¡°Esto es proteger menos a las mujeres que beben y quedan inconscientes¡±
La catedr¨¢tica Patricia Faraldo analiza la sentencia del caso Manresa y la revisi¨®n del C¨®digo Penal: "La violaci¨®n debe ser un delito sin consentimiento, no contra la voluntad"
Patricia Faraldo Cabana, catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad de A Coru?a, es miembro permanente de la comisi¨®n general de codificaci¨®n que elabor¨® un informe para revisar los delitos sexuales en el C¨®digo Penal, remitido al Gobierno en diciembre de 2018 y que ped¨ªa, entre otros cambios, eliminar el abuso sexual de la ley: todo es agresi¨®n. Defiende que la sentencia del caso de Manresa ¡°es un ejemplo claro de que la distinci¨®n entre agresi¨®n y abusos sexuales debe desaparecer. Un hecho de estas caracter¨ªsticas es tan grave como uno con intimidaci¨®n. Socialmente no se entiende la diferencia¡±.
Pregunta. ?En qu¨¦ cree que falla esta sentencia?
Respuesta. Es un ataque a una menor de edad por al menos cinco sujetos que se aprovechan de la inconsciencia. La libertad sexual de ella se ve tan afectada por estos hechos como si le hubieran puesto una navaja al cuello. Castigar menos estos supuestos significa proteger menos a las mujeres que se emborrachan, fuman marihuana y quedan inconscientes porque no pueden tolerar las sustancias. Es como decirles: ¡®No bebas, te protegeremos menos¡¯.
P. ?Qu¨¦ habr¨ªa cambiado con la propuesta de los expertos?
R. Se equiparan violencia o intimidaci¨®n a la actuaci¨®n conjunta de dos o m¨¢s personas. Ser¨ªa uno de los casos m¨¢s graves.
P. ?Cambiar¨ªan las penas?
R. No. No es una cuesti¨®n de penas sino de calificaci¨®n jur¨ªdica y de interpretaci¨®n sexista.
P. ?Por qu¨¦ sexista?
R. Si a una persona la rodean cinco chicos de noche, borracha y, sin decirle nada, extienden la mano y le piden la cartera, siempre se va a considerar robo con violencia. Si le ocurre a una mujer y le piden relaciones sexuales, vamos a discutir si consinti¨® o no. La violaci¨®n debe ser un delito que se realiza sin consentimiento de la v¨ªctima y no contra su voluntad. Esto ¨²ltimo obliga a analizar el comportamiento de la v¨ªctima siempre: ?Se ha opuesto suficientemente? Y no centra la atenci¨®n en el autor, lo importante es el comportamiento de ¨¦l. Tiene que haber un cambio de paradigma. El silencio no es consentimiento ni debe ser interpretado como tal. Ante la duda, el hombre debe abstenerse. Si no est¨¢ seguro de si ella consiente o no o si ella calla, que no la toque. Ese tiene que ser el mensaje y no el de ahora, que si ella calla, consiente.
P. ?Le sorprende que el cambio a¨²n no est¨¦ en marcha?
R. La interinidad del Gobierno no ayuda. Tampoco hab¨ªa una clara voluntad de modificar esto. Entre los especialistas no hay un acuerdo generalizado sobre que haya que modificar los delitos sexuales. La solicitud de Catal¨¢ [Rafael Catal¨¢, ministro de Justicia en abril de 2018] era analizar si hab¨ªa razones para modificar los delitos sexuales. La comisi¨®n no fue muy partidaria de modificaciones de gran calado, lo que se entreg¨® es un fraude de etiquetas. Lo llamamos de otra forma, todo es agresi¨®n, pero mantenemos la distinci¨®n entre violencia e intimidaci¨®n y el resto.
P. ?C¨®mo hubiera sido una reforma de calado?
R. La proposici¨®n de Unidas Podemos, centrada en la falta de consentimiento de la v¨ªctima y que equipara violencia e intimidaci¨®n con agresiones a personas que se hallen privadas de sentido.
P. ?Est¨¢ satisfecha con el resultado final de la comisi¨®n?
R. Estoy absolutamente en contra, era un informe muy malo t¨¦cnicamente. No responde a lo que ped¨ªa la ciudadan¨ªa. No estuve en la ¨²ltima reuni¨®n y no pude dejar constancia de mi rechazo, pero envi¨¦ una alternativa.
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