Cuatro f¨®rmulas para no morir en soledad
Pedro devolvi¨® a Bego?a las ganas de vivir. Vivian charla con ?ngela. Un hombre de 21 y otro de 90 se hacen amigos. Varias experiencias contra el aislamiento de los mayores
Se llamaba Amanda y llevaba muerta cinco a?os, tendida en el suelo de la cocina de su casa, en Madrid. Ning¨²n vecino se hab¨ªa percatado de que esta mujer de 83 a?os hab¨ªa sufrido un ictus mortal. La polic¨ªa hall¨® su cad¨¢ver, momificado, tras un aviso de su sobrina, que vive en Israel. Ocurri¨® hace un mes. Es el ejemplo m¨¢s extremo del aislamiento y cada cierto tiempo se difunde un nuevo caso. Alguien a quien nadie, ni familiares, ni amigos, ni el tendero, ni la farmac¨¦utica, echaron de menos. Ayer mismo se conoci¨® la muerte en soledad de otro hombre de 85 a?os en Alicante.
La soledad es una de las formas m¨¢s extendidas de exclusi¨®n. No est¨¢ necesariamente vinculada a la edad, pero s¨ª afecta especialmente a los mayores. En Espa?a, 4,7 millones de personas viven solas, seg¨²n cifras del INE. De ellas, m¨¢s de dos millones tienen m¨¢s de 65 a?os. M¨¢s de 850.000 han superado el umbral de los 80. La esperanza de vida aumenta y los modelos familiares cambian. Surgen iniciativas para combatir este mal. Para tejer una red que acompa?e a los m¨¢s vulnerables. A quienes necesitan charlar, dar un paseo, sentir que vuelven a importarle a alguien.
Vig¨ªas contra la soledad
Barcelona ha desplegado en 42 barrios el proyecto Radars, donde los propios vecinos monitorizan a los ancianos que viven solos en su zona
El centro de salud del barrio se al¨ªa con los mayores
Los m¨¦dicos de familia detectan a los ancianos que necesitan apoyo y se les asignan voluntarios, muchos salidos de las consultas de un ambulatorio de Valencia
Bego?a vuelve a ver La Concha
Viv¨ªa sola y aislada hasta que Pedro, un voluntario que le hace compa?¨ªa todas las semanas, le ha devuelto la ilusi¨®n por vivir
¡°Te consume toda la energ¨ªa¡±
Ancianos y estudiantes combaten juntos la soledad una tarde a la semana en Sevilla
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