Empoderarse empieza en la aceptaci¨®n del miedo
Los talleres feministas ofrecen t¨¦cnicas f¨ªsicas y emocionales para enfrentarse a situaciones de violencia
Los talleres de empoderamiento se han popularizado en los ¨²ltimos a?os, acompa?ando al movimiento feminista. Su finalidad es ofrecer recursos a las mujeres para enfrentar situaciones de violencia f¨ªsica o verbal. Suki ¡ªprefiere aparecer con su apodo¡ª imparte este tipo de cursos en puntos de atenci¨®n a v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, centros c¨ªvicos y otros espacios de Madrid. Relata que lo que sucede en sus clases es una transferencia de conocimiento feminista basado ¡°en la experiencia de las propias mujeres, que se lo han ido contando unas a otras¡±. Para comenzar el trabajo de empoderamiento da una clave: ¡°Hay que reconocer que se tiene miedo¡±.
LAS MUJERES EN LA HISTORIA
La colecci¨®n Mujeres en la historia, que EL PA?S lanza el pr¨®ximo domingo 10 de marzo, recopila la biograf¨ªa de una treintena de artistas, cient¨ªficas, historiadoras, etc. que marcaron un hito.
Los talleres combinan un aprendizaje f¨ªsico y emocional. A trav¨¦s de la uni¨®n de varias disciplinas de deportes de contacto llevan a cabo la pr¨¢ctica de la defensa personal. ¡°Las t¨¦cnicas que se usan no tienen que ver con el dolor en relaci¨®n con la masa muscular, sino que con puntos espec¨ªficos que duelen en todos los cuerpos; est¨¢n pensadas para que funcionen de cuerpos peque?os a cuerpos grandes¡±, explica la experta.
Suky, que adem¨¢s de conocer un buen n¨²mero de deportes de lucha cuenta con formaci¨®n en psicolog¨ªa, aclara que esta desempe?a un papel secundario en las clases. Para el trabajo emocional recurre al conocimiento compartido del feminismo. ¡°A partir de hechos ver¨ªdicos, de lo que los hombres les pueden hacer a las mujeres, trabajamos recursos¡±. Antes de llegar al enfrentamiento f¨ªsico existen instrumentos que las mujeres pueden emplear en caso de una agresi¨®n, como palabras clave o incluso actitudes. ¡°Lo principal es no aparentar ser v¨ªctima, sabemos que los delincuentes siguen modelos, por ejemplo en la forma de vestir o en c¨®mo se lleva el pelo, porque es m¨¢s f¨¢cil agarrar una coleta que un pelo suelto¡±, ejemplifica.
En los talleres tambi¨¦n aprenden a jugar golpe¨¢ndose, ¡°como los ni?os peque?os¡±, porque las mujeres no est¨¢n acostumbradas a ese contacto y lo temen. As¨ª que en los primeros ejercicios sus alumnas se piden perd¨®n por sujetarse fuerte, pero con el tiempo normaliz¨¢ndolo.
Quienes acuden a los cursos, como las propias v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, no tienen un perfil determinado. Las motivaciones previas s¨ª son comunes: ¡°Todas hemos sentido alguna vez miedo, en el metro, en la calle, volviendo solas. Por eso en nuestras salidas reivindicamos que la calle y la noche tambi¨¦n son nuestra y tenemos que volver a adquirirlas de forma grupal¡±.
El apoyo de las compa?eras es una de las bases del empoderamiento femenino. ¡°La fuerza muchas veces no la da tanto el conocimiento, sino el poder del grupo¡±, apunta Suky. La profesora incide a sus alumnas en que deben "ir buscando las miradas c¨®mplices de otras mujeres¡± para sentirse apoyadas, pero no solo dentro de la clase, sino tambi¨¦n en la calle. ¡°De esa manera el grupo se ampl¨ªa a todas las mujeres del mundo, nunca m¨¢s vas a estar sola¡±.
Advierte que algunas mujeres est¨¢n ¡°falsamente empoderadas¡± porque aseguran no sentirse nunca inseguras. Y aclara: ¡°El empoderamiento es darnos cuenta de que tenemos miedo¡±. Esa actitud negacionista puede llevarlas a ser ¡°c¨®mplices del machismo simb¨®lico¡±, por ejemplo, riendo chistes inadecuados de sus compa?eros.
Cuando las mujeres adquieren el sentimiento de colectividad, sienten m¨¢s confianza para enfrentar situaciones desfavorables. ¡°Pero si alguna vez no he respondido a alguien o no he ayudado a una compa?era, tengo que darme permiso de seguir teniendo miedo porque ah¨ª fuera hay mucha violencia contra nosotras¡±, incide Suky, subrayando que nunca se debe trabajar desde la culpabilizaci¨®n. ¡°Las mujeres ya cargamos con mucha presi¨®n, tenemos que actuar con responsabilidad, nunca desde la culpa¡±.
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