¡°La vacunaci¨®n obligatoria a¨ªsla a los m¨¢s esc¨¦pticos y es eficaz con quienes dudan¡±
Italia, con tasas de cobertura vacunal m¨¢s bajas que Espa?a, logr¨® incrementarlas con una ley que preve¨ªa multas
Italia empez¨® 2017 con una crisis de salud p¨²blica. Con las tasas de cobertura vacunal en m¨ªnimos, el sarampi¨®n irrumpi¨® con fuerza en el pa¨ªs, que ha registrado desde entonces 7.500 caos y una docena de muertes. Fue un serio aviso de lo que pod¨ªa pasar con otras enfermedades si no se revert¨ªa la creciente influencia del movimiento antivacunas. El parlamento regional del V¨¦neto, por ejemplo, aprob¨® en 2007 una ley que dejaba sin efecto la obligatoriedad de inmunizar a los ni?os frente a cuatro enfermedades (t¨¦tanos, difteria, polio y hepatitis B). Una obligatoriedad que ya era relativa ante la falta de medidas que forzaran a los padres a vacunar realmente a sus hijos.
El Gobierno Italiano respondi¨® al envite con una medida in¨¦dita en Europa: ampliar la obligatoriedad a 10 vacunas y, esta vez s¨ª, aplicar un paquete de medidas para asegurarse que los ni?os eran inmunizados, con multas previstas para aquellos padres que se negaran.
El caso italiano ha despertado el inter¨¦s en toda Europa, como pudo comprobarse en el congreso Escaide 2018, organizado por el Centro Europeo de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (ECDC) en Malta el pasado mes de noviembre. Domenico Martinelli, investigador en Higiene y Salud P¨²blica de la Universidad de Foggia, present¨® all¨ª un detallado trabajo de las dificultades y los resultados obtenidos con la medida.
Pregunta. ?Tan mala era la situaci¨®n a principios de 2017?
Respuesta. Muy peligrosa. La tasa de cobertura vacunal contra el sarampi¨®n a los siete a?os de edad era del 82%, cuando el objetivo es el 95%. Muchas vacunas hab¨ªan ca¨ªdo cinco, seis o siete puntos en pocos a?os. El sarampi¨®n era un aviso de lo que pod¨ªa pasar con otras enfermedades.
P. ?Qu¨¦ hizo el Gobierno?
R. Una ley que declar¨® ese verano obligatorias 10 vacunas y dise?¨® un plan para cumplirlo.
P.?Con qu¨¦ medidas?
R. Primero hab¨ªa que identificar, con la ayuda de las escuelas y los servicios de vacunaci¨®n, a los ni?os no inmunizados. Para ello era necesario disponer de un registro informatizado, que en varias regiones no exist¨ªa.
P.?Y una vez identificados?
R. Primero se mandaba a los padres dos cartas invit¨¢ndoles a vacunar a sus hijos. Si segu¨ªan sin hacerlo, un tercer env¨ªo les convocaba a una reuni¨®n para hablar y discutir sobre las razones por las que no lo hac¨ªan. Luego se les dejaba un tiempo de reflexi¨®n, pero se les pon¨ªa una fecha l¨ªmite para decidirlo.?
P. ?Y si se negaban?
R. La ley contempla una multa, cuyo importe deciden las regiones. Son unos cientos de euros.
P. ?Y funcion¨®?
R. Bastante bien. Seg¨²n la vacuna y la cohorte, hay tasas que han crecido cinco y seis puntos. Pero hay que seguir trabajando.
P. ?A qui¨¦n se convence con estas medidas?
R. La pol¨ªtica ha sido eficaz con las familias que tienen dudas o posiciones vacilantes. Es cierto que el n¨²cleo antivacunas sigue rechaz¨¢ndolas, pero es un grupo peque?o, del 1% al 3% de la poblaci¨®n, que no opera en el plano racional. El peligro es cuando sus mensajes hacen dudar a otros. La ley ha demostrado ser ¨²til para aislar a los m¨¢s esc¨¦pticos.
P. El actual gobierno ha lanzado mensajes contra las vacunas...
R. Hay un sector del Movimiento 5 Estrellas que ha sido ambiguo. Pero la ley sigue en vigor.
P. ?Cree que esta ley es aplicable a otros los pa¨ªses?
R. Depende del contexto. Italia aplic¨® una medida dr¨¢stica, con sus costes pero que ha demostrado ser ¨²til, en una situaci¨®n muy concreta. Pero Espa?a tiene unas tasas y una confianza en el sistema sanitario elevadas. Entonces, tienes otras v¨ªas para mantener las tasas en el 95% sin necesidad de aplicar una ley como esta. En cierta forma, puede considerarse un ¨²ltimo recurso.
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