M¨¦xico, el acoso nuestro de cada d¨ªa
Las revelaciones de acoso y abuso de actrices a principios de a?o no acabaron de prender en la sociedad. Se sabe del problema, se conoce, pero nada cambia
En febrero de este a?o, la actriz mexicana Karla Souza apareci¨® en el programa de entrevistas de Carmen Aristegui, una de las periodistas m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs. Souza relat¨® c¨®mo a?os atr¨¢s, durante un rodaje, un poderoso director y productor de cine la hab¨ªa violado en su cuarto de hotel. Souza fue la primera de un grupo de mujeres populares, importantes, en salir y denunciar situaciones as¨ª en M¨¦xico, todas con Aristegui, todas en la misma semana.
Adem¨¢s de la violaci¨®n, Souza relat¨® la insistencia del agresor, las represalias de ¨¦ste cuando ella no le hac¨ªa caso, etc¨¦tera, una pesadilla. Aunque no dijo el nombre del agresor, no tard¨® en trascender que se trataba de Gustavo Loza, muy cercano a Televisa, el todopoderoso conglomerado de medios. Al d¨ªa siguiente de la entrevista, Televisa anunci¨® que romp¨ªa "de manera inmediata" con ¨¦l.
Loza se defendi¨®. Concedi¨® entrevistas, neg¨® los hechos narrados por Souza. Parte del gremio y la opini¨®n p¨²blica crey¨® a la actriz y critic¨® sin peros a Loza. Algunos se volvieron contra ella: por no decir el nombre del agresor, por haber esperado tantos a?os en denunciarlo, etc¨¦tera. Aunque la gran mayor¨ªa se refugi¨® en una postura neutral, incr¨¦dula, c¨®moda: Bueno, habr¨¢ que esperar. Loza busc¨® entrevistas, acept¨® todas las llamadas que le hicieron, incluida la de la propia Aristegui, para explicarse. No, yo no viol¨¦ a Karla, dec¨ªa, ella y yo tuvimos una relaci¨®n. La actriz call¨®.
La neutralidad se impuso y el paso de las semanas hizo el resto. A modo de epitafio de esta historia, Televisa acab¨® por perdonar a Gustavo Loza, renovando una de las series que el productor y director realizaba para la cadena. No han habido m¨¢s denuncias del estilo en M¨¦xico.
La acad¨¦mica Estefan¨ªa Vela, experta en derechos sexuales y reproductivos, sigui¨® el caso de Souza y a los pocos d¨ªas public¨® un extenso trabajo sobre el acoso sexual en el entorno laboral en M¨¦xico. En su art¨ªculo, Vela celebra las denuncias de Souza y las dem¨¢s, porque, dice, "ilustran lo que sucede habitualmente", no solo en el trabajo, sino tambi¨¦n "en las universidades y las calles".
En M¨¦xico hay 120 millones de habitantes. Algo m¨¢s de la mitad son mujeres, y una tercera parte de esa mitad, 21 millones, son econ¨®micamente activas. De acuerdo a datos oficiales recogidos por Vela en su texto, en 2016, a 344.000 mujeres les propusieron tener relaciones sexuales a cambio de una mejora en su puesto de trabajo; 178.000 sufrieron represalias por negarse; a 78.000 trataron de violarlas y 24.000 sufrieron una violaci¨®n. Estos solo en el contexto laboral, a mujeres mayores de 15 a?os. Vela conclu¨ªa: "Es sensato afirmar que la gran mayor¨ªa de los casos de violencia sexual no se denuncian y, de los que s¨ª, como quiera no se logra una condena".
La edad, mayores de 15, resulta importante tambi¨¦n. Aunque no hay una estad¨ªstica clara al respecto, en M¨¦xico, un pa¨ªs en el que cada d¨ªa mueren asesinadas de med¨ªa m¨¢s de siete mujeres, el primer acoso se sufre muy temprano. Antes incluso de empezar a trabajar. Hace casi dos a?os, miles de mujeres compartieron en twitter sus historias, bajo la etiqueta #Miprimeracoso. Historias, claro, de abuso, de agresi¨®n. A partir de aquello, un profesor de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, UNAM,?elabor¨® un algoritmo para ver a qu¨¦ edad estaban denunciando las mujeres su primer acoso en la red social. Y descubri¨® que la mayor¨ªa estaban entre 6 y 10 a?os... ?Cu¨¢nto no se sabe? ?Cu¨¢nto no aparece en los n¨²meros?
Ante esta situaci¨®n, la protesta prende a llamaradas, de vez en cuando, por cuestiones puntuales. Por ejemplo, hace poco m¨¢s un a?o, cuando Lesvy Berl¨ªn apareci¨® ahorcada en el campus de la UNAM y la fiscal¨ªa destac¨® su estilo de vida disoluto, antes de decir que se hab¨ªa suicidado. Luego rectificaron y acusaron a su pareja de asesinarla. Miles de mujeres se manifestaron entonces. Miles se manifiestan cada 8 de marzo, por el d¨ªa de la mujer. Otras miles salieron hace unos d¨ªas en varias ciudades del pa¨ªs, pidiendo que se despenalice el aborto. Pero las peticiones de cambio mueren a las puertas del Congreso.
Meses despu¨¦s del caso Souza, Estefan¨ªa Vela indica: "El acoso rara vez tiene que ver solo con una persona que acosa. Tiene que ver con un sistema que facilita que ese acoso ocurra. Hasta que no empecemos a ver ese sistema, hasta que no empecemos a entender todos los factores que impactan el que las personas no denuncien, lo que est¨¢ en juego para ellas, ser¨¢ dif¨ªcil que lo modifiquemos".