Una l¨ªnea roja contra la ampliaci¨®n del aeropuerto de Barcelona

Durante tres d¨ªas, activistas de una quincena de organizaciones catalanas y espa?olas han participado en la conferencia internacional de Stay Grounded, titulada Decrecimiento de la aviaci¨®n. Se trata de una red que naci¨® en 2016 en Viena para poner en contacto los colectivos ambientalistas que defienden la reducci¨®n de los vuelos para reducir la contaminaci¨®n, y que ya tiene su ramificaci¨®n en Barcelona, formada por el Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa Ambientales (ICTA) de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona (UAB), Ecologistas en Acci¨®n, Observatorio Desc, ClimAcci¨®, Rebeli¨®n o Extinci¨®n, Asamblea de Barrios para un Turismo sostenible, Gav¨¤ Mar Asociaci¨®n de Vecinos o Families for Future Barcelona.

Magdalena Heuwieser es una de las fundadoras de la red. Lleg¨® el pasado viernes desde Viena en tren, junto con otros compa?eros. Cuenta que el colectivo defiende ¡°13 medidas para conseguir un sistema de transporte justo y reducir el tr¨¢fico a¨¦reo¡±. Entre ellas, poner fin a los medios de transporte m¨¢s contaminantes y que favorecen el cambio clim¨¢tico; reducir el transporte de mercanc¨ªas disminuyendo la demanda de bienes que proceden de pa¨ªses lejanos y tener como objetivo la justicia clim¨¢tica. Si se fijan en la aviaci¨®n es porque es un medio de transporte muy contaminante y que se prev¨¦ que crezca hasta un 300% en los pr¨®ximos 30 a?os.

No le gusta la etiqueta ¡°flygskam¡± (verg¨¹enza de volar), que se ha popularizado en Suecia para rechazar ir en avi¨®n, porque apela a la responsabilidad individual, y Heuwieser defiende que esta es una lucha colectiva, a la cual se debe frente desde la pol¨ªtica. Los datos indican que el 80% de la poblaci¨®n no ha cogido nunca un avi¨®n, pero las consecuencias negativas de la contaminaci¨®n a¨¦rea se sufre en todo el mundo. De hecho, hay un 20% de la poblaci¨®n que coge aviones y un 10% que lo hace con una mayor frecuencia.

Por eso, algunas de las medidas que se han trabajado este fin de semana son poner un impuesto al queroseno y a los voladores frecuentes; reducir o limitar los vuelos de distancias cortas, es decir, de unos 1.500 kil¨®metros, que se pueden hacer con otros medios de transporte como el tren; cambiar las pol¨ªticas de viajes de empresas e instituciones, para volar menos y apostar por las videoconferencias o los trenes; o poner l¨ªmite al turismo de masas.

Si Stay Grounded ha escogido Barcelona para celebrar este encuentro es precisamente porque es una ciudad muy afectada por el turismo, donde el 80% de los visitantes llegan en avi¨®n. Tiene el aeropuerto con m¨¢s actividad del Mediterr¨¢neo y el s¨¦ptimo de Europa. El aeropuerto de Barcelona registr¨® 5,10 millones de pasajeros el pasado junio, un 6,2% m¨¢s con respecto al mismo periodo de 2018, lo que supuso un r¨¦cord para este mes, seg¨²n datos de Aena. Adem¨¢s, la capital catalana tambi¨¦n registra un porcentaje muy elevado de cruceros, otro de los sistemas de transporte que m¨¢s contaminan. Precisamente, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, propuso hace 10 d¨ªas ¡°poner l¨ªmites¡± a los cruceros y al crecimiento del aeropuerto?por la situaci¨®n de emergencia clim¨¢tica. Entre unos y otros, han abierto la caja de los truenos.