La ofensiva contra el aborto en EE UU llega al Supremo, que se hace a un lado
El tribunal mantiene una parte de una ley de Indiana que obliga a enterrar o incinerar los restos de fetos, pero no entra en otra que proh¨ªbe abortar por anomal¨ªa fetal
Diversos Estados norteamericanos conservadores han promulgado en los ¨²ltimos a?os leyes restrictivas del aborto, en claro desaf¨ªo a la legalidad federal. Se trata de una ofensiva destinada, al menos en parte, a comprobar hasta qu¨¦ punto el Tribunal Supremo, donde los legisladores estatales saben que acabar¨¢n esas normas, est¨¢ comprometido con el derecho constitucional al aborto, reconocido en la hist¨®rica sentencia de dicha Corte en el caso Roe contra Wade en 1973.
Los ojos estaban puestos ahora en el caso de una ley de Indiana, sobre el que se ha pronunciado el Supremo este martes. Se trataba de la primera vez que la m¨¢s alta instancia de la Justicia decid¨ªa sobre la constitucionalidad de una ley estatal restrictiva del aborto desde que, al sustituir el juez Brett Kavanaugh a Anthony Kennedy el a?o pasado, el equilibrio de la Corte se inclinara a la derecha. Ambos elegidos por presidentes republicanos, Kennedy fue un moderado defensor del derecho al aborto, mientras que la limitada jurisprudencia de Kavanaugh en la materia como juez de apelaciones despertaba dudas.
Al final, la respuesta del Supremo en esta primera batalla ha sido discreta: la comprobaci¨®n de si el Tribunal defender¨¢ el derecho al aborto ante las leyes estatales que lo cuestionan deber¨¢ esperar.
Una instancia judicial inferior hab¨ªa anulado las dos partes de la ley de Indiana en cuesti¨®n, firmada en 2016 por el hoy vicepresidente Mike Pence cuando era gobernador del Estado del Medio Oeste: una que obligaba a enterrar o incinerar los restos de los fetos, y otra que prohib¨ªa abortar por anomal¨ªas fetales (as¨ª como por motivos de sexo o raza). Esta ¨²ltima era m¨¢s enjundiosa porque limitaba los motivos para realizar un aborto, derecho que Roe contra Wade garantiza sin l¨ªmites hasta que el feto sea viable.
El Tribunal Supremo mantiene en vigor la parte que obliga a deshacerse de los fetos como restos humanos, ya que considera que la medida no implica una limitaci¨®n del derecho a abortar. Pero da un paso al lado en la otra cuesti¨®n, que plantea un debate m¨¢s amplio y s¨ª acarrea una restricci¨®n de derechos. El Supremo decide no tomar en consideraci¨®n la apelaci¨®n del Estado de Indiana contra la decisi¨®n del Tribunal de Apelaciones que anul¨® la prohibici¨®n de abortar por anomal¨ªas fetales, e indica que esperar¨¢ a que otros tribunales se pronuncien. ¡°Seguimos nuestra pr¨¢ctica habitual de negar peticiones en tanto que suscitan cuestiones legales que no han sido tenidos en consideraci¨®n por otras cortes de apelaciones¡±, dice el Tribunal.
La decisi¨®n de no pronunciarse todav¨ªa sobre el asunto se produce en medio de un recrudecimiento de la ofensiva antiabortista. Hace dos semanas, Alabama aprob¨® una ley que b¨¢sicamente prohibir¨ªa el aborto en el Estado, y los propios legisladores reconocen que buscan presionar al Supremo para pronunciarse sobre el derecho establecido en Roe contra Wade. Este mismo martes, se ha sabido que las autoridades de Misuri amenazan con no renovar la licencia a la ¨²nica cl¨ªnica que practica abortos en el Estado.
El Supremo, a juzgar por su decisi¨®n de este martes, parece dispuesto a proceder con cautela y sin prisas: lleva desde enero valorando si entrar o no a revisar la ley de Indiana, y la escueta decisi¨®n de tres p¨¢ginas indica que el compromiso entre los jueces fue complicado. Las progresistas Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor aseguraron que habr¨ªan ratificado la decisi¨®n del Tribunal de Apelaciones, manteniendo anuladas las dos partes de la ley. El conservador Clarence Thomas, por su parte, adjunt¨® una escrito de 20 p¨¢ginas en el que defiende que el Supremo tendr¨¢ en alg¨²n momento que pronunciarse sobre los, en sus palabras, ¡°abortos eugen¨¦sicos¡±
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