla, pero seguimos esperando a que el problema de la violencia machista lo resuelva la Justicia y este problema trasciende a jueces, fiscales y abogados", advierte Luc¨ªa Avil¨¦s, vocal de esta asociaci¨®n. "Es un problema social y la sociedad tiene que asumirlo. La Justicia es solo una parte y que, adem¨¢s, interviene cuando ya ha surgido el problema", afirma Avil¨¦s.
Entre las medidas que AMJE demanda est¨¢n reformar el C¨®digo Penal para ampliar el concepto de violencia de g¨¦nero a otras violencias cometidas sobre la mujer por el mero hecho de serlo (como delitos contra la libertad sexual, la mutilaci¨®n genital o el acoso sexual), reformar del Estatuto de la V¨ªctima para que se reconozca como tal a los hijos menores de mujeres que han sufrido violencia machista, incrementar el n¨²mero de Juzgados Exclusivos en Violencia contra la Mujer o la formaci¨®n "obligatoria y especializada" en todos los estamentos de jueces, fiscales, forenses y abogados.
En Castell¨®n, a las cinco de la madrugada del pasado martes, un hombre mat¨® a sus dos hijas de dos y seis a?os y se suicid¨®. Ten¨ªa dos procedimientos interpuestos por su mujer, la madre de las ni?as, en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. La juez especializada en violencia de g¨¦nero rechaz¨® la orden de protecci¨®n que solicit¨® para ella y para sus hijas tras haber recibido amenazas que relat¨® en febrero ante la polic¨ªa: "Ya te puedes ir despidiendo de las ni?as, me voy a cargar lo que m¨¢s quieres, te vas a quedar sola. De aqu¨ª yo voy a acabar en la c¨¢rcel y todos muertos". Ambas denuncias fueron archivadas.
Cuatro horas despu¨¦s, Nuria Alonso fue asesinada a pu?aladas por su expareja en Maracena, Granada. Hab¨ªa denunciado dos veces a su agresor, una de ellas por violencia de g¨¦nero: ¨¦l fue absuelto. Ella no se encontraba en ning¨²n sistema de protecci¨®n a mujeres ni ten¨ªa una valoraci¨®n del riesgo que corr¨ªa a manos de su expareja.
En Bilbao, el marido de Maguette Mbeugou la degoll¨® ese mismo d¨ªa, la polic¨ªa la encontr¨® sobre la una de la tarde. Ella lo denunci¨® el pasado diciembre; la juez que analiz¨® la denuncia deneg¨® imponerle una orden de alejamiento y la fiscal¨ªa no solicit¨® medidas de protecci¨®n. En aquel auto la juez argument¨® la inexistencia de una situaci¨®n objetiva de riesgo porque los c¨®nyuges resid¨ªan en domicilios diferentes, y adem¨¢s, Maguette hab¨ªa dicho que no deseaba volver al conyugal y que se desplazar¨ªa a otro lugar. ?l fue absuelto por un delito de amenazas en el juicio que se celebr¨® despu¨¦s.
Sin protecci¨®n telem¨¢tica
La quinta muerte ocurri¨® la madrugada del jueves, en Torrox, M¨¢laga. La polic¨ªa encontr¨® a Manuela C. S. en medio de un charco de sangre, tambi¨¦n acuchillada por su pareja. Lo hab¨ªa denunciado meses antes por amenazas y coacciones y un juzgado hab¨ªa dictado una orden de alejamiento el pasado 15 de julio, adem¨¢s de otra en vigor que ten¨ªa por una pareja anterior. La mujer no dispon¨ªa de protecci¨®n telem¨¢tica. Ambos hab¨ªan vuelto a convivir.
Itziar, la madre de las ni?as asesinadas en Castell¨®n, Nuria Alonso, Maguette Mbeugou y Manuela C. S. hab¨ªan denunciado a los presuntos asesinos. Tres de ellas est¨¢n muertas y una ha perdido a sus dos hijas.
Encontrar las grietas requiere hacer un barrido profundo en todos los huecos de ese sistema porque, seg¨²n Octavio Salazar, jurista experto en g¨¦nero, las herramientas existen, pero no se est¨¢n usando. Para ¨¦l, como para Ibarra, el primer error "t¨¦cnico" reside en los mecanismos de detecci¨®n del riesgo en situaciones de violencia de g¨¦nero: "Los criterios con los que el poder judicial sigue valorando si existir¨¢ o no un asesinato no sirven, dan muestras de error desde hace a?os y nadie se ha puesto las pilas para cambiarlos".
Pilar Llop, delegada del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero, explica que se est¨¢n encontrando con este fen¨®meno que hay que cambiar de inmediato: "No se est¨¢ valorando el riesgo adecuadamente, aqu¨ª, los instrumentos actuales que tenemos de valoraci¨®n, que son el policial y el pericial [se refiere a las Unidades de Valoraci¨®n Forense Integral] o no existen o son insuficientes o deficientes".
La valoraci¨®n de la situaci¨®n de riesgo y su evoluci¨®n la efect¨²a, en primera instancia, la polic¨ªa a trav¨¦s de unos formularios normalizados (compuestos por un test cerrado de unas 50 preguntas). La v¨ªctima puede ubicar su respuesta en seis casillas: "NS (no se sabe), ND (no se da), B (baja), M (media), A (alta) y E (extrema)". Los resultados se recogen en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de G¨¦nero (Sistema VioG¨¦n), que asigna autom¨¢ticamente ¡ªa trav¨¦s de un algoritmo inform¨¢tico¡ª, los niveles de riesgo: bajo, medio, alto y extremo. El resultado es trasladado por la polic¨ªa a la autoridad judicial competente a trav¨¦s de un informe donde se indican los principales factores de riesgo. Despu¨¦s, queda en manos de los jueces la posibilidad de solicitar otro informe de valoraci¨®n a la unidad de valoraci¨®n integral forense de la que disponga el juzgado, si dispone, y concretar las medidas.
Esas unidades de valoraci¨®n, que cuentan con m¨¦dicos forenses, psic¨®logos y trabajadores sociales, comenzaron a crearse en 2004, cuando la Ley de Medidas de Protecci¨®n Integral contra la Violencia de G¨¦nero recomend¨® su implantaci¨®n. De eso hace 14 a?os y todav¨ªa hoy no existen en todas las comunidades y las que s¨ª operan no siguen criterios comunes ni tienen los mismos recursos humanos ni econ¨®micos ni equipos homologados. Inmaculada Montalb¨¢n, magistrada y expresidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial, incide sobre esa l¨ªnea: "Es necesario activar las unidades, s¨ª, pero con formaci¨®n en g¨¦nero. Es lo que nos ayuda a entender situaciones aparentemente incomprensibles como ciertos procesos de renuncia de las mujeres, por ejemplo la decisi¨®n de volver a convivir con el agresor".
Esta deficiencia en las unidades de valoraci¨®n forense integral fue una de las fisuras en el caso del asesinato de Maguette Mbeugou. El propio Juan Luis Ibarra, en su discurso de perd¨®n, reconoci¨® ayer que la Justicia no actu¨® bien, y explic¨® que la jueza, que conoci¨® las medidas cautelares solicitadas por la fallecida, las deneg¨® porque no pudo ¡°contar para hacerlo con un informe pericial del riesgo; ni tampoco con un informe forense de urgencia, ni con el auxilio de la unidad de valoraci¨®n integral¡±. Esa unidad, ubicada en el Palacio de Justicia de Bilbao y dependiente del Gobierno Vasco, "concede cita a varios meses vista por la carga de trabajo" y, en este caso, el juicio se celebr¨® apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de presentada la denuncia. El 12 de enero el juzgado de lo penal dict¨® sentencia absolutoria por prueba insuficiente.
Octavio Salazar se pregunta si por prueba insuficiente se entiende el testimonio de una mujer que afirma ser maltratada. "Aqu¨ª entra otro problema mucho m¨¢s sustantivo, la falta de credibilidad de las mujeres, que forma parte de una cultura jur¨ªdica machista que sigue estando muy presente entre los jueces". No distingue entre hombres y mujeres y habla de "sensibilizaci¨®n" y tambi¨¦n de formaci¨®n. En este momento, como explica Montalb¨¢n, "cualquier juez o jueza puede concursar a los juzgados de violencia de g¨¦nero sin acreditaci¨®n especial. Solo una vez que han conseguido la plaza en el concurso de traslados est¨¢n obligados a hacer un curso previo obligatorio" de poca duraci¨®n. No existe, contin¨²a, una especializaci¨®n como en los juzgados mercantiles o de menores. Esa formaci¨®n se antoja urgente, para Salazar, que apunta a un calado estructural del machismo que puede llevar incluso al multimaltrato.
Ocurri¨® en el caso de Manuela C. S., la asesinada en Torrox, que ten¨ªa dos ¨®rdenes de alejamiento vigentes: una de una pareja anterior y otra de su presunto asesino. Los expertos alertan de que cada vez hay m¨¢s multimaltratadores, hombres condenados por malos tratos que vuelven a cometer el mismo delito una vez cumplida su pena. La fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer en Andaluc¨ªa, Flor de Torres, cree que una de las cuestiones que est¨¢ fallando en esta lucha es la "dif¨ªcil" reinserci¨®n de estos delincuentes. "No asumen su conducta y eso es la base esencial para el cambio". En los juzgados especializados, apunta, cada vez hay m¨¢s casos y esa falta de reintegraci¨®n social deriva cada vez m¨¢s en el quebrantamiento de las ¨®rdenes de protecci¨®n y de alejamiento que dicta un juzgado. Seg¨²n la fiscal, aunque no existen estad¨ªsticas, por su experiencia calcula que entre el 50% y el 60% de estas medidas se rompen.
Una petici¨®n constante de De Torres es la supresi¨®n para las v¨ªctimas de la dispensa que existe de declarar contra un familiar directo (padres, hijos o parejas), recogida en el art¨ªculo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, del siglo XIX, y que no se ha tratado en el pacto de Estado. Un porcentaje elevado de mujeres presuntamente maltratadas, cuyo testimonio es fundamental para lograr una posible condena, opta por el silencio. "No podemos echar toda la carga moral sobre las v¨ªctimas [¡] Ellas no est¨¢n fuertes en este proceso, no est¨¢n empoderadas, tienen miedo", justifica, y advierte de que estas dos situaciones est¨¢n creando "macrov¨ªctimas", mujeres que vuelven a sufrir malos tratos por sus propios agresores o por otros maltratadores reincidentes.
Las consecuencias de este fallo estructural, apunta Octavio Salazar, son muertes de mujeres por el simple hecho de ser mujeres. "?Va a haber alguna medida disciplinaria? ?Alg¨²n cambio?".
Este reportaje se ha elaborado con informaci¨®n de Isabel Vald¨¦s, Pilar ?lvarez, Pedro Gorospe, Esperanza Codina, Javier Arroyo y Reyes Rinc¨®n.
Una secuencia de fallos letal
Un total de 38 mujeres y 3 menores muertos. Las cinco v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero registradas esta semana han elevado la cifra a 38 mujeres y 3 menores muertos en lo que va de a?o. Un total de 962 desde que existen cifras oficiales. Las tres asesinadas y la madre que ha perdido a sus dos hijas hab¨ªan denunciado a sus maltratadores.
Castell¨®n. Un hombre mat¨® el martes a sus dos hijas en Castell¨®n. Hab¨ªa amenazado a su mujer con hacerlo y ella le denunci¨®. Una juez archiv¨® esta y otra denuncia y neg¨® la orden de protecci¨®n.
Maracena. Nuria Alonso, asesinada el martes por su expareja en Maracena (Granada), interpuso una denuncia por vejaciones contra su exmarido, pero ni se valor¨® el riesgo que corr¨ªa ni ten¨ªa orden de protecci¨®n. ?l fue absuelto por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer n¨²mero 2 de Granada.
Bilbao. Maguette Mbeugou, mujer senegalesa, fue asesinada tambi¨¦n el martes supuestamente por su marido, B. N., tambi¨¦n senegal¨¦s. Ella hab¨ªa solicitado protecci¨®n a la justicia, pero una juez de violencia de g¨¦nero de Bilbao la rechaz¨® al entender que no cumpl¨ªa el perfil de riesgo. Lo hizo sin tener en sus manos el informe pericial. La unidad que deb¨ªa expedirlo concede cita tras esperar meses por la sobrecarga de trabajo.
Torrox. Una mujer muri¨® este jueves en El Morche, en el municipio malague?o de Torrox. Hab¨ªa denunciado a su agresor por amenazas y coacciones y un juzgado hab¨ªa dictado orden de alejamiento, quebrantada por ambos, que volvieron a convivir. No exist¨ªa control telem¨¢tico. La mujer tuvo una relaci¨®n anterior con otro maltratador para el que tambi¨¦n solicit¨® una orden de alejamiento.
Torremolinos. Un hombre de 37 a?os fue detenido el mi¨¦rcoles en Torremolinos (M¨¢laga) por apu?alar a una mujer que se neg¨® a salir con ¨¦l. El agresor se entreg¨® y confes¨® que hab¨ªa matado a su ¡°novia¡±. La mujer ha sobrevivido.
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