Una historia para aprender
El autor saca una moraleja de las inundaciones de Venecia: "Todo puede convertirse en una oportunidad para el beneficio de los corruptos"
Una vez m¨¢s, Venecia hace temblar al mundo. El acqua alta, o m¨¢s bien alt¨ªsima, inunda la bas¨ªlica de San Marcos, que el gran intelectual John Ruskin consideraba casi el reloj o el term¨®metro del mundo; tan inmenso y precioso es el patrimonio art¨ªstico y la memoria que contiene. Y cada acqua altanos revela lo que ya sab¨ªamos: cada uno de estos acontecimientos, que podr¨ªan parecer una fiebre pasajera, es, en cambio, el s¨ªntoma de una enfermedad mortal. Por mucho que digan los negacionistas (encabezados por Trump), el cambio clim¨¢tico ya ha alterado irreversiblemente algunas ¨¢reas del mundo, y el Mediterr¨¢neo es una de ellas. En 20 o 30 a?os la condici¨®n patol¨®gica de estos d¨ªas ser¨¢ permanente. Venecia, y much¨ªsimas ciudades costeras, quedar¨¢n sumergidas, y para visitarlas, necesitaremos un equipo de buceo.
Y, sin embargo, tambi¨¦n es demasiado f¨¢cil acusar a Trump y sus ac¨®litos mientras sentimos que estamos en el lado correcto. ?Por qu¨¦ no conseguimos hacer nada? Todos los Gobiernos italianos, de cualquier signo, se han alineado del lado de los que creen que debemos reaccionar r¨¢pidamente ante el cambio clim¨¢tico. ?Pero qu¨¦ han hecho por Venecia? En esta ciudad milagrosa, se comprendi¨® enseguida la necesidad de defenderla del agua, hasta el punto de lanzar un proyecto tecnol¨®gicamente avanzado para la ¨¦poca, el MOSE (M¨®dulo Experimental Electromec¨¢nico), frente al crecimiento incontrolado del agua. Su historia tiene mucho que ense?ar, tambi¨¦n fuera de Italia. Incluso antes de los recientes cambios clim¨¢ticos, Venecia es un claro ejemplo de equilibrio profundamente alterado entre el centro y la periferia, entre la naturaleza y la cultura; pero tambi¨¦n de la avaricia y la corrupci¨®n que transforman los problemas ecol¨®gicos en oportunidades de ganancias privadas. El MOSE ten¨ªa que haberse inaugurado en 1995, pero las obras a¨²n no han concluido y nadie sabe cu¨¢ndo (y si) se completar¨¢n. Es una historia de corrupci¨®n pol¨ªtica y desperdicio de recursos p¨²blicos. El MOSE fue deseado por las empresas para su propio beneficio y no el de los ciudadanos, ni tampoco el de Venecia. ?Cu¨¢l es la moraleja? Todo, incluso la inminente cat¨¢strofe del mundo, puede convertirse en una oportunidad para el beneficio c¨ªnico de los corruptos. No basta con entender que hay un problema, no es suficiente querer resolverlo. No hay buena pol¨ªtica sin una moral garantizada.
Salvatore Settis es historiador del arte y arque¨®logo. Traducci¨®n de Newsclips.
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