V¨ªctimas de violencia de g¨¦nero piden en Bruselas retirar la patria potestad a los maltratadores
"Ver al asesino es negativo para la recuperaci¨®n de los ni?os", dice la Fundaci¨®n Mujeres
![?lvaro S¨¢nchez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3e13935f-d96d-41d1-befc-a46f78c1f4b3.png?auth=cf2212c352e7f5f560416c14e82c36b64c91f161f3b46000b0eba8d21d65426d&width=100&height=100&smart=true)
![La directora de la Fundaci¨®n Mujeres, Marisa Soleto, durante su ponencia en lel Parlamento Europeo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QDNNMH6Z4Y2IUEWMKLQDCWMAOQ.jpg?auth=8bc856d5307d3441c686ee0342cbf253027c15af52897ad2f16a4e6fa13cf566&width=414)
Marta trabajaba en el hospital de Aranjuez. Una ma?ana de 2013 volvi¨® a casa cansada de una guardia y se acost¨®. Cuando se durmi¨®, su pareja, guardia civil, le peg¨® un tiro con su arma reglamentaria. El asesino trat¨® de hacer creer a los agentes que su esposa se hab¨ªa suicidado. La hija estaba en la casa cuando sucedieron los hechos. No hab¨ªa habido denuncias previas, pero Marta le hab¨ªa pedido la separaci¨®n y ¨¦l tem¨ªa perder a la ni?a. Mientras la polic¨ªa investigaba la muerte, el entonces sospechoso se apresur¨® a cambiar a la menor de colegio, se traslad¨® a vivir a casa de sus padres y empez¨® a cobrar la pensi¨®n de viudedad. Los familiares de Marta (nombre ficticio), lo recuerdan como una pesadilla. "La ni?a estuvo con su padre biol¨®gico tres meses en los que no supimos nada de ella. Solo sab¨ªamos que estaba bajo la protecci¨®n de la persona que hab¨ªa acabado con la vida de su madre. Fueron los tres meses m¨¢s duros de toda mi vida", afirma el hermano de la v¨ªctima, hoy padre adoptivo de la ni?a.
Espa?a es uno de los pa¨ªses con legislaciones m¨¢s avanzadas de la UE en materia de violencia de g¨¦nero, pero las asociaciones de v¨ªctimas todav¨ªa ven en casos como este las lagunas del sistema. Un grupo de familiares ha llevado el tema al Parlamento Europeo de Bruselas de la mano del Fondo de Becas Soledad Cazorla y la Fundaci¨®n Mujeres. "La violencia dentro de la pareja debe inhabilitar para ejercer la patria potestad", ha reclamado en la Euroc¨¢mara este mi¨¦rcoles Marisa Soleto, directora de esta ¨²ltima organizaci¨®n. "Un hombre condenado en firme debe perder el derecho a la patria potestad y a tomar decisiones efectivas sobre la vida de los ni?os", ha a?adido. El Gobierno ha tratado de despojar a los maltratadores de algunas de esas decisiones: en agosto impuls¨® un decreto por el cual el hijo de un agresor no necesita su permiso para recibir tratamiento psicol¨®gico.
El Parlamento Europeo apenas tiene competencia en la materia, pero los responsables de las entidades de v¨ªctimas y por la igualdad reclaman cambios legislativos a nivel nacional y europeo para que los familiares responsables de la acogida de los menores no est¨¦n solos. Una vez que los hermanos, padres u otros familiares de la asesinada se hacen cargo de los hijos de la v¨ªctima, entran en un laberinto burocr¨¢tico en el que a veces carecen de orientaci¨®n y que incluye ciertas disposiciones que no benefician al menor. Con su padre en la c¨¢rcel y su madre asesinada, Marta vive hoy con sus t¨ªos, que la adoptaron formalmente para darle mayor protecci¨®n legal, pero en su nuevo estatus no recibe pensi¨®n de orfandad. A sus ocho a?os, sabe la historia de lo que ocurri¨®, pero su comportamiento es normal. "Sabe qui¨¦nes son su mam¨¢ de barriguita y qui¨¦nes sus pap¨¢s que la cuidan todos los d¨ªas", dice el hermano de Marta, hoy padre adoptivo de la peque?a.
Durante las interminables semanas que transcurrieron desde que Marta fue asesinada hasta que la polic¨ªa tuvo las pruebas para detener al autor del crimen, condenado a 20 a?os de c¨¢rcel y privado de la patria potestad, sus hoy progenitores vivieron la incertidumbre de saber que la ni?a se encontraba al cuidado de un hombre capaz de matar. "Si cuando hay un asesinato no se retiran inmediatamente los derechos del padre a la custodia y toma de decisiones sobre el patrimonio de los menores, estamos provocando una situaci¨®n de desamparo", lamenta Soleto.
Un a?o despu¨¦s, tras recibir tratamiento psicol¨®gico para asumir su nueva funci¨®n de padres adoptivos en plenitud y superar el trauma del asesinato, lleg¨® un nuevo jarro de agua fr¨ªa. Un juez decidi¨® que la ni?a realizara una visita supervisada a su padre, que llevaba un a?o en prisi¨®n, y al que no ve¨ªa desde su detenci¨®n. Los abuelos acompa?aron a la menor en horario escolar a un encuentro de dos horas con su padre biol¨®gico. "Ver al asesino es negativo para la recuperaci¨®n del da?o", opina la directora de la Fundaci¨®n Mujeres.
Pero los problemas de los familiares de v¨ªctimas no se ci?en a la relaci¨®n entre los maltratadores y sus hijos. El pago de impuestos e hipotecas, la gesti¨®n de testamentos, seguros y deudas, el desconocimiento sobre c¨®mo acceder a las indemnizaciones por delitos violentos, la ausencia de seguimiento a los menores, la estigmatizaci¨®n en la escuela, la poca formaci¨®n de determinados funcionarios responsables de proporcionar informaci¨®n, y en definitiva, la carencia de una gu¨ªa que deje claros los derechos y obligaciones de aquellos que de un d¨ªa para otro se ven a cargo de ni?os golpeados por un episodio traum¨¢tico, hace que muchos de esos nuevos tutores legales expresen un sentimiento de vulnerabilidad y no se sientan protegidos por las instituciones pese a ser un colectivo relativamente peque?o: entre 2013 y finales de abril de 2018 se contabilizaron 194 menores hu¨¦rfanos a causa de la violencia de g¨¦nero.
Seg¨²n su t¨ªo y hoy padre de acogida, la hija de Marta est¨¢ hoy "perfectamente". En la casa en que viven no faltan los v¨ªdeos y fotograf¨ªas que recuerdan a la mujer. Antes de que le dispararan una noche de marzo, preparaba las oposiciones para convertirse en auxiliar de enfermer¨ªa.
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