Pa?ales con orina en la cara
Alarma la impunidad con la que se puede maltratar a un anciano en una residencia concertada
La democracia espa?ola tiene una asignatura pendiente con una parte muy importante de la poblaci¨®n que, adem¨¢s, va en aumento. Uno de cada diez ciudadanos ten¨ªa hace tres d¨¦cadas 65 a?os o m¨¢s. Ahora son ya dos de cada diez y eso es una suerte (la gente vive m¨¢s y con mejor salud), pero tambi¨¦n una desgracia en la medida en que los ingresos econ¨®micos se reducen a veces hasta l¨ªmites insoportables y las necesidades de cuidado crecen.
Hemos visto recientemente unos v¨ªdeos en los que el personal de una residencia maltrata a las ancianas a su cargo. Bofetadas, pellizcos, pa?ales sucios restregados por la cara, rudeza, amenazas, mofas¡ Observar lo que ocurr¨ªa en ese lugar, cuando los empleados cre¨ªan estar a salvo de miradas ajenas, es casi insoportable.
La fiscal¨ªa ha abierto una investigaci¨®n sobre los hechos. Residencial Los Nogales de Hortaleza (Madrid), el centro donde se produjo tal ignominia, expuls¨® inmediatamente a uno de los empleados inculpados, asegur¨® la direcci¨®n, porque los otros dos ya no trabajaban ah¨ª. El Gobierno regional, por su parte, ha abierto ¡°expedientes sancionadores¡±. Reacci¨®n r¨¢pida. Resoluci¨®n de crisis. ?En serio?
Adem¨¢s de las im¨¢genes, hay datos pavorosos: Los Nogales ocultaba a la Comunidad de Madrid las denuncias. Hace un a?o, 120 familiares de ancianos firmaron un escrito con sus quejas por ¡°trato inhumano¡±. Fue archivado. El Gobierno regional asegura no tener conocimiento del descontento y, por supuesto, de los maltratos.
Indigna este caso e inquieta comprobar la inutilidad de las inspecciones oficiales que se asegura haber hecho. Tal como est¨¢n concebidas han demostrado no ser las m¨¢s adecuadas para detectar semejantes abusos. Y si esto ocurre en este caso, ?cu¨¢ntos m¨¢s puede haber en toda Espa?a en los que no ha habido un ciudadano determinado a desenmascarar al sistema con una c¨¢mara oculta?
Los empleados de Los Nogales maltrataban a personas indefensas, pero tambi¨¦n la sociedad al completo lo est¨¢ frente a la brutalidad arropada en la indolencia oficial. Los Nogales contin¨²a abierta y funcionando normalmente trece d¨ªas despu¨¦s de destaparse el esc¨¢ndalo. Cerrarla como medida preventiva ser¨ªa un desastre, dada la escasez de plazas para las personas mayores. Pero se pod¨ªa esperar un control estricto mientras la fiscal¨ªa investiga. Alegar como hace el Gobierno regional que nada m¨¢s se puede hacer (aparte de sus in¨²tiles inspecciones) porque el caso est¨¢ en manos de la justicia es una excusa indecente. Dos de los tres maltratadores puede que sigan trabajando con ancianos en otros centros. Nada se lo impide. ?No es todo ello alarmante?
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