Las pastoras ya no son las mujeres de los pastores

Desde hace 600 a?os, los Hombres Buenos de la Mesta atraviesan la capital del reino con sus reba?os previo pago de un impuesto por el uso de la Ca?ada Real. El nombre de aquella asociaci¨®n trashumante fue un invento de la ¨¦poca para vestir la rudeza de los trabajadores del campo y as¨ª generar confianza en los pagos a los procuradores de la Villa. Pero esos hombres buenos tambi¨¦n contaban otras cosas que perduran hasta hoy: eran hombres, solo hombres.

Seis siglos despu¨¦s han pasado a denominarse Pastores y Pastoras de la Mesta, por lo que ellas ya no son solo las mujeres del ovejero, del porquero o del cabrerizo que construyen sus t¨ªtulos con trabajo en la sombra. Ahora, las pastoras y ganaderas son mujeres emprendedoras de tierra, independientes, muchas licenciadas y con gran formaci¨®n, todas conectadas y trabajando con pasi¨®n en un sector en v¨ªas de extinci¨®n: la ganader¨ªa extensiva y sostenible, la venta directa y el comercio de proximidad.

El olor del pastoreo

¡°Salir al campo con las cabras me carga las pilas. El sol, las nubes, las texturas, cada d¨ªa el paisaje es diferente¡±, cuenta orgullosa Sara Guti¨¦rrez, de 41 a?os y due?a de un proyecto llamado 30 cabres en ?ller, en la Cerdanya. ¡°Es muy especial para m¨ª el olor de los animales... es como un olor dulce que hacen cuando van paseando por seg¨²n qu¨¦ zonas. Hay que vivirlo¡±.

Sara, como todas ellas, tiene un pasado urbano del que renegar y que sirvi¨® de espoleta para generar un cambio de actitud y de vida. Trabaj¨® de fot¨®grafa profesional durante a?os cubriendo carreras de motocross por todo el mundo, de avi¨®n en avi¨®n y con la ¨²ltima tecnolog¨ªa siempre a mano. Una enfermedad grave le puso al borde del precipicio: ¡°?Qu¨¦ estoy haciendo?, ?qu¨¦ estoy aportando al mundo? Lo dej¨® todo¡±, pens¨®. Ahora vive y trabaja solo en el campo junto a Miquel, su pareja, hace quesos y cuenta de primera mano a sus clientes en qu¨¦ prado comieron las cabras de la pieza que se llevan. Eso es la verdadera trazabilidad, no los c¨®digos de barras. Intenta hacer eso con un queso de una gran superficie.

Yas, la anfitriona, tiene otra historia y pone en el centro a su hijo para explicarlo todo. ¡°Hacerlo crecer con algo que yo misma produzco me da unos subidones¡­ ?Es la ca?a!¡±. De origen argentino y 33 a?os, el pasado de estr¨¦s y ansiedad de la metr¨®poli tambi¨¦n la atormenta. ¡°Si pretend¨ªamos explicar a nuestro hijo qu¨¦ es ser feliz, qu¨¦ es luchar por un estado de bienestar propio, no pod¨ªamos seguir en ese ritmo de trabajar por trabajar. As¨ª que decidimos hacernos pastores como medio para justificar el modo de vida que quer¨ªamos¡±. Y tan felices los tres.

Llora otra ni?a y hay que parar de grabar. Y llora porque es su hora y aqu¨ª manda ella. Carme Plana, de 35 a?os, ha venido con su beb¨¦ de tres meses desde Vallgorguina donde ha dejado a su otra gran familia: 200 ovejas, 50 cabras, caballos y hasta unos ponis. Carme ejerci¨® durante 10 a?os de abogada en Barcelona pero volvi¨® con morri?a a rescatar el negocio de sus padres. ¡°Lo que me ha ense?ado mi padre no se aprende en ninguna universidad. Para m¨ª ha sido una liberaci¨®n. Algo que disfruto y me ha permitido conciliar. No tengo que sufrir dejando a los ni?os a las seis de la ma?ana y no poder verlos hasta las ocho de la tarde¡±.

Sacrificios y prejuicios

No todo es la l¨ªrica del monte, de la vuelta al ritmo rural y a la belleza de lo natural. La soledad de la pastora y la dureza del medio empoderan a¨²n m¨¢s a estas mujeres que el manejar tractores o motosierras. ¡°Yo llevo fatal la gesti¨®n de la muerte. Llevar a los cabritos al matadero. Sabemos que les hemos dado la mejor vida, que han vivido con sus madres, pero es muy dif¨ªcil¡°, confiesa emocionada Sara. ¡°Yo no soporto el viento¡±, cuenta Cristina Llanos, pastora de 28 a?os que trabaja en una granja de Valls con 400 ovejas de carne. ¡°Mi perra no me oye y se equivoca con los animales¡±. Lo del viento se entiende mejor cuando Cris te recuerda que puede pasar a la intemperie 50 horas a la semana, unas siete horas al d¨ªa.

Pero los peores vientos son los prejuicios que soplan desde el pasado y todav¨ªa sufren hoy. Que constantemente las cuestionen, que las pregunten por el jefe, que las ignoren en las ferias de ganado negociando precios, que el entorno pay¨¦s las mire con recelo o que el vulgo las invisibilice, que se las imagine ignorantes, que no saben leer. ¡°?Pero ten¨¦is m¨®vil? ?Ten¨¦is Internet? Muy pastoras pero ten¨¦is un iPhone, ?eh?¡±, nos recuerda con sorna Yas. Ella estudi¨® literatura; Cris empez¨® historia; Sara es fot¨®grafa profesional, y Carme es abogada. Pues eso.

El consumo es m¨¢s poderoso que un voto

En Ramaderes no se habla de pol¨ªtica, de religiones o se piden subvenciones. Su intenci¨®n tampoco es cambiar el modelo productivo: se trata de ofrecer visibilidad a una alternativa m¨¢s sostenible, a una oportunidad de transformar nuestra mentalidad de consumo poco a poco. Una apuesta por la soberan¨ªa alimentaria, la suya como mujeres y el bienestar animal. Porque todo tiene gran incidencia en el entorno social, el natural y en la recuperaci¨®n de la econom¨ªa rural. Muchos desconocen que sin el pastoreo extensivo los bosques ser¨ªan intransitables y se comer¨ªan otros ecosistemas, las sendas de los excursionistas desaparecer¨ªan y los incendios ser¨ªan mucho m¨¢s graves. ¡±Al final el consumo es un acto, es una manera de decidir con m¨¢s incidencia que un voto en unas elecciones. Si el sistema lo torcemos para otro lado, que lo haga para el lado del bien¡±, nos resume Yas.

La noche irrumpe en la conversaci¨®n y sorprende a las c¨¢maras y a nuestros relojes. Ellas siguen hablando, compartiendo, haci¨¦ndonos ver que sus ritmos son otros, que su tiempo pasa m¨¢s despacio, que su hambre o ambici¨®n no son las nuestras. Nos vamos con la lecci¨®n aprendida y con el consuelo de haber conocido cuatro grandes historias de trabajo e independencia y tambi¨¦n de haber probado ese maravilloso queso. Mi voto va para las Ramaderes.

Contenido adaptado del v¨ªdeo de Yas, Cris, Carme y Sara

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Las pastoras ya no son las mujeres de los pastores

El pastoreo es un oficio que estaba a punto de desaparecer. Yas, Cris, Sara y Carme dejaron la ciudad para vivir de cuidar a sus cabras, ovejas y vacas. Ellas han creado la red Ramaderes de Catalunya, una comunidad de 60 mujeres j¨®venes que apuestan por la ganader¨ªa extensiva, sostenible y el comercio de proximidad.

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(Sara) Una de las bases fundamentales del ideario de Ramaderes es el respeto por el bienestar animal y por el entorno. A mi realmente salir al campo con las cabras me carga las pilas, es salir, es el sol, son las nubes, cada d¨ªa el paisaje es diferente, cada d¨ªa el cielo es diferente.

00:53

(Yas) Y dentro de esta l¨ªnea del respeto por el entorno y por los animales, creo que entra tambi¨¦n la l¨ªnea del respeto a nuestro propio g¨¦nero, el respeto y el empoderamiento de la mujer.

01:10

(Carme) Yo vengo de una familia tradicionalmente payesa, estudi¨¦ Derecho, estuve trabajando 10 a?os de abogada.

01:15

(Sara) Estuve trabajando en una revista, despu¨¦s nos pusimos por nuestra cuenta, viajando por todo el mundo.

01:19

(Cristina) Hice dos a?os de historia y vi que no ten¨ªa nada de sentido.

01:24

(Yas) No pod¨ªamos seguir en ese ritmo de trabajar por trabajar, ?no?

01:29

(Carme) Bueno, para m¨ª ha sido una liberaci¨®n.

01:32

(Yas) Esto no es un hobby, no somos hippies come flores ac¨¢ viendo a ver qu¨¦, todo tiene que ser funcional.

01:38

(Sara) Ninguna de nosotras, por m¨¢s que nos guste nuestro trabajo, trabajamos por amor al arte, y lo que s¨ª que queremos es que el producto se valore porque hay much¨ªsimo trabajo detr¨¢s. Cuando estamos haciendo la venta directa, a la gente le dices: ¡°Mira, es que de este queso te puedo decir de qu¨¦ prado han comido las cabras para que t¨² te est¨¦s comiendo este queso¡±. Ahora la gente alucina, pero es que es as¨ª, para m¨ª la trazabilidad es eso.

02:01

(Cristina) Te cuestionan, ?no?, y tienes que demostrar que t¨² eres buena en esto.

02:06

(Carme) Tienes que demostrar m¨¢s de lo que habitualmente es, porque parece que no seas buena porque eres una mujer. S¨ª.

02:14

(Sara) Pero precisamente yo creo que la gente que viene de fuera y que llega al campo, porque se ha ido y ha vuelto o porque viene de nuevo, es la que puede abrir un poquito la mentalidad y romper un poco todos los t¨®picos.

02:25

(Carme) Por eso, yo ve¨ªa que mis padres se ten¨ªan que jubilar y que eso quedaba muerto. Yo me he criado all¨ª, yo amo eso, lo llevo en la sangre.

02:40

(Cristina) Ramaderes de Catalunya empez¨® para estar relacionadas entre nosotras.

02:45

(Yas) S¨ª, en realidad en el grupo se plantean a diario cuestiones del d¨ªa a d¨ªa laboral.

02:53

(Sara) Como un apoyo mutuo, el saber que est¨¢n todas ah¨ª y que si no es una es otra la que te va a echar una mano.

03:00

(Cristina) Yo creo que a nivel personal te crece, un grupo as¨ª con tanta fuerza, la energ¨ªa que se mueve como grupo.

03:08

(Yas) O sea, nos une nuestro trabajo y la realidad es que nos une nuestro g¨¦nero.

03:13

(Sara) S¨¦ que suena como muy cursi, es verdad, pero aportar algo que digas, ¡°bueno, si yo ma?ana no estoy, que haya hecho algo por esto que tanto nos gusta¡±.

03:25

(Carme) He contribuido.

03:26

(Yas) Quiero creer que, de momento, vamos logr¨¢ndolo.

03:30

(Sara) Ves lo que tienes, lo que has conseguido, lo que est¨¢s haciendo y dices: ¡°Buah, es que no tiene precio¡±.

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