Metodolog¨ªa | Una base de datos contra el silencio eclesi¨¢stico

Se desconoce el n¨²mero de personas que ha sufrido abusos por parte de sacerdotes de la Iglesia Cat¨®lica espa?ola. Contrariamente al trabajo realizado en otros pa¨ªses, como Alemania, las instituciones religiosas no han hecho p¨²blico ning¨²n estudio que permita cuantificar el problema.

EL PA?S publica este jueves una cifra que puede considerarse como la mejor aproximaci¨®n posible a encontrar el n¨²mero de casos conocidos de abusos perpetrados por curas espa?oles desde mediados de los a?os 80. No puede tomarse con un n¨²mero exacto y cerrado, pero s¨ª como el m¨¢s fiable que se haya publicado. En total, este diario ha contabilizado 82 casos conocidos y destapados entre 1986 y 2019. M¨¢s de la mitad de ellos se han dado a conocer en los ¨²ltimos tres a?os.

?Qu¨¦ es un ¡®caso¡¯?

Este diario ha decidido contar el n¨²mero de casos, pero no de v¨ªctimas. Con ¡®caso¡¯ se consideran los abusos que ha realizado un cura en un determinado lugar y en un mismo per¨ªodo de tiempo. As¨ª, las m¨¢s de diez v¨ªctimas del fraile de Montserrat, Andreu Soler, cuyas denuncias van desde 1978 hasta 1998, cuentan como un solo caso. Por otro lado, cuentan como dos casos distintos los dos curas de los Salesianos de Deusto a los que se atribuyen abusos en dos momentos diferentes o los estupros llevados a cabo, en lugares y tiempos distintos, por Jos¨¦ Manuel Ramos, de la di¨®cesis de Astorga.

EL PA?S ha recopilado tres tipos de casos. Aquellos en los que ha habido un proceso civil en Espa?a y en Am¨¦rica Latina y donde los acusados eran religiosos espa?oles (43); los casos conocidos de procesos eclesi¨¢sticos (seis); los casos destapados por medios de comunicaci¨®n (27) y otro grupo de casos, que incluye denuncias p¨²blicas de las propias v¨ªctimas o investigaciones abiertas por una determinada di¨®cesis (seis). Cada caso es ¨²nico y se han evitado duplicidades.

La recopilaci¨®n de casos se ha hecho a partir del buscador de sentencias del Poder Judicial, del fondo documental de este peri¨®dico y de las publicaciones realizadas en prensa generalista en los ¨²ltimos a?os.

?Se conoce el n¨²mero exacto de v¨ªctimas?

Este diario ha preferido contar casos, y no v¨ªctimas, por varias razones. En primer lugar, por respeto a aquellos afectados que, una vez condenado el religioso que abus¨® de ellos, han mantenido su silencio. Nunca se contar¨¢ su historia aunque se haya hecho justicia. En segundo lugar, porque esa cifra ser¨ªa demasiado vol¨¢til y m¨¢s dif¨ªcil de rastrear y de comprobar. En tercer lugar, porque ser¨ªa complejo verificar que no se est¨¦ contando dos veces a la v¨ªctima de un caso que haya sido judicializado y tambi¨¦n haya aparecido en los medios.

A¨²n as¨ª, s¨ª se ha realizado una aproximaci¨®n del n¨²mero de abusados que han roto su silencio a partir de los casos destapados por EL PA?S. Adem¨¢s, se ha hecho p¨²blico que este diario ha recibido correos de 184 personas que han denunciado haber sido abusados por religiosos espa?oles.

Cabe subrayar que se trata solo de la punta de un iceberg. Una recopilaci¨®n parecida, elaborada en 1995 por el profesor Pepe Rodr¨ªguez de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y relativa a los 50 a?os anteriores, sub¨ªa entonces hasta 350 los casos de v¨ªctimas de abusos en la Iglesia espa?ola

?Qu¨¦ dicen las instituciones?

En los ¨²ltimos meses, varias voces internas de la Iglesia han admitido la necesidad de romper el silencio e investigar los abusos. Se ha creado el primer ¨®rgano para atender a las v¨ªctimas en Espa?a mientras en el Vaticano, por su parte, se ha reunido esta semana por primera vez en un c¨®nclave monogr¨¢fico para tratar el tema.

Las denuncias que se tramitan y llegan a Roma cada vez son m¨¢s. La Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (CDF) ha recibido, en 2018, el doble de ellas que el a?o anterior. Las denuncias, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, estar¨ªan alrededor de las 900. La mayor¨ªa de ellas son de casos relacionados con varones de m¨¢s de 14 a?os y proceden del mundo latino (son en lengua espa?ola, aunque no espa?olas).

?Por qu¨¦ no cont¨¢is casos conocidos como el de los Romanones o los Miguelianos?

El caso Romanones es quiz¨¢s el proceso medi¨¢tico sobre abusos sexuales por parte de religiosos m¨¢s conocido en Espa?a. En noviembre de 2014, un joven granadino escribi¨® al papa Francisco denunciando haber sido v¨ªctima de presuntos abusos sexuales cuando era menor de edad. Acus¨® al sacerdote Rom¨¢n Mart¨ªnez y otros religiosos. El papa Francisco llam¨® por tel¨¦fono al joven y le pidi¨® perd¨®n. A partir de ah¨ª, la polic¨ªa detuvo a Mart¨ªnez, un profesor de religi¨®n y dos sacerdotes. La investigaci¨®n alcanz¨® a diez sacerdotes y dos laicos. Un tribunal consider¨® prescritos los delitos para todos los investigados excepto para Mart¨ªnez. Se celebr¨® un juicio en el que se enfrentaba a nueve a?os de c¨¢rcel de petici¨®n fiscal. El ¨²ltimo d¨ªa del proceso, el ministerio p¨²blico retir¨® la acusaci¨®n y el sacerdote fue declarado inocente por considerar que el relato de la presunta v¨ªctima era ¡°inveros¨ªmil¡±.

El caso de los Miguelianos, por su parte, se refiere a la denuncia que en 2012 interpusieron las familias de varias seguidoras de la Orden y Mandato San Miguel Arc¨¢ngel, (una asociaci¨®n p¨²blica autorizada por el Obispado de Tui-Vigo), puso al descubierto los supuestos abusos f¨ªsicos y ps¨ªquicos que las j¨®venes sufr¨ªan por parte de Miguel Rosendo, un famoso curandero que acab¨® convirti¨¦ndose en el l¨ªder espiritual de la congregaci¨®n. La Audiencia de Pontevedra conden¨® a Miguel Rosendo a nueve a?os de prisi¨®n por abuso sexual continuado.?El fiscal consider¨® que la Iglesia era responsable civil subsidiario en el caso, concretamente el Obispado de Tui-Vigo, que ampar¨® la constituci¨®n y funcionamiento de la Orden. ¡°Tuvo una actitud pasiva" al no reaccionar en 2006 a la denuncia que la madre de un miembro de la Orden puso en conocimiento del obispo de Tui-Vigo sobre los comportamientos err¨¢ticos del grupo. Sin embargo, el hecho de que Rosendo no ocupe ning¨²n cargo dentro de la Iglesia y su at¨ªpica relaci¨®n con ella deja al conocido caso fuera de nuestra muestra.

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