Vig¨ªas contra la soledad
Barcelona ha desplegado en 42 barrios el proyecto Radars, donde los propios vecinos monitorizan a los ancianos que viven solos en su zona
El traj¨ªn en la mercer¨ªa Tarragona, en el barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia, comienza temprano. El g¨¦nero amuralla el mostrador desde las estanter¨ªas y, al otro lado de la barra, dos butacas blancas se acurrucan en una esquina. ¡°Adem¨¢s de comprar, los vecinos vienen y se sientan aqu¨ª, te explican, charlan. Nosotros estamos al caso de los que viven solos y si vemos algo raro, avisamos a la familia¡±, explica la due?a, Vivian Cartes. Su local es uno de los puntos de vigilancia vecinal del proyecto Radars, un dispositivo comunitario que funciona en 42 barrios de Barcelona para detectar y acompa?ar a ancianos que viven solos. Farmacias, comercios y vecinos est¨¢n implicados en esta red de vigilancia contra la soledad, un fen¨®meno que acecha a 55.000 ancianos en la capital catalana.
Los radares se encargan de detectar y monitorizar a personas que viven solas, vigilando su aspecto, su estado de salud o su situaci¨®n an¨ªmica. Luego, un ej¨¦rcito de voluntarios asume un abordaje m¨¢s proactivo, con llamadas y acompa?amiento a los ancianos para mitigar los efectos de la soledad. El programa, que naci¨® hace una d¨¦cada, atiende a 1.364 personas a trav¨¦s de 3.672 radares y 348 voluntarios.
?ngela Velasco apura el paso, paraguas en mano, para cobijarse en la mercer¨ªa de Vivian. La anciana, de 90 a?os, vive sola desde hace 17, cuando se qued¨® viuda. Conoci¨® Radars por una amiga. ¡°Me dijo que hac¨ªan meriendas y talleres para pasar el rato y me gust¨® la idea¡±, asegura. ?ngela juega a la canasta (un juego de cartas) y a la petanca cada tanto. Pero las horas en soledad siempre ganan la partida. ¡°Echo de menos la compa?¨ªa, el roce¡±, explica. Hace un par de meses se rompi¨® la mano y ahora, como no puede ¡°guisar¡±, come en un centro c¨ªvico del barrio. ¡°Lo que m¨¢s me preocupa de estar sola es que hay cosas que no puedo hacer¡±, admite.
La red municipal de Radars no est¨¢ sola en Barcelona. La Fundaci¨®n Amics de la Gent Gran tambi¨¦n ha desplegado un equipo de voluntarios para atender a ancianos que viven solos. ¡°Damos compa?¨ªa y amistad en sus casas o en las residencia. Hacemos visitas semanales de dos horas y organizamos actividades de socializaci¨®n, como talleres, meriendas, visitas culturales¡¡±, explica Albert Quiles, director de la fundaci¨®n. Ya atienden a unos 1.800 y, pese al incremento de personas que se apuntan como voluntarios (hay 1.900), la lista de espera no deja de crecer. Las perspectivas demogr¨¢ficas tambi¨¦n son tozudas: el 21% de la ciudad tiene m¨¢s de 65 a?os y las previsiones apuntan a que, en 2030, un tercio de los barceloneses superar¨¢n los 60 a?os.
¡°Una necesidad que detectamos es que no est¨¢n informadas de los derechos que tienen. Y hay que mejorar las infraestructuras de su entorno, eliminar barreras arquitect¨®nicas y construir espacios inclusivos¡±, apunta. Otro elemento es garantizar su seguridad, porque temen sufrir estafas, robos y abusos.
El Ayuntamiento refuerza tambi¨¦n la lucha contra la soledad con servicios de atenci¨®n domiciliaria. El programa de teleasistencia, por ejemplo, dirigido a ancianos, dependientes o personas con diversidad funcional, alcanz¨® el a?o pasado los 100.000 usuarios. Seg¨²n el Consistorio, unas 13 personas se incorporan cada d¨ªa al servicio de teleasistencia y otras seis al de ayuda a domicilio.
La Generalitat tambi¨¦n ha desplegado otros dispositivos para combatir la soledad en todo el territorio. Un tercio de los ancianos catalanes de m¨¢s de 80 a?os viven solos. El Govern, que tiene servicios de teleasistencia, centros c¨ªvicos para gente mayor y otros planes de envejecimiento activo, dispone tambi¨¦n de la Academia de Seniors, para formar a los ancianos para combatir el maltrato o las estafas. La Generalitat incorporar¨¢, adem¨¢s, en cada comarca un t¨¦cnico para combatir la soledad no deseada.
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