Diez pa¨ªses de la UE no tienen datos fiables de violencia machista
Las distintas legislaciones de los Estados miembros y la disparidad en la recolecci¨®n de informaci¨®n hacen inviable un registro com¨²n de v¨ªctimas de cr¨ªmenes machistas
No se puede saber. No existe una estad¨ªstica oficial de v¨ªctimas ni una definici¨®n conjunta para el feminicidio ni una legislaci¨®n homog¨¦nea en torno a la violencia de g¨¦nero. El caos que rige en Europa sobre las v¨ªctimas mortales de esta epidemia, como la define la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, no permite conocer el n¨²mero exacto de mujeres que mueren a manos de sus parejas o exparejas en la UE.
La disparidad en la recogida de datos, cuando los hay, y las distintas leyes bajo las que se enmarca esta violencia hacen imposible una panor¨¢mica conjunta para luchar contra un drama que en Espa?a est¨¢ ya en las 1.001 asesinadas desde que arranc¨® el recuento oficial en 2003. Solo Espa?a y Suecia tienen una ley espec¨ªfica contra la violencia de g¨¦nero; y es el primero, adem¨¢s, uno de los pa¨ªses que m¨¢s y mejores datos recopila. Algo menos de la mitad de la Uni¨®n Europea ¡ª10 pa¨ªses frente a 18¡ª no contabiliza a las asesinadas o tienen estad¨ªsticas que no permiten compararlos con los de otros pa¨ªses. Y todo pese a que existe una hoja de ruta desde hace casi una d¨¦cada.
Las claves del Convenio de Estambul
Un marco com¨²n. El convenio de Estambul ¡ªoficialmente Convenio sobre prevenci¨®n y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia de g¨¦nero¡ª es el gran acuerdo para luchar contra la violencia de g¨¦nero e intrafamiliar que el Consejo de Europa aprob¨® en 2011. Distintos pa¨ªses de dentro y fuera de la Uni¨®n lo han ido ratificando de forma escalonada despu¨¦s. Espa?a se sum¨® en 2014. Suman 46 firmantes en 2019.
La definici¨®n. El convenio establece en su art¨ªculo 3 que por violencia contra las mujeres "se deber¨¢ entender una violaci¨®n de los derechos humanos y una forma de discriminaci¨®n contra las mujeres, y designar¨¢ todos los actos de violencia basados en el g¨¦nero que implican o pueden implicar para las mujeres da?os o sufrimientos de naturaleza f¨ªsica, sexual, psicol¨®gica o econ¨®mica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacci¨®n o la privaci¨®n arbitraria de libertad, en la vida p¨²blica o privada"
Los datos. El art¨ªculo 11 establece la necesidad de que se recojan datos peri¨®dicos y de que estos se investiguen. Los pa¨ªses integrantes del convenio "se comprometen a recoger los datos estad¨ªsticos detallados pertinentes, a intervalos regulares, sobre los asuntos relativos a todas las formas de violencia incluidas en el ¨¢mbito de aplicaci¨®n del presente Convenio".
En 2011, el Consejo de Europa aprob¨® el Convenio de Estambul, un marco para luchar contra la violencia machista y la dom¨¦stica. Los distintos pa¨ªses lo ratificaron en los a?os posteriores. Espa?a, por ejemplo, lo firm¨® en 2014.
A pesar de que ese gran acuerdo recoge la necesidad de recopilar informaci¨®n para poder establecer pol¨ªticas de prevenci¨®n, la realidad ocho a?os despu¨¦s es que ¡°los datos son limitados e incompletos¡±, seg¨²n denuncia el Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero (EIGE en sus siglas en ingl¨¦s) en su ¨²ltimo informe, que se ha hecho p¨²blico recientemente.
El trabajo, con datos de los sectores policial y judicial sobre la violencia dentro de la pareja en la Uni¨®n Europea, alerta de que ¡°la falta de una recolecci¨®n y un registro minucioso de los datos sobre violencia entre parejas hace dif¨ªcil poder comparar datos claros y ¨²tiles entre Estados miembros¡±.
Desde que se aprob¨® el Convenio de Estambul, este instituto ha desarrollado 13 indicadores para conocer la magnitud de la violencia contra las mujeres, desde abusos y agresiones sexuales o psicol¨®gicas a los asesinatos. Respecto a las v¨ªctimas mortales, hay 18 pa¨ªses que recopilan datos policiales comparables sobre el n¨²mero anual de mujeres mayores de edad asesinadas por su pareja o expareja. Adem¨¢s de Espa?a, est¨¢n Portugal, Reino Unido, Italia, Francia, Ruman¨ªa, Suecia o Finlandia, entre otros que muestra el gr¨¢fico que acompa?a a esta informaci¨®n.
Un grupo m¨¢s reducido ¡ªque incluye a Grecia, Luxemburgo, Pa¨ªses Bajos y Austria¡ª recopilan datos parciales, y otros seis no ofrecen informaci¨®n. En este grupo est¨¢ por ejemplo B¨¦lgica, que no registra esa informaci¨®n, Bulgaria, que solo la recopila a nivel judicial, o pa¨ªses que no establecen la relaci¨®n entre v¨ªctima y agresor, como Dinamarca, Irlanda, Chipre y Polonia.
No disponer de datos fiables ¡°es un problema muy grave¡±, considera Encarna Bodel¨®n, profesora de Derecho, responsable del grupo de investigaci¨®n Ant¨ªgona y responsable de la recopilaci¨®n de datos de Espa?a en el informe de EIGE. ¡°Conseguir indicadores europeos es complej¨ªsimo porque las bases de datos son ca¨®ticas, sin datos comparables y que adem¨¢s parten de c¨®digos penales muy distintos¡±, a?ade esta experta.
¡°Otra limitaci¨®n es la falta de legislaci¨®n homog¨¦nea¡±, a?ade Cristina Fabr¨¦, experta en violencia de g¨¦nero que trabaja en el EIGE. Recuerda que solo Espa?a y Suecia contemplan un delito espec¨ªfico en el ¨¢mbito de la pareja o expareja, frente al resto de pa¨ªses que legislan la violencia dom¨¦stica (dentro de la familia) y contemplan, en algunas ocasiones, los casos entre parejas como un agravante.
Datos obligatorios
?Por qu¨¦ no se cumple el convenio de Estambul? ¡°Se hacen recomendaciones, pero no hay sanciones. Si no se cumple el art¨ªculo que pide la recopilaci¨®n de datos no pasa nada¡±, a?ade Fabr¨¦. ¡°Disponer de datos comparables y confiables mostrar¨¢ la escala del problema y ser¨¢ una llamada de atenci¨®n para adoptar pol¨ªticas basadas en informaci¨®n a nivel nacional y de la UE¡±, se?ala Ana Sofia Fernandes, presidenta de la Plataforma Portuguesa para los Derechos de las Mujeres y vicepresidenta del Lobby Europeo de Mujeres.
Para Fernandes, el convenio del Consejo de Europa brinda una oportunidad clave, tanto para avanzar hacia el desarrollo de sistemas homog¨¦neos de recopilaci¨®n de datos, como para implementar definiciones homog¨¦neas de los delitos que adem¨¢s se ajusten a las disposiciones del Convenio de Estambul.
Las tres expertas coinciden en que la ¨²nica forma de saber si las pol¨ªticas de prevenci¨®n funcionan es ver c¨®mo evoluciona la estad¨ªstica. El relato de estas tres mujeres es tambi¨¦n el del Grevio, el ¨®rgano de personas expertas independientes que se encarga de vigilar la aplicaci¨®n del Convenio de Estambul. Desde el comienzo, siempre han pedido lo mismo: datos fiables. Esos datos comparables de los que Europa est¨¢ a¨²n tan lejos ¡°son la clave para asegurar una comprensi¨®n adecuada de la extensi¨®n y la evoluci¨®n del problema y para revelar la magnitud del abuso que sufren las mujeres en el hogar, el trabajo, en p¨²blico y en l¨ªnea en cualquier lugar de Europa¡±, concluye Fernandes.
Las otras violencias pendientes
¡°Durante d¨¦cadas, las organizaciones de mujeres en Europa han recordado la necesidad de recopilar regularmente datos fiables sobre la prevalencia de todas las formas de violencia contra las mujeres y las ni?as¡±, recuerda Ana Sof¨ªa Fernandes, vicepresidenta del Lobby Europeo de Mujeres.
El convenio de Estambul recoge que se contabilicen otros cr¨ªmenes adem¨¢s de la violencia en la pareja. Y ah¨ª Espa?a no hace bien la tarea. ¡°Se ha conformado con que ten¨ªamos muy buenos datos en el ¨¢mbito de la familia, pero est¨¢ claro que hacen falta avances para otros casos¡±, considera la profesora de Derecho Encarna Bodel¨®n.
Desde octubre el Gobierno prepara una nueva lista, en paralelo a la actual, para contabilizar asesinatos similares a los de Diana Quer o Laura Luelmo, a quienes mataron dos hombres que no conoc¨ªan tras agredirlas sexualmente. El Gobierno no ha fijado a¨²n la fecha exacta del inicio de ese recuento ni si se har¨¢ a partir del pasado octubre o con datos previos.
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