C¨®mo se trunc¨® la paz familiar en la casa de los ni?os muertos en Valencia
La pareja detenida en Godella mostraba cari?o a sus hijos y se integraba en la vida del colegio hasta que todo cambi¨® hace un mes
La muerte de dos ni?os en Godella (Valencia) a manos supuestamente de su madre, que indic¨® el lugar donde estaban enterrados los cad¨¢veres, y de su padre trae al debate el cu¨¢ndo y c¨®mo deben intervenir los servicios sociales. En el caso de los hermanos de tres a?os y de cinco meses que desaparecieron este mi¨¦rcoles y cuyos cad¨¢veres fueron hallados un d¨ªa despu¨¦s, los servicios sociales del Ayuntamiento abrieron dos expedientes: el primero por unas protestas vecinales en 2016, que se cerr¨® por cambio de domicilio y sin m¨¢s incidentes; el ¨²ltimo es de este mismo mi¨¦rcoles, advertidos por la abuela de los menores, que ve¨ªa una situaci¨®n alarmante en la familia. Ese d¨ªa desaparecieron los ni?os.
?Los servicios sociales y la polic¨ªa local pod¨ªan haber detectado antes los problemas de esta familia y haber actuado con mayor celeridad para evitar la tragedia? Despu¨¦s de un suceso como la muerte de dos ni?os tiende a pensarse que no fueron diligentes. Pero hay muchas variables y datos que se deben analizar. La pareja de Godella llevaba una vida alternativa. Viv¨ªa en una casa okupa, pero contaba con agua y con luz gracias a unas placas solares. Los ni?os no iban desarrapados ni sucios y estaban bien alimentados, seg¨²n varias personas que los vieron y trataron. Los padres los llevaban a la piscina y al parque del pueblo. El mayor, de tres a?os y medio, asist¨ªa al colegio, y los padres colaboraban en las actividades escolares y en las fiestas, como la del D¨ªa de la Paz que se celebr¨® el 30 de enero. Los dos parec¨ªan tratar muy bien a los ni?os. Y la madre se mostraba especialmente cari?osa con ellos, seg¨²n las citadas fuentes.
La familia no era objeto de seguimiento especial por los servicios sociales del Ayuntamiento. Estos servicios son la primera instancia de actuaci¨®n y clasifican las situaciones como ¡°de vulnerabilidad y riesgo¡± (seg¨²n explican fuentes de la Consejer¨ªa de Igualdad de la Generalitat Valenciana) o formulan una declaraci¨®n de riesgo. Cuando se supera este estadio, las competencias sobre el caso pasan del ¨¢mbito municipal al auton¨®mico y el expediente puede acabar en que los menores sean declarados en desamparo y se suspenda a los padres su guardia y custodia.?
Tambi¨¦n se puede declarar urgente un caso y quitar la custodia a los padres por mandato judicial ante el riesgo evidente para la vida de un menor. La pobreza, insisten en la consejer¨ªa, no implica una declaraci¨®n de desamparo por s¨ª misma. Se pueden arbitrar ayudas de subsistencia y de emergencia. Lo m¨¢s importante es valorar el arraigo, la estima y vida familiar del menor.
En el caso de estos ni?os las cosas en la familia empezaron a cambiar hace alrededor de un mes, seg¨²n los testimonios recogidos. El padre se qued¨® sin su trabajo de pinche. Su principal problema es que llegaba tarde a trabajar con frecuencia, seg¨²n manifest¨® el propietario de un bar a este peri¨®dico. La pareja, consumidores habituales de marihuana y espor¨¢dicos de otras drogas alucin¨®genas, comunic¨® al colegio que el ni?o no seguir¨ªa all¨ª porque iban a mudarse (el centro llam¨® dos veces en las semanas siguientes para preguntarles por qu¨¦ no llevaban al ni?o o al menos formalizaban el traslado; ellos dec¨ªan que s¨ª, que se mudaban y que se pasar¨ªan a hacer el tr¨¢mite).
Las amigas de la madre coinciden en que dejaron de frecuentarles porque se les estaba ¡°yendo la cabeza¡±, pasando de sus posiciones de siempre, radicales, a ideas m¨¢s raras: abducciones, extraterrestres, etc¨¦tera. Cuando fue detenida habl¨® de la resurrecci¨®n de sus hijos. La persona m¨¢s cercana a ellos, la abuela, dio la alarma este lunes a la Polic¨ªa local, que fue a la casa y vio que los ni?os estaban bien. Consider¨® que se trataba de una ri?a familiar con la abuela. Esta volvi¨® a llamar el mi¨¦rcoles; los servicios sociales pusieron entonces en marcha su maquinaria, pero no dio tiempo. Los indicios apuntan a que la mujer, que hab¨ªa sido atendida por un problema de salud mental en 2017, sufri¨® una reca¨ªda y tal vez su pareja tambi¨¦n se trastorn¨®.
La investigaci¨®n no ha hecho m¨¢s que comenzar. De momento, el juez de Paterna ha calificado los hechos de homicidio y no de asesinato, tipo delictivo aplicable cuando se mata a una persona con alevos¨ªa, ensa?amiento o por una recompensa.
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