17 a?os de c¨¢rcel para dos hermanos que dejaron morir a su madre enferma
El Supremo condena a los dos hijos de la mujer por no alimentarla ni procurarle atenci¨®n m¨¦dica
Ana Delia Arceo muri¨® en agosto de 2015 con 76 a?os y 25 kilos de peso. No pod¨ªa andar ni valerse por s¨ª misma, ten¨ªa desnutrici¨®n, anemia severa, ¨²lceras infectadas y bronconeumon¨ªa. Conviv¨ªa con su hijo, su nuera y su nieto, pero, a pesar de su estado, nadie la llev¨® en el ¨²ltimo a?o al centro de salud que hab¨ªa a pocos metros de su casa, en Santa Cruz de Tenerife. La mujer ten¨ªa otra hija que no viv¨ªa con ellos, pero que hab¨ªa acordado con su hermano repartirse los cuidados de la madre; sin embargo, tampoco se preocup¨® por atender, alimentar, lavar o procurarle atenci¨®n m¨¦dica. El Tribunal Supremo ha condenado ahora a los dos hijos a 17 a?os de c¨¢rcel por un delito de comisi¨®n por omisi¨®n por dejar morir a su madre en su casa ¡°de forma lenta y dolorosa¡±.
La sentencia del alto tribunal, notificada este lunes, confirma la pena puesta por la Audiencia Provincial de Tenerife. Los jueces dan por probado que los hijos, ¡°a pesar de ser conscientes de la situaci¨®n de su madre y teniendo capacidad para cuidarla y ocuparse de ella¡±, dejaron de atenderla hasta generar una situaci¨®n que desemboc¨®, ¡°como resultado previsible y evitable¡±, en su muerte el 26 de agosto de 2015. Los forenses sit¨²an el fallecimiento entre las 18.00 y las 20.00 horas de ese d¨ªa, pero los hijos no avisaron hasta las 10.00 del d¨ªa siguiente, seg¨²n el tribunal.?Los m¨¦dicos certificaron en el juicio que la causa principal del fallecimiento fue un cuadro de desnutrici¨®n cr¨®nica con anemia grave, bronconeumon¨ªa aguda purulenta y ¨²lceras infectadas que, algunos casos, llegaban al hueso y en las que los forenses encontraron gusanos. Como consecuencia de este estado, la mujer tuvo una infecci¨®n generalizada grave y muri¨® por una insuficiencia respiratoria aguda.
Los magistrados se basan en los art¨ªculos 142 y 143 del C¨®digo Civil, que establecen que los hijos deben atender a sus padres en su edad adulta cuando no tienen medios ni posibilidades de cuidarse por s¨ª solos. La "desatenci¨®n absoluta dej¨¢ndoles a su suerte", recuerdan los jueces, es un delito por omisi¨®n de la necesidad de suministrarle atenci¨®n en la medida en la que deben llevarles a centros m¨¦dicos cuando sea patente esta necesidad. En este caso, el deteriorado estado de la mujer evidencia que los hijos no hicieron lo que estaba en su mano para ayudar a su madre.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Vicente Magro, recoge una advertencia que va m¨¢s all¨¢ del caso concreto al que se refiere. La obligaci¨®n de los hijos de atender a sus padres no es solo una obligaci¨®n ¡°natural¡±, recuerda el tribunal, sino una ¡°obligaci¨®n civil¡±. Esta puede acabar en un delito cuando, como en este caso, la v¨ªctima fallece ¡°ante la absoluta desidia y desatenci¨®n de los hijos, que, a pesar de la evidencia de la necesidad de atenci¨®n, no solo personal, sino tambi¨¦n m¨¦dica, la dejan morir de forma cruel¡±. ¡°Puede llegar a afirmarse, pues, que los hijos tienen una obligaci¨®n superior a la moral de atender a sus padres cuando estos han alcanzado una edad que no pueden valerse por s¨ª mismos, y aparecen como garantes de esa atenci¨®n indispensable que los hijos deben prestar a sus padres en sinton¨ªa con la reciprocidad de la atenci¨®n que estos tuvieron con ellos, prestando los debidos cuidados y atenci¨®n cuando los necesitaban por no poder valerse, de igual modo, por s¨ª mismos¡±, recoge el escrito.
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