¡°En una sociedad democr¨¢tica no cabe la prostituci¨®n¡±

Llega con retraso pidiendo disculpas porque se alarg¨® una reuni¨®n. Y se marcha mirando el reloj porque le espera otra. Pilar Llop (Madrid, 1973) no ha tenido ni tiempo de cambiar cosas de su despacho, en la calle Alcal¨¢ de Madrid, al que lleg¨® el pasado julio. Junto a la puerta cuelga una foto de su predecesor con el equipo. Al fondo, una imagen de Clara Campoamor.

La delegada del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero, hija de un taxista y una peluquera, es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en traducci¨®n jur¨ªdica de ingl¨¦s y espa?ol por la Universidad de Alicante. En su curr¨ªculo consta que domina tres idiomas adem¨¢s del castellano (ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n) y se defiende en italiano y b¨²lgaro. Trabaj¨® un a?o en Bulgaria como asesora de un proyecto para reforzar el sistema judicial de ese pa¨ªs. En espa?ol habla pausado y se acaricia la tripa. Est¨¢ embarazada de su primera hija.

Lleg¨® al nuevo puesto desde la Asamblea de Madrid, donde ha sido diputada tres a?os por el PSOE, un partido en el que no milita. Antes estuvo como letrada del Gabinete T¨¦cnico del Consejo General del Poder Judicial, donde ocup¨® entre otros puestos la jefatura de la Secci¨®n Observatorio Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero. Se nota su condici¨®n de jueza especializada en violencia de g¨¦nero, principalmente en las explicaciones t¨¦cnicas y en la cautela. La entrevista tiene lugar a media ma?ana del martes 18 de diciembre, cuando a¨²n no ha sido detenido Bernardo Montoya, asesino confeso de Laura Luelmo, ni ha trascendido que la autopsia se?ala a una agresi¨®n sexual. Llop hizo una primera valoraci¨®n del caso sin conocer por tanto esos hechos y declin¨® ampliarla despu¨¦s una vez que ya hab¨ªan trascendido.

Pregunta. ?Qu¨¦ falla si se cuestiona m¨¢s que una mujer corra sola que el hecho de que un hombre no debe agredirla?

Respuesta. La sociedad a¨²n est¨¢ muy estereotipada. Donde m¨¢s prejuicios hay es en los delitos contra la libertad sexual. Se piensa que una mujer que ha sufrido una violaci¨®n debe estar destrozada cuando declara o se cuestiona por qu¨¦ ha salido por una determinada zona. Las mujeres tenemos que ser libres en todos los espacios p¨²bicos. El machismo quiere que desaparezcamos de esos espacios.

P. ?Qu¨¦ medidas servir¨ªan para intentar evitar casos como el de Laura Luelmo?

La formaci¨®n de los jueces para tratar violencia machista ha sido insuficiente

R. Supervisi¨®n y vigilancia, la actuaci¨®n de fuerzas de seguridad y las entidades locales. El urbanismo tiene un claro impacto de g¨¦nero, hay que hacer zonas seguras para las mujeres, accesos bien iluminados, que no se tenga que entrar por un callej¨®n. Hay medidas que afectan de una manera transversal a todas las Administraciones P¨²blicas. Pero hay zonas en un campo donde no se puede tener un polic¨ªa cada 10 kil¨®metros, evidentemente.

P. 47 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas este a?o; 974 desde 2003. ?Qu¨¦ se debe hacer?

R. Erradicar la violencia contra las mujeres es el compromiso de todas las Administraciones, no solo la violencia en el ¨¢mbito de la pareja o expareja sino en su totalidad. Hay que mejorar la lucha contra aspectos que provocan esa violencia: la educaci¨®n, la respuesta institucional, las ayudas. Una democracia en la que la mitad de la poblaci¨®n vierte violencia sobre la otra mitad no es democracia.

P. Tres de cada cuatro asesinadas no denunciaron. ?Por qu¨¦ no conf¨ªan en el sistema?

R. Hay una bolsa oculta de maltrato. De la ¨²ltima macroencuesta [de violencia contra la mujer, publicada en 2015] se puede deducir que unas 600.000 mujeres que la han sufrido no denunciaron. Por eso es muy importante que, como aprob¨® el Gobierno en agosto, se puedan dar determinadas ayudas laborales o de la Seguridad Social sin que se haya presentado denuncia, as¨ª podr¨¢n tener una mejora en sus condiciones de vida. La independencia econ¨®mica es fundamental.

P. Como jueza, ?considera que la judicatura espa?ola est¨¢ bien preparada para atender los casos de violencia de g¨¦nero?

R. En Espa?a hay 106 juzgados especializados y 355 compatibles, que tambi¨¦n llevan otras materias, en localidades peque?as. Poco a poco, con la experiencia que ha habido en los juzgados, se lleg¨® a una reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial en 2009 para que fuera obligatoria la formaci¨®n de jueces y juezas. Con la experiencia de los a?os, se ha visto que esa formaci¨®n ha sido insuficiente, porque todav¨ªa vemos algunas resoluciones judiciales en las que la perspectiva de g¨¦nero no se aplica a pesar de que el Consejo General del Poder Judicial ha hecho formaci¨®n continua a los magistrados y magistradas on line¡­

P. Son cursos de 50 horas.

R. Es necesario que se intensifique la formaci¨®n. Hay una iniciativa legislativa en el Congreso para que los juzgados contra la violencia se constituyan como una jurisdicci¨®n dentro de la penal, pero especializada. Eso va por lo menos a garantizar que jueces y juezas se especialicen como lo hacen los de menores o mercantil.

P. ?La prostituci¨®n es violencia de g¨¦nero?

R. Cualquier forma de proxenetismo y explotaci¨®n sexual lo es. La mayor parte de las personas que est¨¢n siendo explotadas sexualmente son mujeres.

P. Le pregunto por la prostituci¨®n.

R. La mayor parte de las mujeres explotadas sexualmente y tambi¨¦n en un porcentaje muy elevado que est¨¢n siendo tratadas con fines de explotaci¨®n sexual son destinadas a la prostituci¨®n. Podemos entender que en ese ¨¢mbito s¨ª es violencia de g¨¦nero.

P. ?Para desincentivar la prostituci¨®n hay que penalizar al cliente?

R. Hay muchas maneras de desincentivarla, desde la propia educaci¨®n, que los menores entiendan que cuando se tienen relaciones afectivo sexuales implica el respeto hacia el otro ser humano. Tambi¨¦n con campa?as de concienciaci¨®n.

P. La penalizaci¨®n est¨¢ en el programa electoral del PSOE y es un eje de modelos abolicionistas. Bajo su punto de vista, ?hay que penalizarlo?

R. Tambi¨¦n hay medidas administrativas, en la Ley de Seguridad Ciudadana ya se recoge y, adem¨¢s, las multas son muy graves. Hay que entender que el Derecho Penal es el ¨²ltimo escal¨®n sancionador. Con la prostituci¨®n hay que hacer lo que dice el Pacto de Estado, con consenso de todas las fuerzas pol¨ªticas.

P. El Pacto de Estado no habla de sanciones. ?Considera que deber¨ªan estar las sanciones en la ley o no?

R. Yo creo que en una sociedad democr¨¢tica no cabe la prostituci¨®n.

P. Usted ha dicho: ¡°Yo no soy pol¨ªtica. Cuando termine esta etapa volver¨¦ a mi juzgado".

R. Lo echo much¨ªsimo de menos. Me gusta el contacto con las v¨ªctimas, con la realidad. Yo soy jueza de trinchera.