Una ap¨®stata de 92 a?os para custodiar a la virgen republicana
Ya nonagenaria, Mar¨ªa Luz Luis Illada decidi¨® salirse de una Iglesia en la que jam¨¢s crey¨®, pero conserva con cuidado una talla religiosa


Una virgen vela en una casa de La Orotava (Tenerife) los retratos de Lucio y Manuel Illada, dos hermanos republicanos fusilados en 1940. Quien custodia esa talla, en cambio, no cree ni en la Virgen ni en Dios. Es la sobrina de los ajusticiados, Mar¨ªa Luz Luis Illada, que el pasado noviembre celebr¨® su 92 cumplea?os; el primero como ap¨®stata de la fe cat¨®lica.
Para entender qu¨¦ pinta una Inmaculada en casa de una anciana atea hay que remontarse unos 300?a?os atr¨¢s, cuando los franceses, ingleses e irlandeses recalaban en los puertos canarios para importar su az¨²car o su vino y, de paso, exportaban a las islas sus ideas mas¨®nicas. En Tenerife cuajaron bien y all¨ª, durante muchos a?os, vivieron francmasones como el abuelo de Mar¨ªa Luz. Sus ideales se materializaron en una hija educada en el librepensamiento y atea convencida. Tambi¨¦n?en una biblioteca bien nutrida de todo tipo de t¨ªtulos.?
Dos t¨ªos murieron fusilados por los franquistas. "Porque Dios lo quiso", le dec¨ªan algunas personas a Mar¨ªa Luz. "?Pues menudo Dios tenemos!", pensaba ella.
Entre aquellos libros se refugiaba Mar¨ªa Luz de ni?a y de ellos se ayudaba para hacer los deberes que le mandaba su madre, viuda al finalizar la Guerra Civil y sin recursos para permitirse un buen colegio para sus hijas. Por eso opt¨® por educarlas en casa, aunque la falta de dinero no fuera el ¨²nico motivo: sorteaba as¨ª el cu?o del franquismo en la escuela. "Mi madre no quer¨ªa que asisti¨¦ramos a unas clases donde estaba colgado el retrato de Franco", recuerda Mar¨ªa Luz en una conversaci¨®n por tel¨¦fono.
En diciembre del mismo a?o en que qued¨® hu¨¦rfana de padre, 1939, un consejo de guerra conden¨® a muerte a sus t¨ªos Lucio y a Manuel. El primero fue fusilado un mes despu¨¦s y el segundo, al cabo de un a?o. Cuando comentaba con la gente ese final abrupto, recuerda haber escuchado m¨¢s de un "porque Dios lo quiso". "?Pues menudo Dios tenemos!", se dec¨ªa ella.
Dios solo exist¨ªa cuando se pisaba el tranco de la puerta de su casa. Y de boquilla.?"Ir la misa era una manera de salir de la rutina, pero jam¨¢s me confes¨¦ y ni siquiera hice la comuni¨®n", reconoce Mar¨ªa Luz. Entonces, ?por qu¨¦ hay plantada una Inmaculada en el sal¨®n de su casa??"Un amigo de mi abuelo, de su mismo grupo de masoner¨ªa, muri¨® con muchas propiedades y sin hijos. Le leg¨® a mi abuelo una casa con todos sus muebles y la talla. Era una obra de arte y no quiso desprenderse de ella". Ahora, cada 14 de abril y en ocasiones especiales como una entrevista, la nonagenaria despliega la bandera tricolor republicana. La interpone entre los pies de la Virgen y la luna creciente sobre la que se apoya la figura. "En esta casa la Rep¨²blica siempre est¨¢ en medio", comenta divertida.
No le ha faltado a la Inmaculada quien quisiera rescatarla de ese entorno imp¨ªo: "Uno de mis t¨ªos oy¨® que en el cuartel de la Guardia Civil no ten¨ªan virgen y sin consultarnos a nadie, la prest¨®, pero era solo para un acto militar concreto. Cuando mi madre se enter¨®, se plant¨® en el cuartel para recuperarla. ?Y no la quer¨ªan soltar! Al final nos la devolvieron y aqu¨ª est¨¢, bien cuidada".
Su ahijada la anim¨® a apostatar juntas
Mar¨ªa Luz no ha sido muy beligerante con su descreencia. De hecho, hace 41 a?os unos familiares le pidieron ser madrina de una sobrina nieta y ella acept¨®, por agradarlos. Pero aquella ahijada suya, Mar¨ªa Bord¨®n Dom¨ªnguez, le anunci¨® hace dos a?os que quer¨ªa apostatar. "Pues yo tambi¨¦n lo podr¨ªa hacer", le contest¨® Mar¨ªa Luz. Acudi¨® a pedir su partida de bautismo a la que llaman popularmente "catedral" de La Orotava, la imponente iglesia de la Concepci¨®n y, a finales de octubre de 2017, con su ahijada Mar¨ªa, se present¨® en el obispado de la isla en La Laguna con la firme intenci¨®n de abandonar la Iglesia.

Le desagrad¨® que un paso tan significativo para ella quedara en un mero tr¨¢mite burocr¨¢tico de la sede episcopal: "?No se les ocurri¨® preguntarme por qu¨¦ apostataba! Me atendi¨® creo que un administrativo y me qued¨¦ con un poquito de l¨¢stima de no haberme encontrado a un cura". A ¨¦l le habr¨ªa dicho esto que ahora pide que quede por escrito: "Yo no soy creyente, solo creo en la ciencia. Y me gusta ayudar y vivir la vida como la he vivido, pero sin pensar en Dios". El Obispado de Tenerife ha rechazado la petici¨®n de este peri¨®dico para contar con datos sobre el n¨²mero o la edad media de las personas que, como Mar¨ªa Luz, han solicitado apostatar en esa di¨®cesis.?
En febrero de 2018 Mar¨ªa Luz y su ya exahijada Mar¨ªa recibieron una carta del Obispado: les confirmaba por escrito que ya estaban fuera de la Iglesia en la que jam¨¢s hab¨ªan cre¨ªdo. Mar¨ªa recuerda lo que le dijo a su exmadrina: "T¨² deb¨ªas conducirme a m¨ª por el camino de la fe y en lugar de eso yo te conduje a ti por el camino de la abjuraci¨®n".??
No hace falta preguntarle a Mar¨ªa Luz por la muerte. La trae a cuento ella sola, al final de la conversaci¨®n. Su ate¨ªsmo no ha flaqueado ante una posible oferta de ¨²ltima hora del m¨¢s all¨¢. "Tengo familia que esperan morirse para encontrarse con sus padres... pues yo creo que vamos al hoyo y punto". Pero, cuidados a su Virgen aparte, todav¨ªa mantiene un peque?o v¨ªnculo con la religi¨®n. Un cu?ado "muy religioso" la apunt¨® a una hermandad, La Columna, hace a?os. "?Se habr¨¢n enterado ya de que he apostatado?", se pregunta ahora entre risas. Si no es as¨ª, tampoco pone problema: saldar¨¢ la deuda de este a?o. La cuota de cofrade le supone apenas seis euros.
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