Un mill¨®n de especies, amenazadas de extinci¨®n a un ritmo sin precedentes

¡°Los ecosistemas, las especies, la poblaci¨®n salvaje, las variedades locales y las razas de plantas y animales dom¨¦sticos se est¨¢n reduciendo, deteriorando o desapareciendo. La esencial e interconectada red de vida en la Tierra se retrae y cada vez est¨¢ m¨¢s desgastada¡±, advierte Josef Settele, uno de los autores principales del informe. ¡°Esa p¨¦rdida es la consecuencia directa de la actividad humana y constituye una amenaza directa para el bienestar humano en todas las regiones del mundo¡±.

El informe identifica y, por primera vez, clasifica los cinco impulsores directos ¡ªque tambi¨¦n se han acelerado en los ¨²ltimos 50 a?os, seg¨²n las investigaciones¡ª de los cambios en la naturaleza con mayor impacto relativo global. El primero son cambios en el uso de la tierra y el mar: tres cuartas partes del medioambiente terrestre y alrededor del 66% del marino se han visto ¡°significativamente alterados¡± por la acci¨®n humana. Le sigue la explotaci¨®n de organismos ¡ªel 33% de los recursos pesqueros marinos eran explotados a niveles insostenibles en 2015¡ª y, en tercer lugar, aunque cada vez con mayor relevancia, el cambio clim¨¢tico: las emisiones de gas de efecto invernadero se han duplicado desde 1980 y han provocado el aumento global de la temperatura en al menos 0,7 grados cent¨ªgrados. Otro de los factores es la contaminaci¨®n ¡ªla poluci¨®n pl¨¢stica se ha multiplicado por diez desde 1980¡ª y, finalmente, las especies for¨¢neas invasoras, que han aumentado un 70% desde 1970 en al menos 21 pa¨ªses.

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Algunas de las especies en peligro de extinci¨®n

Informes alarmistas abundan desde hace tiempo. Este no es uno m¨¢s. Elaborado durante los ¨²ltimos tres a?os por 145 expertos de 50 pa¨ªses y con colaboraciones de otros 310 especialistas m¨¢s, el estudio Evaluaci¨®n Global sobre Biodiversidad y Ecosistemas, de m¨¢s de 1.500 p¨¢ginas, es uno de los m¨¢s amplios realizados a escala mundial ¡ªeval¨²a los cambios en las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas¡ª y el primero que analiza la situaci¨®n de la biodiversidad desde 2005. Aunque no ser¨¢ publicado en totalidad hasta m¨¢s entrado el a?o, el resumen de las conclusiones, aprobadas tras una reuni¨®n de una semana de la IPBES, un organismo independiente impulsado por la ONU, en la sede de la Unesco en Par¨ªs, no es nada alentador.

"La vida en la Tierra se est¨¢ deteriorando r¨¢pidamente en todo el mundo y virtualmente todos los indicadores del estado global de la naturaleza est¨¢n decreciendo", subray¨® Settele al presentar el informe en rueda de prensa en Par¨ªs. "Ya nadie podr¨¢ decir que no sabemos que estamos dilapidando nuestro patrimonio mundial com¨²n", acot¨® la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

Una amenaza muy grave y real

De los ocho millones de especies que existen actualmente en el planeta ¡ªincluidos animales, insectos y plantas¡ª, un mill¨®n est¨¢ amenazado de extinci¨®n. Y esta se est¨¢ ¡°acelerando¡±: en los ¨²ltimos 40 a?os, ha aumentado el riesgo de extinci¨®n total de especies. ¡°La velocidad de extinci¨®n es centenares de veces mayor que la natural¡±, seg¨²n Paul Leadley, uno de los autores del informe.

M¨¢s del 40% de las especies anfibias, casi un tercio de los arrecifes coralinos, tiburones y especies relacionadas, as¨ª como m¨¢s de un tercio de los mam¨ªferos marinos est¨¢n amenazados. M¨¢s dif¨ªcil es hacer esta estimaci¨®n, se?alan los expertos, en el caso de los insectos, pero consideran que las pruebas existentes permiten hablar de un 10% de especies amenazadas. Y las consecuencias, advierte nuevamente Leadley, son directas para la especie humana. ¡°Dependemos de la biodiversidad y por tanto esa p¨¦rdida tiene consecuencias para nosotros¡±, subraya y pone un ejemplo sencillo: ¡°El declive constatado de los polinizadores tiene efectos potencialmente muy negativos sobre la polinizaci¨®n de frutas y legumbres, o para el chocolate o el caf¨¦. Son consecuencias directas¡±.

Desde el siglo XVI, al menos 690 especies vertebradas han sido llevadas a la extinci¨®n y m¨¢s del 9% de todos los mam¨ªferos domesticados usados para alimentaci¨®n y agricultura se hab¨ªan extinguido en 2016. Al menos 1.000 m¨¢s est¨¢n todav¨ªa amenazados, contin¨²a el informe.

Aunque este no especifica cu¨¢les son las regiones m¨¢s afectadas, la bi¨®loga argentina Sandra D¨ªaz, que copresidi¨® el proceso de evaluaci¨®n, indic¨® que son muchas ¨¢reas en Am¨¦rica Latina, algunas en el sureste asi¨¢tico y tambi¨¦n buena parte de ?frica. ¡°Pero globalmente, todo el mundo deber¨ªa estar preocupado, porque estamos crecientemente interconectados y lo que pasa en una regi¨®n, inevitablemente tendr¨¢ repercusiones en el resto del mundo¡±, puntualiz¨®. ¡°Somos una ¨²nica red de vida interconectada. Y esto no es una met¨¢fora¡±.

El informe deja claro que no se pueden separar objetivos de medioambiente de metas de desarrollo. La actual tendencia negativa en biodiversidad y ecosistemas ¡°minar¨¢¡± los avances en el 80% de las metas estimadas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU fijados para 2030, especialmente en materia de fin de la pobreza, hambre, salud, agua, ciudades sostenibles, clima, vida submarina y ecosistemas terrestres (los objetivos 1, 2, 3, 6, 11, 13, 14 y 15).

¡°Los objetivos para conservar la naturaleza y lograr la sostenibilidad no pueden ser logrados con la trayectoria actual, y las metas fijadas para 2030 y m¨¢s all¨¢ solo se conseguir¨¢n mediante cambios transformativos de car¨¢cter econ¨®mico, social, pol¨ªtico y tecnol¨®gico¡±, recalcan los expertos.

Acciones urgentes

Se puede detener esta ¡°crisis¡±, explica Leadley, pero ello va a requerir ¡°una transformaci¨®n de nuestro modo de desarrollo¡±. Y una implicaci¨®n a todos los niveles.

Entre las pol¨ªticas a cambiar est¨¢n los ¡°subsidios malos para el medioambiente¡± como los de la industria energ¨¦tica, el transporte o a la agricultura, se?al¨® el hasta ahora presidente del IPBES, Robert Watson, para quien los gobiernos tambi¨¦n tienen que abandonar el uso del PIB para calcular la riqueza e incorporar el capital natural y humano de sus pa¨ªses, ¡°que ser¨ªa una mejor medida¡±. ¡°Necesitamos un paradigma econ¨®mico modificado para un futuro m¨¢s sostenible¡±, dijo. Pero tambi¨¦n los ciudadanos de a pie pueden aportar su grano de arena, cambiando por ejemplo sus h¨¢bitos de consumo, seg¨²n los expertos. Estos se?alan tambi¨¦n a las comunidades ind¨ªgenas, en cuyos territorios la biodiversidad est¨¢ mucho mejor preservada, como un modelo a seguir.

¡°Nuestro saber local, ind¨ªgena y cient¨ªfico est¨¢ demostrando que tenemos soluciones, as¨ª que basta de excusas, tenemos que vivir de manera diferente en la Tierra¡±, dijo el administrador del Programa de Desarrollo de la ONU, Achim Steiner.

Tras tanto panorama pesimista, un rayo de esperanza: ¡°Hemos visto ya las primeras acciones e iniciativas para un cambio transformativo, como pol¨ªticas innovadoras por parte de muchos pa¨ªses, autoridades locales y empresas, pero especialmente por gente joven en todo el mundo¡±, valor¨®? Watson. ¡°Desde los j¨®venes tras el movimiento #VoiceforthePlanet, a huelgas escolares por el clima, hay una corriente de comprensi¨®n acerca de la necesidad de una acci¨®n urgente si queremos asegurar algo parecido a un futuro sostenible¡±.