La ciudad mermada que so?¨® con llegar a 300.000 habitantes

Para que la leche espume sobre el caf¨¦ hay que enfriarla primero y, tras calentarla en el vaporizador, verterla suavemente inclinando poco a poco la jarra de acero. Lo hace tras el mostrador Juan Grisales, colombiano de 24 a?os, al que contrataron hace seis meses para atender una cafeter¨ªa italiana en el centro de Talavera de la Reina. Aqu¨ª sirve solo 50 tazas al d¨ªa, 60 como mucho. "Tendr¨ªan que ser m¨ªnimo 200", se lamenta su jefe, Agostino Russo, que vino hace a?os a Espa?a desde el sur de Italia. Si el negocio sigue as¨ª de mal, lo cerrar¨¢ en un mes.

Los azulejos rojos de las paredes lucen impolutos en comparaci¨®n con los r¨®tulos fantasmales de las antiguas tiendas, cerradas hace mucho, de la misma calle. Tiendas y cafeter¨ªa tienen algo en com¨²n: en ninguna se ven clientes.?Las sucesivas crisis diezmaron la ganader¨ªa, la cer¨¢mica, la fabricaci¨®n de muebles o los talleres de confecci¨®n en la ciudad toledana. Tambi¨¦n salt¨® por los aires la actividad de la construcci¨®n, como en el resto de Espa?a, a partir de 2008. De la mano fue buena parte de la vida comercial y, con ella, tambi¨¦n mucha gente. Desde su pico de poblaci¨®n en 2010, cuando roz¨® los 90.000 habitantes, Talavera ha perdido 6.000.

El Tajo que orilla la ciudad viene crecido con las aguas del invierno. Salpicaban su cauce antiguos bancales de arena que ahora est¨¢n compactados por una vegetaci¨®n m¨¢s propia de un humedal que de un r¨ªo, de lo que Miguel M¨¦ndez-Cabeza, m¨¦dico rural y divulgador de la historia de Talavera, culpa a los trasvases del Tajo y el cercano Alberche. Los regad¨ªos del canal de ese afluente del Tajo imantaron Talavera despu¨¦s de la Guerra Civil: "La comarca atrajo poblaci¨®n rural desde los pueblos de la zona y a los veratos de Extremadura", explica junto al pretil del r¨ªo. El municipio no llegaba a los 20.000 habitantes tras la contienda, pero tras cuadriplicar la poblaci¨®n lleg¨® a ser el segundo mayor de Castilla-La Mancha, solo por detr¨¢s de Albacete. Hoy aparece rezagado en el cuarto puesto, tras adelant¨¢rsele Guadalajara y Toledo.

"Las provincias nos dieron la estocada y las comunidades aut¨®nomas, la puntilla", sentencia el escritor Miguel M¨¦ndez-Cabeza

En su cafeter¨ªa, Juan y Agostino no saben que su presencia en la ciudad ha dado un respiro a la sangr¨ªa de poblaci¨®n el ¨²ltimo a?o. Inmigrantes como ellos son la gran mayor¨ªa de los 856 talaveranos sumados al padr¨®n, a¨²n provisional, de 2018, con 84.411 inscritos.?"Los primeros que se marcharon fueron los trabajadores extranjeros, pero los primeros que regresan tambi¨¦n son ellos", explica Leticia Bl¨¢zquez, directora de un informe t¨¦cnico que tom¨® hace tres a?os el pulso a la maltrecha situaci¨®n de Talavera. "La inmigrante es una poblaci¨®n muy sujeta al ciclo econ¨®mico, porque no suele tener arraigo", apunta esta economista de la Universidad de Castilla-La Mancha. La ciudad ha remontado tras el golpe de la crisis, pero sigue sufriendo un paro extremo, del 29,9%, que duplica el de su regi¨®n.

A pocos pasos de la cafeter¨ªa italiana est¨¢ la vieja sede del Banco de Espa?a, que cerr¨® definitivamente en 1984. "?Tambi¨¦n se llevaron de Talavera la subinspecci¨®n de Hacienda, la Caja de Reclutamiento, la Escuela de Enfermer¨ªa...!", se queja agraviado Javier Moreno Piri, portavoz de la Mesa por la Recuperaci¨®n de la ciudad y su comarca, una plataforma de protesta por la situaci¨®n de una zona que encuentran decadente. Sobre una de las paredes del antiguo banco luce una cer¨¢mica del pope local de esa artesan¨ªa, Juan Ruiz de Luna. Muestra una provincia que jam¨¢s existi¨®: la comarca natural de la ciudad, su extensa ¨¢rea de influencia.

"Las provincias nos dieron la estocada y las comunidades aut¨®nomas, la puntilla", sentencia el m¨¦dico M¨¦ndez-Cabeza. El pique con Toledo, de parecida poblaci¨®n pero con la mitad de paro, es com¨²n pero no un¨¢nime entre todos los consultados. Mucho m¨¢s antigua que las lindes de la comunidad aut¨®noma, de 1982, y de la provincia de Toledo, de 1833, esta sigue siendo la Lusitania de los romanos. Aqu¨ª, M¨¦ndez-Cabeza atiende a pacientes del valle del Ti¨¦tar, en ?vila, y extreme?os y talaveranos comparten la a?osa l¨ªnea f¨¦rrea Badajoz-Madrid.

"?Si al menos fu¨¦ramos una ciudad dormitorio de verdad!", exclama sarc¨¢stico Javier Moreno. "Eso fue lo que nos vendieron, y nos lo cre¨ªmos". ?l y Miguel M¨¦ndez-Cabeza recuerdan un bolet¨ªn industrial de 1973 que sosten¨ªa que Talavera llegar¨ªa a los 300.000 habitantes en el a?o 2000. Eso s¨ª, aquella visi¨®n futurista que qued¨® en agua de borrajas requer¨ªa un tren r¨¢pido para enlazar la ciudad con Madrid por M¨®stoles.

Un buen tren es una infraestructura fundamental para revitalizar la ciudad, seg¨²n todos los entrevistados. El viaje a Madrid en el que ahora circula cuesta 12,30 euros como m¨ªnimo y, sin contar retrasos y aver¨ªas, no suele bajar de la hora y media para un trayecto que por carretera se salda en una hora; adem¨¢s, v¨ªa coche compartido, cuesta solo cinco euros. Por eso, entre las decenas de miles de extreme?os que protestaron en Madrid por la penosa situaci¨®n del ferrocarril de su comunidad, ha habido no pocos talaveranos.

El pr¨®ximo s¨¢bado, d¨ªa 17, saldr¨¢n de nuevo a protestar, esta vez en Toledo y con el lema "Talavera exige". Pedir¨¢n mejorar infraestructuras, m¨¢s dinero para servicios p¨²blicos y el cese inmediato de los trasvases del Tajo y el Alberche. Y, en primer lugar, "un tren digno", con v¨ªa doble y electrificada.

"No se ha invertido en el tren en los ¨²ltimos 25 a?os. En algunos tramos se circula a 30 kil¨®metros por hora y no existen desdoblamiento ni electrificaci¨®n", apunta ?scar Mu?oz, de la plataforma SOS Talavera, que comparte la indignaci¨®n con miles de vecinos de la cercana Extremadura. El ferrocarril y la queja por falta de inversiones han llevado a manifestarse a miles de talaveranos. Las plataformas de protesta presumen de haber sacado a la calle a la mitad de la poblaci¨®n, 40.000 personas, en noviembre de 2017. Ped¨ªan un tren r¨¢pido que permita el tr¨¢nsito de personas y de mercanc¨ªas, pero no, o no de manera primordial, un AVE que los llevar¨ªa primero a Toledo y de ah¨ª a Madrid, entienden que sin ganar apenas tiempo.

Felipe II so?¨® con hacer el Tajo navegable desde Lisboa a Toledo. En su ¨¦poca no se conceb¨ªan los puertos secos, como en el que ha puesto las esperanzas la ciudad desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Se han sucedido estudios para instalar esa plataforma log¨ªstica que servir¨ªa de aduana, tierra adentro, del puerto portugu¨¦s de Sines. El Ayuntamiento ha adjudicado a una empresa un nuevo an¨¢lisis, pero de momento la idea solo queda en esos papeles. Adem¨¢s, se enfrenta al impedimento de que la mayor parte del suelo industrial del municipio no es el consistorio, sino que pertenece a SEPES, la empresa p¨²blica de suelo adscrita al Ministerio de Fomento. Desde Talavera se mira de reojo a Illescas, a 80 kil¨®metros, que se ha hecho con el mayor centro log¨ªstico de Amazon en Espa?a.

Con el puerto seco vendr¨ªan trabajadores cualificados. Y con sueldos altos. "La diferencia de la renta disponible por hogares en Talavera con relaci¨®n al resto de ciudades castellanomanchegas es demoledora. Con esa renta es imposible que se impulse el comercio", asegura tajante la profesora Leticia Bl¨¢zquez. Al ser la capital provincial y auton¨®mica, Toledo aventaja a Talavera en trabajadores del sector p¨²blico, con mayor estabilidad financiera y mejores salarios que la media del de los talaveranos. "Toledo es, junto a Guadalajara, la ¨²nica de las siete mayores ciudades que crece, y eso es porque forman parte de lo que llamamos el ¨¢rea plurifuncional de Madrid", ilustra ?ngel Ra¨²l Ruiz Pulp¨®n, director del Departamento de Geograf¨ªa y Ordenaci¨®n del Territorio de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Juan, el camarero, se vino a Talavera porque aqu¨ª se paga solo 120 euros por una habitaci¨®n en piso compartido, un tercio de su sueldo de tiempo parcial. Su jefe, Agostino, quiere que a la ciudad se muden clientes que no se quejen porque en el precio de 1,20 euros por un caf¨¦ bien rico no vaya incluida la tostada: "Tengo dos problemas yo: el paladar de la gente que no aprecia un buen caf¨¦ italiano y el paro que hay".