Descubre el oasis brasile?o oculto en A Coru?a. Los abrazos de sus vecinos lo hacen posible
Un colectivo de mujeres se inspira en un experimento nacido en Brasil y basado en el afecto para transformar el barrio obrero de Monte Alto. El pr¨®ximo proyecto consiste en crear un mosaico en un colegio


Ana Lee es una vecina profesional. Cuida el barrio coru?¨¦s de Monte Alto como si le fuera la vida en ello. Forma parte de un colectivo compuesto por una decena de mujeres de entre 30 y 60 a?os que de manera altruista trata de embellecer esta zona obrera en la que en el ¨²ltimo lustro se ha asentado una treintena de artistas. Su ¨²ltima aportaci¨®n ha sido un mural de siete metros que preside la escalinata Adelaida Muro, el recibidor de esta gran casa de 30.000 inquilinos. No es la cl¨¢sica obra encargada a un artista local como la que decora cientos de barrios del mundo y que presagia el aburguesamiento de la zona. Se trata de un mosaico creado por las vecinas. Unas consiguen la pintura, otras los utensilios, las hay que llevan caf¨¦. Ignacio Fern¨¢ndez, que vive en la misma escalinata, prest¨® herramientas¡ El mural es de todos y no es de nadie. ¡°Un poeta cedi¨® unos versos que adornan la pared. Est¨¢n sin firmar¡±, explica Ana Lee, tambi¨¦n artista y asesora de vestuario, que ¡°por su filosof¨ªa" de vida toma el nombre art¨ªstico de Bruce Lee.
La idea naci¨® de una propuesta que la educadora social Pilar Casals le hace al Ayuntamiento de A Coru?a. Se bas¨® en el experimento brasile?o Oasis, una iniciativa de un hijo de inmigrantes gallegos en el que la convivencia vecinal sirve para transformar los barrios. En las primeras fases del juego Oasis los vecinos se re¨²nen y bailan y se abrazan. La parte sensorial y afectiva es fundamental para generar v¨ªnculos. "Jugamos a transformar la realidad. Pero partimos de lo que ya funciona. A partir de ah¨ª creamos un oasis en Monte Alto", explica Casals o Pili, como todo el mundo la llama, que ejerci¨® de directora de arte junto a Ana Lee. ¡°Eres del barrio en el que nacen tus hijos. El m¨ªo tiene 14 a?os. Yo llevo 17 aqu¨ª", cuenta la artista.
El mosaico constituye una representaci¨®n de la historia y el presente de Monte Alto. Fernanda Pardo, que est¨¢ a punto de cumplir 60 a?os y tiene cinco hijos, coloc¨® varios azulejos en la pared para crear lo que llam¨® la casa de cona (co?o en gallego). ¡°Donde hay militares, hay putas. Es un homenaje a ellas. Con lo que ganaban daban de comer al barrio. Se llamaba el pan de cona¡±, explica la contadora de historias del grupo.

El mural se termin¨® en dos fines de semana. El proceso era tan importante como el resultado. ¡°La energ¨ªa que se cre¨® esos d¨ªas fue brutal¡±, cuenta Ana Lee. Un centenar de vecinos se sum¨® al acto. Hab¨ªa m¨²sicos, un mago para entretener a los ni?os, las casas m¨¢s pr¨®ximas a la escalinata estaban abiertas para que la gente usara el ba?o. Carlos, tendero de A Nosa Tenda, regal¨® unas empanadas. ¡°Eran d¨ªas de camarader¨ªa¡±, a?ade esta coru?esa de 44 a?os. El ambiente era parecido a las fiestas de un pueblo.
Arte callejero represaliado
Antes de la Guerra Civil, Monte Alto era un barrio de anarquistas. ¡°Hab¨ªa quien pon¨ªa nombres de flores a sus hijos. Estaba lleno de gente de la CNT [Confederaci¨®n Nacional del Trabajo]¡±, ilustra Pardo. Apenas pudo plantar batalla. ¡°En dos d¨ªas fusilaron a un mont¨®n de gente en Punta Herminia [el acantilado cercano a la Torre de H¨¦rcules]¡±, recuerda Pardo. ¡°Monte Alto siempre ha sido represaliado¡±, abunda Daniel Remeseiro, que encarna la esencia del barrio. Fot¨®grafo retirado y sindicalista de toda la vida, abri¨® su estudio de pintura y grabados en Monte Alto hace seis a?os. Con lo que vende no le da para cubrir gastos. No le importa, est¨¢ centrado en la obra social. Organiza exposiciones con ONG para recaudar dinero. ¡°En vez de viajar, pinto¡±, describe su vida a los 68 a?os. ¡°El arte no da para vivir, da para beber¡±, afirma sin sorna.

Pili pidi¨® la colaboraci¨®n de artistas locales para realizar el mosaico. Se involucraron dos: Emil Gireau y Samuel Castro. El primero realiz¨® una escultura, el segundo se acerc¨® con alumnos a dibujar unas xardas (caballas) que ¡°huyen del mar por los residuos¡±. Monte Alto se ha convertido en el barrio de los artistas. Hay una treintena de bajos convertidos en estudios. ¡°La iniciativa del mural no tiene nada que ver con nosotros. No hay conflicto, simplemente son cosas paralelas¡±, cuenta el pintor Jano Mu?oz, que organiza Estudios Abertos desde 2016, unas jornadas apoyadas por el Ayuntamiento en las que acercan el arte a los vecinos y al resto de coru?eses. ¡°La idea no es mercantil. Sirve para hacer pi?a entre nosotros y para abrirnos al barrio¡±, explica Mu?oz, el pintor que m¨¢s nombre tiene y que ha unido al resto de compa?eros, antes desperdigados.
El siguiente paso: un colegio
El siguiente proyecto del colectivo Oasis Monte Alto se va a completar en junio en el colegio p¨²blico V¨ªctor L¨®pez Seoane, que toma el nombre de un eminente naturalista gallego del siglo XIX, especialista en insectos y descubridor de lagartijas. Con la participaci¨®n de los alumnos, van a dise?ar otro mural inspirado en sus descubrimientos. El anterior se complet¨® el a?o pasado. ¡°El movimiento sigue vivo. Esto es un proyecto social m¨¢s que art¨ªstico¡±, apunta Pili, que ha dado varias charlas en la universidad para explicar c¨®mo la metodolog¨ªa Oasis, l¨²dica pero muy seria, une a la comunidad y transforma la realidad de los barrios.

En el mural tambi¨¦n trabaj¨® Mar Rodr¨ªguez, profesora de Educaci¨®n Social en la Universidade da Coru?a, que ha llevado la experiencia Oasis a sus clases. ¡°Tengo una alumna que ha hecho el TFG [trabajo final de grado] del proyecto del mural¡±, cuenta esta madrile?a que de primeras habla en gallego. Hay veces que se lleva a sus alumnos a la escalinata e imparte clase all¨ª mismo. Curiosamente, una de ellas es Fernanda Pardo. ¡°Soy m¨¢s vieja que el decano¡±, y se echa a re¨ªr. ¡°Suspend¨ª la asignatura que da Mar¡±, y r¨ªe con m¨¢s fuerza.
Se alquila
El barrio forma una pen¨ªnsula en el norte de A Coru?a. Muy abierto al mar, est¨¢ a merced del viento, que consume los cigarrillos de Pardo antes de que apenas le d¨¦ cinco caladas. Cuentan con un hijo ilustre: Luis Su¨¢rez, el ¨²nico espa?ol que ha ganado un bal¨®n de oro. ¡°Guardo una foto suya que le dedic¨® a mi madre¡±, presume Pardo. Ahora hay otro futbolista de nombre Luis que tiene casa aqu¨ª. Luisinho, lateral del D¨¦por entre 2013 y 2018. ¡°Me han contado que compr¨® uno de esos pisos por un mill¨®n de euros¡±, afirma el tendero mientras le regala al grupo un pack de seis cervezas para la pr¨®xima reuni¨®n.
La situaci¨®n de Monte Alto, a 15 minutos de la plaza de Mar¨ªa Pita y rodeado de playas, lo convierte en un lugar atractivo. Fruto de una controvertida decisi¨®n pol¨ªtica, se demoli¨® a principios de siglo un asilo para que en el solar resultante se construyeran estos pisos de lujo. La devota Adelaida Muro, que da nombre a la escalinata, leg¨® a finales del siglo XIX esta residencia para los m¨¢s necesitados. ¡°Esto era para los vecinos, para la gente¡±, comenta airada Pardo y saca otro cigarrillo. Y la conversaci¨®n cambia a la responsabilidad social de la cultura.
Ideas para vecinos que bailan juntos
El juego Oasis se cre¨® a principios de los 2000 en el Instituto Elos, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro brasile?a. Se trata de una metodolog¨ªa que proporciona herramientas a los vecinos para transformar los barrios con sus propios recursos. "Vivimos en una cultura de aparente escasez. Es lo que nos han contado. Nosotros le damos la vuelta y generamos una cultura de abundancia", explica por tel¨¦fono desde S?o Paulo Rodrigo Rubido, uno de los fundadores de Oasis, que se ha puesto en marcha en 50 pa¨ªses y ha mejorado 834 comunidades.
El juego tiene una parte l¨²dica muy visible. Los vecinos se re¨²nen y bailan, cantan y se abrazan mientras aportan ideas de c¨®mo mejorar el barrio. ¡°Es algo superserio¡±, asegura Rubido, hijo de una coru?esa y un vigu¨¦s. ¡°Estaba hasta el gorro de bailar¡±, confiesa Mar Rodr¨ªguez, la profesora universitaria que forma parte del grupo Oasis Monte Alto. ¡°Pero luego te das cuenta de que genera v¨ªnculos, fomenta la confianza¡±, a?ade.
El Instituto Elos se encarga de formar a trabajadores que asisten a los nuevos proyectos de Oasis que se generan en los barrios. ¡°Hay quien piensa que este tipo de movimientos comportan un sacrificio, que algunos sufren en beneficio de otros. Tenemos que cambiar este pensamiento¡±, afirma quien deliberadamente se comporta de manera optimista para ir en contra del pesimismo.
Esta noticia, patrocinada por el proyecto FeliZiudad, de Renault, ha sido elaborada por un colaborador de EL PA?S.
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