Espa?a ya pod¨ªa tener su ley de eutanasia
Los dirigentes pol¨ªticos han reparado en que la eutanasia no tiene ideolog¨ªa y en que se han puesto en contra de una mayor¨ªa social
Hay que empezar de cero cuando ya hab¨ªa mucho trabajo adelantado. El mazazo emocional que ha supuesto la muerte de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, cuyo marido, ?ngel Hern¨¢ndez, le prest¨® sus manos para que dejara de sufrir, ha redoblado el af¨¢n de los partidos partidarios de regular la eutanasia; ha sumido en la discreci¨®n a los que no lo est¨¢n; y ha hecho que quienes han impedido que la ley estuviera en vigor, a fuerza de dilaciones del procedimiento parlamentario, trasluzcan pesar y mala conciencia. Los dirigentes pol¨ªticos han reparado en que la eutanasia es transversal, no tiene ideolog¨ªa, y que se han puesto en contra de una mayor¨ªa social que no entiende por qu¨¦ ?ngel Hern¨¢ndez ha pasado la noche en el calabozo y se le ha abierto una causa judicial. No puede ser de otra manera, porque su acci¨®n implica la comisi¨®n de un delito recogido en el C¨®digo Penal.
Cuando en la calle y en las redes sociales se opina a favor de una ley de eutanasia, cabal, controlada y garantista, cabe informar de que Espa?a pod¨ªa tener ya en vigor esa norma que hubiera evitado al esposo de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco ten¨¦rselas que ver con la justicia. S¨ª, desde octubre la ley est¨¢ bloqueada. Una mayor¨ªa parlamentaria aprob¨® el pasado mes de junio, hace 10 meses, la proposici¨®n de ley del PSOE para regularla. En esa mayor¨ªa estaba Ciudadanos, adem¨¢s de Unidos Podemos y los grupos nacionalistas. A partir de ah¨ª todo fueron dilaciones.
Un espejismo se produjo cuando en el mes de octubre el PP, con su mayor¨ªa junto a Ciudadanos en la Mesa del Congreso, la activ¨®. Pero no fue para que empezara su tramitaci¨®n, sino para presentar en su contra una enmienda a la totalidad. Esa sesi¨®n se utiliz¨® para manifestar la posici¨®n en contra de la eutanasia e introducir la confusi¨®n al enfrentar el suicidio asistido con los cuidados paliativos en los enfermos terminales.
De nuevo, la mayor¨ªa parlamentaria formada en torno al PSOE rechaz¨® esa pretensi¨®n del PP y, a partir de ah¨ª, debiera haberse iniciado su tramitaci¨®n. Pero la ley qued¨® varada. Por 19 veces el PP, sin que Ciudadanos hiciera nada por impedirlo, solicit¨® la ampliaci¨®n del per¨ªodo de presentaci¨®n de enmiendas y as¨ª ha seguido hasta que la legislatura se disolvi¨® por la convocatoria de elecciones. El consenso conseguido en torno a esa proposici¨®n socialista no sirvi¨® de nada y eso que no hab¨ªa sido f¨¢cil llegar a ese punto.
Un a?o antes, el PSOE vot¨® en contra de una proposici¨®n sobre eutanasia de Unidos Podemos y otra del Parlamento de Catalu?a. No se arrepienten los socialistas de haber rechazado la articulaci¨®n normativa que ese partido y esa c¨¢mara legislativa hac¨ªan de la eutanasia. A su entender, no reun¨ªa las garant¨ªas suficientes para acreditar, sin el menor atisbo de duda, que quien se somet¨ªa al acto final de su vida, con ayuda de otra u otras personas, lo hac¨ªa en plenitud de conciencia.
La ley del PSOE, elaborada por expertos de varias ramas, reun¨ªa, al fin, los requisitos y las garant¨ªas que una mayor¨ªa parlamentaria estaba dispuesta a aprobar. Adem¨¢s, quedaba a¨²n todo un margen para la discusi¨®n de enmiendas de todos los grupos. Adem¨¢s, establec¨ªa la eutanasia como un ¡°derecho individual¡± al que podr¨¢n acogerse quienes sufran ¡°una enfermedad grave e incurable con un pron¨®stico de vida limitado¡± o ¡°una discapacidad grave, cr¨®nica e irreversible¡± que cause ¡°un sufrimiento insoportable¡±. Pero no ha visto la luz. Habr¨¢ que esperar a las pr¨®ximas elecciones para calibrar si hay una mayor¨ªa suficiente para abrir con garant¨ªas de ¨¦xito el debate sobre la eutanasia.
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