La cient¨ªfica que combate la pobreza con pintura

Uno espera que, cuando te recibe una de las cient¨ªficas m¨¢s prestigiosa del mundo, con m¨¢s de 20 premios nacionales e internacionales, ocho patentes, 150 colaboradores a su cargo y 40 proyectos contra enfermedades en campo abierto, acepte la sumisi¨®n de un saludo cort¨¦s que marque las distancias. No: Pilar Mateo Herrero (Valencia, 1959) te da directamente un abrazo, te regala una sonrisa y te mira a los ojos buscando romper tus prejuicios. No es protocolo ni postureo; Pilar es la ciencia que abraza, literalmente. Hasta tres veces nos lo recordar¨¢ durante la entrevista.

Ella es la excelencia en Qu¨ªmicas, esa parte de la ciencia abstracta que entierra los sue?os de cualquier ni?o con ganas de convertirse en conquistador del mundo. Todos quieren ser astronautas pero nadie piensa en la electrolisis; Pilar lo ha conseguido. Ha fabricado su p¨®cima milagrosa, un invento con una misi¨®n social capaz de ayudar e inspirar a millones de personas. Su gran patente es InesFly, una pintura que salva vidas al llevar incorporada una tecnolog¨ªa de microencapsulaci¨®n que permite una liberaci¨®n retardada del insecticida de hasta 18 meses. La pintura est¨¢ consiguiendo no solo acabar con las cucarachas de nuestro sistema de alcantarillado, sino erradicar el mal de chagas, la malaria o la leishmaniasis all¨ª donde los insectos no dan asco, sino que te matan. Pilar lo ha conseguido solo con qu¨ªmica... y tambi¨¦n con abrazos; porque ella no solo lleva la pintura y la brocha, la valenciana se implica, llora y vive con la gente de las comunidades vulnerables donde lleva sus patentes.

Conocimiento en acci¨®n

Hay un viaje muy personal y terrenal hasta llegar a esa pintura m¨¢gica. Pilar fue antes inventora que cient¨ªfica. Lo era cuando fabricaba vendas fr¨ªas con sus potingues para envolver a su madre y bajarle unos kilitos, hasta que casi la mata. Y lo segu¨ªa siendo cuando sisaba disolventes de la f¨¢brica de su padre para fabricar gasolina gratis, hasta que le revent¨® el coche: ¡°Yo he sido siempre un trasto. Mis padres han sufrido mucho conmigo¡±, nos dice, medio orgullosa, medio resignada.

En realidad, con esa tolerancia consentida, sus padres estaban macerando un talento colosal para poner la ciencia en acci¨®n. Esa libertad experimental tan pragm¨¢tica es la misma que 30 a?os despu¨¦s la llevar¨ªa a revolverse contra cientos de chinches y vinchucas que bajaban a merendar a su cuerpo en su primera noche durmiendo en el Chaco boliviano, una de las zonas m¨¢s pobres de Am¨¦rica del Sur y conquistada por el mal de chagas: ¡°A partir de ese momento, el miedo se convirti¨® en rabia y la rabia, en acci¨®n. Es muy duro. Fui para unos d¨ªas y me qued¨¦ un a?o¡±. O que la llevar¨ªa tambi¨¦n 50 a?os m¨¢s tarde a maquinar ideas que a otros les pueden parecer simples locuras: ¡°Ahora quiere hacer pastillas de calcio para el tercer mundo con las c¨¢scaras de huevo que tiramos a la basura. Est¨¢ todo el d¨ªa as¨ª¡±, nos cuenta con una mueca algo desesperada J¨¦ssica L¨®pez de Mateo, su hija y abogada de la empresa familiar.

Pilar es ciencia todo el rato, pero tambi¨¦n es ind¨ªgena, guaran¨ª, hija y madre. Cuando habla de sus viajes no habla solo de su pintura, habla ¨Ccon l¨¢grimas en los ojos¨C de la gente que est¨¢ esper¨¢ndola como ¨²ltima esperanza de vida. Habla de su frustraci¨®n e ingenuidad al pensar en una pintura para casas que descubre sin paredes, para gente cuya ¨²nica posesi¨®n es el hambre; o de observar c¨®mo la pobreza en Bolivia, M¨¦xico o Ghana es siempre muy femenina. Habla de que todos estos enfermos son silenciados y se indigna con una fuerza que asusta: ?c¨®mo es posible que una enfermedad erradicada hace 50 a?os en la mitad del planeta siga matando en la otra mitad? Intentar justificar la respuesta asusta a¨²n m¨¢s.

Los cient¨ªficos no dejan de aprender y Pilar es de las que no elige a sus maestros por lo que lleven en los bolsillos. Tras muchos a?os conviviendo con el pueblo ind¨ªgena se convirti¨® en una m¨¢s, aprendiendo e intercambiando ciencia por experiencia, por calor humano. De tanto rondar la muerte en aldeas, donde el 80% de los habitantes estaban contagiados de chagas, aprendi¨® a despedirla con abrazos. Como a Berta, una mujer que buscaba empoderarse como profesora y a la que sorprendi¨® un infarto causado por el chagas. Esa gran lecci¨®n guaran¨ª se la trajo a Valencia cuando le toc¨® decir adi¨®s a su gran mentor, al que cuid¨® de sus hijos mientras viajaba por el mundo, al due?o de aquella f¨¢brica de barnices donde todo empez¨®: su padre. ¡°A mis hijos les dije que ten¨ªamos que estar ayud¨¢ndole a morir. Yo le tocaba el coraz¨®n y le dec¨ªa: ¡®Qu¨¦ grande eres, pap¨¢, lo has hecho todo en la vida. Estamos contigo¡¯... y todo eso lo aprend¨ª del mundo ind¨ªgena¡±.

Hermanos de sangre

¡°Los insectos nos hacen hermanos de sangre, van a picar a un blanco a un negro, a un musulm¨¢n, a un cristiano; ojal¨¢ la gente entendiera que somos todos hermanos a trav¨¦s de la picadura de un mosquito¡±. El discurso de Pilar puede empezar con la microencapsulaci¨®n de biopol¨ªmeros de su pintura, o con el DDT, o con la quinina, pero acaba siempre hablando de personas, derribando prejuicios y desigualdades, dando sentido a todo su trabajo, a su vida, a la nuestra.

Quiz¨¢s porque su ni?ez sigue jugando en su vida. Su padre sigue presente; un retrato de casi dos metros preside su despacho. Nos cuenta una y otra vez que creci¨® rodeada de un cari?o que estimul¨® su talento, tambi¨¦n regalado: ¡°Tengo conocimiento pero no he elegido mi cerebro, es una cuesti¨®n de azar. Nac¨ª en un sitio que no eleg¨ª y tampoco me preguntaron si quer¨ªa tener este cerebro.¡± Una mente tan brillante en el conocimiento como en la forma emocional de administrarlo. No es de ning¨²n sitio y a la vez es de todos. Tiene conocimiento y lo usa sin alardes, sin complejos.

La mejor lecci¨®n de una eminencia como Pilar no es el reconocimiento de su obra, sino c¨®mo ha sido el camino hasta llegar a ella. Que no importe d¨®nde te toc¨® nacer, el cerebro que te regalaron los genes, el nivel de ciencia o la cantidad de conocimiento adquirido; que no importe si eres neurocirujana, profesora o panadera, sino la manera de compartir con los dem¨¢s esa mochila de sabidur¨ªa que te ha tocado cargar, de ponerla en pr¨¢ctica para construir un mundo mejor para tus hermanos de sangre.

Ese es el tercer y el m¨¢s importante regalo, su mejor abrazo.

Contenido adaptado del v¨ªdeo de Pilar

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La cient¨ªfica que combate la pobreza con pintura 2

Doscientos diecis¨¦is millones de personas padecen malaria en el mundo, una enfermedad que se erradic¨® en Espa?a en 1964, y 6,5 millones sufren el mal de chagas. Ambas enfermedades son transmitidas por insectos. Pilar Mateo es una de las mejores cient¨ªficas de Espa?a y ha desarrollado una pintura que libera insecticida lentamente ayudando a combatir estas enfermedades y reducir los contagios. Tambi¨¦n es la fundadora del Movimiento de Mujeres Ind¨ªgenas.

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Yo soy inventora desde peque?a. Mi padre mont¨® una f¨¢brica peque?a de barnices. Tal vez estudi¨¦ la carrera de Qu¨ªmicas por esa influencia y con la ilusi¨®n de poder estar trabajando en cosas que pudieran ayudar a mi padre y que no hiciera ¨¦l, pero siempre vigilando el tema del medio ambiente.

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Me especialic¨¦ en corrosi¨®n met¨¢lica y electroqu¨ªmica. Yo desarroll¨¦ una tecnolog¨ªa de microencapsulaci¨®n polim¨¦rica que, aparentemente, era una pintura para combatir insectos, que lo que hace es liberar lentamente el producto. Lo m¨¢s importante es que los mosquitos que tengamos no transmitan enfermedades, no eliminar los mosquitos de la faz de la tierra, y as¨ª se hace una reducci¨®n de poblaciones de los insectos y, por lo tanto, poder llegar a controlar una enfermedad.

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Yo no conoc¨ªa ni lo que era la malaria, ni el dengue ni el chagas, pero vino a buscarme de Bolivia el doctor Cleto C¨¢ceres. Cuando Cleto me dijo: ¡°Doctora, mi pueblo se muere, el 85% de la poblaci¨®n est¨¢ enferma de chagas¡±, me impresion¨® mucho.

Fui a Bolivia con una tecnolog¨ªa que parec¨ªa importante para ser utilizada para el control del chinche que transmite el mal de chagas, en unas microc¨¢psulas que son capaces de liberarse poco a poco a trav¨¦s de un cuerpo como es la pintura, y me encontr¨¦ con una realidad: que las viviendas no ten¨ªan paredes. Empec¨¦ a organizar para hacer casas; al final, evidentemente, si no ten¨ªan paredes, tendr¨ªa que hacerlas. Y ah¨ª mi vida cambi¨®.

02:17

Hab¨ªa una falta de alegr¨ªa por vivir, donde mujeres que tienen todo el tiempo por estar en la selva lo ten¨ªan todo descuidado porque no ten¨ªan ni conocimiento ni ganas y porque sus hijos se mor¨ªan. Y no tuve tiempo de empezar a ponerme a pensar ¡°Tengo que cambiar, ni tengo que hacerme ind¨ªgena¡±¡­ es que me hice.

02:37

Me di cuenta de que ten¨ªa una conexi¨®n muy fuerte con las mujeres, porque la pobreza es muy femenina, y cuando hay una situaci¨®n de pobreza extrema, la mujer todav¨ªa es m¨¢s pobre porque sufre muchas otras situaciones que todos ya conocemos.

02:54

No han tenido la oportunidad de saber, de aprender, chicas con 16 a?os que son madres a lo mejor de dos o tres hijos, ni?as que han sido violadas por sus padrastros, por sus padres, y no tienen ning¨²n tipo de oficio, con unas casas horrorosas, que son maltrechas, y as¨ª creamos el Movimiento de Mujeres Ind¨ªgenas, el MoMIM. Creemos que podemos salir adelante si somos capaces, que el movimiento de mujeres es eso: moverse. Hay que empezar a hablar del conocimiento, de ense?ar, de formar y a salir hacia delante.

03:26

La ciencia tiene que escuchar, tiene que saber los problemas, tiene que solventarlos y tiene que abrazar. Es lo que tenemos que hacer los cient¨ªficos. Y para eso es importante el conocimiento y la acci¨®n.

03:43

Hemos hecho proyectos muy importantes en Banglad¨¦s y en Nepal de leishmaniasis, estamos con el dengue en M¨¦xico y en otros pa¨ªses, estamos con malaria¡­ Lo m¨¢s importante es que esta tecnolog¨ªa va a estar disponible para aquellos sitios donde hay una enfermedad transmitida por un insecto. Y esa es mi gran ilusi¨®n.

04:01

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Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.