Es mejor acompa?ar que abandonar
Si la eutanasia va de libertad, lo ¨²nico que la sociedad y el entorno pueden hacer es velar porque se cumplan las garant¨ªas exigibles
En las fotos se la ve plet¨®rica y eso puede producir una falsa impresi¨®n. Cualquiera que haya visto de cerca los estragos de la anorexia sabe lo devastadora que es. Pero pensar que esa hermosa joven hab¨ªa pedido la eutanasia y que pudo recibirla, aunque este extremo no est¨¢ confirmado, suscita dudas sobre si se habr¨ªa podido hacer algo m¨¢s por animarla a vivir. Pero la familia de Noa Pothoven hab¨ªa hecho todo lo posible por ayudarla. Y ella segu¨ªa insistiendo en querer morir. Conoc¨ªa la experiencia de haber sido internada y tratada por la fuerza y hab¨ªa dicho que de ning¨²n modo quer¨ªa volver a pasar por ah¨ª.
B¨¦lgica y Holanda permiten la eutanasia en patolog¨ªas psiqui¨¢tricas incurables que causen gran sufrimiento. Son los casos m¨¢s dif¨ªciles. La propia naturaleza de la enfermedad puede hacer pensar al enfermo que no tiene tratamiento posible cuando, tal vez, con el tiempo pudiera tenerlo. Las enfermedades psiqui¨¢tricas evolucionan. Pero nadie puede asegurarlo. La persistencia de Noa en el deseo de morir colocaba a quienes la quer¨ªan en un dilema terrible: ayudarla a irse con dignidad o deso¨ªr sus s¨²plicas y esperar a que un d¨ªa, haciendo acopio de fuerzas, se arrojara por la ventana o se cortara las venas con el riesgo de no conseguirlo y a?adir nuevas secuelas a su mal vivir.
El suyo hab¨ªa sido un sufrimiento compartido: ¡°[Sobre]vivir. En este libro leer¨¢s c¨®mo lo hago. O c¨®mo lo intento¡± escribi¨® en Winnen of leren (Ganar o aprender), el libro en el que explica que fue violada y sufri¨® abusos sexuales de ni?a. Hac¨ªa tiempo que sufr¨ªa depresi¨®n, estr¨¦s postraum¨¢tico, anorexia y una angustia sin remisi¨®n.
En enero de 2018 muri¨® Aurelia Brouwers. Sufr¨ªa psicosis y anorexia. Aurelia permiti¨® que la cadena RTL Nieuws la acompa?ara las dos ¨²ltimas semanas en sus reflexiones y despedidas. ¡°Tengo 29 a?os y he elegido someterme voluntariamente a la eutanasia porque tengo problemas de salud mental. Sufro de forma insoportable y no tengo esperanza¡±, declar¨® d¨ªas antes de recibir ayuda para morir.
Las dos hab¨ªan intentado conllevar los trastornos que en mala suerte les hab¨ªan tocado. Si la eutanasia va de libertad, de autonom¨ªa personal, del derecho a disponer de la propia vida y, sobre todo, de evitar un sufrimiento que es insoportable para quien lo vive, lo ¨²nico que la sociedad y el entorno pueden hacer es velar porque se cumplan las garant¨ªas exigibles: que hayan recibido toda la ayuda posible y que sea una decisi¨®n libre e informada. Si a pesar de todo persisten, mejor acompa?arlas, que abandonarlas a su suerte.
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