Por qu¨¦ los ind¨ªgenas son clave para proteger la biodiversidad planetaria
La ONU destaca que en las tierras habitadas por los pueblos originarios la desaparici¨®n de especies es m¨¢s lenta que en el resto del mundo
El ¨²ltimo informe de la ONU que alerta sobre la velocidad a la que se extinguen las especies (una de cada ocho est¨¢ amenazada) se?ala que esa destrucci¨®n de la naturaleza es m¨¢s lenta en las tierras donde viven los pueblos ind¨ªgenas que en el resto del planeta. Pero tambi¨¦n subraya la creciente amenaza que acecha a estas comunidades en forma de expansi¨®n de la agricultura, urbanizaci¨®n, miner¨ªa, nuevas infraestructuras¡ Brasil, que alberga la mayor¨ªa de la Amazonia y el ecosistema m¨¢s rico del mundo, es uno de los pa¨ªses donde esa amenaza es m¨¢s evidente. A los factores mencionados, aqu¨ª se suma el presidente. Jair Bolsonaro es partidario de explotar comercialmente la Amazonia y asimilar a los ind¨ªgenas.
Los brasile?os ind¨ªgenas son unos 800.000 (el 0,6% de la poblaci¨®n), est¨¢n repartidos en 225 grupos y habitan en el 14% del territorio. Puede parecer poca poblaci¨®n en mucha tierra pero cumplen funciones clave para preservar la naturaleza. La experta Nurit Bensusan, de la ONG Instituto Socioambiental de Brasil, las detalla: ¡°Por un lado conservan la integridad de las tierras en las que viven e intentan, y a menudo logran, que no entren madereros, garimpeiros (buscadores de oro), grileros (invasores de tierras)¡ y, como sabemos que la mayor amenaza a las especies es el deterioro de su medioambiente, el papel que desempe?an es clave¡±. Basta mirar en un mapa para ver que las zonas donde viven los ind¨ªgenas sufren menos deforestaci¨®n que el resto. La deforestaci¨®n del ¨²ltimo a?o alcanz¨® los 7.900 kil¨®metros cuadrados, la mayor desde 2008.
Pero, a?ade la experta, existe una segunda dimensi¨®n del papel de los ind¨ªgenas: ¡°A conocer tan ¨ªntimamente los bosques, tienen una percepci¨®n muy temprana, antes que cualquiera, de los cambios ambientales. Saben c¨®mo manejarlo. Por ejemplo dejan de cazar en una zona por un tiempo¡ y as¨ª mitigan el impacto antes que nadie¡±. Los ind¨ªgenas son parte esencial de las alertas tempranas y de la prevenci¨®n. Muchos viven en las mismas tierras desde hace 10.000 a?os, pero a partir de la conquista las poblaciones ind¨ªgenas fueron diezmadas en Am¨¦rica y muchas tribus se extinguieron. La Fundaci¨®n Nacional del Indio (Funai), un ente gubernamental brasile?o, recuerda que aquello era considerado una ¡°contingencia hist¨®rica, algo inevitable¡±. Un planteamiento que cambi¨® en las ¨²ltimas d¨¦cadas, cuando los pueblos ind¨ªgenas empezaron a ser oficialmente protegidos. El problema se ha agravado porque ahora en Brasil la amenaza viene de la c¨²spide del poder pol¨ªtico.
El Bolsonaro, un antiguo militar de extrema derecha que en la campa?a electoral era beligerante con la defensa del medio ambiente, sigue en esa l¨ªnea desde que asumi¨® el poder el 1 de enero. Desisti¨® de abandonar el Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico (porque fue advertido de que afectar¨ªa las exportaciones a Europa) pero ha tomado una serie de decisiones sobre reorganizaci¨®n ministerial, nombramientos, etc¨¦tera que causan honda preocupaci¨®n al mundo ambientalista brasile?o. Y en el extranjero. Unos 600 cient¨ªficos europeos reclamaron la semana pasada a la UE que aproveche las negociaciones comerciales con Brasil para presionar al presidente y que refuerce la lucha contra la deforestaci¨®n.
Para Greenpeace estos cuatro meses de Gobierno Bolsonaro han supuesto ¡°el desmantelamiento no solo de la legislaci¨®n sino de las estructuras (administrativa) que aseguran la conservaci¨®n del medioambiente y de los pueblos ind¨ªgenas con cambios en los presupuestos, desautorizaci¨®n de operaciones de combate de la deforestaci¨®n¡¡±, explica Tica Minami, directora de campa?as de Greenpeace en Brasil. Uno de los primeros decretos del mandatario arrebat¨® a la Funai la competencia de demarcar las tierras ind¨ªgenas y se la dio al ministerio de Agricultura, que siempre ha estado en la ¨®rbita de la industria agropecuaria pero ahora ha colocado a una de las suyas al frente. La ministra Tereza Cristina Dias era la l¨ªder de la bancada parlamentaria del agronegocio.
¡°Este Gobierno no ha identificado, declarado, ni homologado una sola tierra ind¨ªgena¡±, seg¨²n denuncian el mencionado ISA y el Consejo Indigenista Misionero, que depende de la Conferencia Episcopal, en una nota. El dirigente ind¨ªgena Dinamar Tux¨¢ afirma en ese comunicado del lunes que ¡°as¨ª son cuatro meses de un Gobierno genocida que tiene cuatro a?os por delante¡± y recalca que, en caso de disputa, si el Gobierno no est¨¢ para ¡°mediar o garantizar los derechos, quien se lleva la peor parte es el pueblo ind¨ªgena¡±.
Los pueblos ind¨ªgenas tienen un cap¨ªtulo propio en la Constituci¨®n de 1988, que reconoce su derecho sobre las tierras que habitan y que ya estaban all¨ª cuando se fund¨® el Estado de Brasil. Y por primera vez en la historia, esta legislatura tienen representante en el Parlamento federal, la abogada Joenia Wapichana.
Hace unas semanas, el jefe del Ejecutivo recibi¨® a una peque?a representaci¨®n de ind¨ªgenas en el Palacio de Planalto, en Brasilia, con v¨ªsperas de la marcha anual de estas comunidades para reclamar sus derechos adem¨¢s de sanidad y educaci¨®n. Bolsonaro recalc¨® a sus interlocutores que viven sobre unas tierras riqu¨ªsimas y que la explotaci¨®n de aquello supone una fortuna.
Lo que ocurra en Brasil es clave porque tiene efectos en el resto del planeta al albergar el mayor bosque tropical, pero tambi¨¦n es l¨ªder en asesinato de activistas ambientalistas. Con las pol¨ªticas de Bolsonaro, ¡°Brasil deja de cumplir su papel en la lucha global contra el cambio clim¨¢tico¡±, sentencia Minani.
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