Un terremoto que sacude conciencias
Cuando el feminismo se hace fuerte surgen discursos reactivos cuyo objetivo es frenar el avance hacia la igualdad.
El feminismo de la cuarta ola sali¨® a la calle el pasado 8 de marzo y volver¨¢ a salir este 8 de marzo consolidando, eso espero, un antes y un despu¨¦s en la propia historia del feminismo. Si tuviera que caracterizar de modo sint¨¦tico lo que significan los 8 de marzo internacionalmente masivos me quedar¨ªa con la palabra ¡°empoderamiento": poder e independencia absoluta de las mujeres.
La? cuarta ola feminista no abandona la agenda vindicativa que desde los inicios del feminismo se ha centrado en luchar contra la desigualdad estructural que las mujeres padecen, pero se refuerza con una conciencia feminista que no acepta ni retrocesos, ni imposiciones. Tampoco hay que transigir con eufemismos, ni con invisibilizaciones que confundan acerca de la construcci¨®n y consolidaci¨®n de los derechos de las mujeres y, por tanto a su ciudadan¨ªa plena.
Haciendo balance, en este a?o hemos vivido sentencias judiciales, el caso de La Manada, usos abusivos de eufemismos como ¡°maternidad subrogada", pol¨¦micas absurdas sobre ¡°el g¨¦nero", por citar las m¨¢s significativas, que solo pretenden desdibujar los derechos de las mujeres. Sabemos que cuando el feminismo se hace fuerte tambi¨¦n, y a la par, surgen discursos reactivos que solo tienen como objetivo frenar el avance hacia la igualdad. El desprecio hacia la igualdad de las mujeres, la reacci¨®n, se observa en partidos pol¨ªticos nost¨¢lgicos del franquismo, pero tambi¨¦n est¨¢ presente en aquellos que invocan la libertad, noble aspiraci¨®n de los seres humanos, para legitimar la esclavitud pretendiendo hacer digeribles la explotaci¨®n sexual y reproductiva de las mujeres.
Por todo ello, confi¨® que este 8 M sirva, a todo efecto, para consolidar una conciencia y una ola feminista que sean capaces de frenar en seco est¨¢ reacci¨®n organizada. Pero este d¨ªa debe servir tambi¨¦n para completar la agenda inconclusa de la paridad y la quiebra absoluta del techo de cristal que reclaman las mujeres periodistas, las deportistas, las acad¨¦micas, las artistas, etc¨¦tera. En este 8 M estar¨¢ presente tambi¨¦n la lucha contra todas las formas de violencia que sufren las mujeres: violencia, acoso, explotaci¨®n sexual y reproductiva, ausencia de reconocimiento del talento de las mujeres, desigualdad retributiva, presencia e intensificaci¨®n de los estereotipos femeninos.
Estoy convencida que este 8M y la cuarta ola del feminismo llegar¨¢n a tierra firme para transformar la realidad y cambiar el mundo: la orograf¨ªa del trabajo, la econom¨ªa, la cultura, las leyes, normas y costumbres. Esta es nuestra tarea como feministas que formamos parte de una lucha internacional. Somos el terremoto que va a sacudir las conciencias.
Alicia Miyares es fil¨®sofa, feminista y portavoz de No Somos Vasijas.
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