Cuatro vidas que cambiaron por un mensaje de m¨®vil
En un mundo saturado de mensajes, impactos visuales y audios a trav¨¦s del m¨®vil, un 'whatsapp', imagen o sms a tiempo puede suponer un cambio radical. Estos son cuatro claros ejemplos
El SMS que lleg¨® 20 a?os despu¨¦s
Un whatsapp en la monta?a que ayud¨® a rescatar a dos j¨®venes desorientados en medio de la noche y el fr¨ªo. Un sms que abri¨® las puertas a una mujer de 82 a?os para ser actriz. Una cuenta personal de Instagram que ha contribuido a colocar en el mapa a un pueblo rec¨®ndito de la Espa?a vaciada. Son tres historias reales que demuestran hasta qu¨¦ punto un mensaje enviado o recibido a tiempo ha ayudado a cambiar la vida de distintas personas. Protagonistas an¨®nimos, como tantos otros, a quienes la tecnolog¨ªa ha transformado, para bien, su existencia.
Josa tambi¨¦n existe (en Instagram)
Con buenas fotos, 'hashtags' y 'stories', Eva Serrano ha puesto en el mundo cibern¨¦tico el pueblo de Josa: 34 habitantes que comienzan a recibir turismo gracias a su promoci¨®n en redes
Dicen en Josa que son el ¨²nico pueblo de Espa?a con m¨¢s museos que bares. De lo primero tiene tres: el Paleontol¨®gico, uno etnogr¨¢fico y el de la Moto; de lo segundo tiene solo uno que se llama, como reza su cartel, simplemente Bar. Enclavado en la comarca turolense de Cuencas Mineras, es un prototipo de la Espa?a vaciada: 34 pobladores censados, apenas una docena en invierno, una densidad de poco m¨¢s de un habitante por km2.
En verano pasan de 300, aunque parecen bastantes m¨¢s a juzgar por un variopinto programa cultural formado por presentaci¨®n de libros, talleres, excursiones o conferencias y desproporcionado para el tama?o de la localidad. ?C¨®mo se ha conseguido? Gracias al milagro de Instagram y del empe?o de una mujer que, antes de 2014, ni siquiera utilizaba el tel¨¦fono como un smartphone:?se trata de Eva Serrano, ma?a de 45 a?os, dise?adora gr¨¢fica, fot¨®grafa aficionada y empresaria hostelera. ¡°S¨ª, nos movemos mucho. Teruel existe y Josa resiste. En una ciudad nadie es imprescindible; en un pueblo, todos los son¡±, resume.
Ella es la prueba de c¨®mo un movimiento casual puede desencadenar el efecto domin¨®. Le ocurri¨® en 2014, ¡°cuando estaba aburrida en el sof¨¢ por una baja laboral¡±. Entonces le lleg¨® un sms de un amigo suyo que conoc¨ªa sus aficiones: ¡°Hola Eva, ?conoces Instagram? Va de fotograf¨ªa, te va a interesar¡±.
"Lo que m¨¢s ilusi¨®n me hace es que una tecnolog¨ªa tan espont¨¢nea e inmediata facilite el calor humano. Misi¨®n cumplida"
¡°Usaba poco el m¨®vil; este amigo tuvo que instalarme la aplicaci¨®n y ense?arme a usarla¡±, asegura. Al poco tiempo alcanzaba el nivel de experta, cre¨® un perfil para su bar de Zaragoza, el Mantis, organiz¨® exposiciones semanales (acumula decenas de miles de im¨¢genes) y hasta exposiciones, tanto monogr¨¢ficas como de varios artistas.
Quedaba otra pasi¨®n por a?adir: Josa, su pueblo y el de su familia paterna de toda la vida, al que acude de domingo a martes en cuanto amaina el fr¨ªo de abril a septiembre. El perfil de Instagram @josa_teruel es m¨¢s modesto, pero suma y convierte algunas visitas virtuales en presenciales, de eso se trata. Gente que, sin conocer ni siquiera el pueblo, se ha animado a visitarlo tras ver esas fotograf¨ªas tomadas con el estilo que define esa resistencia josina: ¡°Optimismo y sensibilidad, son mejores que el pesimismo para sobrevivir¡±.
Los habitantes de Josa se han vuelto, adem¨¢s, sus mejores embajadores: ¡°Algunos abuelos se han abierto un perfil en Instagram para ver las fotos o las comparten en chats de WhatsApp con la familia. Eso es lo que m¨¢s ilusi¨®n me hace, que una tecnolog¨ªa tan espont¨¢nea e inmediata facilite el calor humano. Misi¨®n cumplida¡±.
Cuca, la 'megastar' de 82 a?os gracias al m¨®vil
Harta de no acudir a castings y perder papeles por no dominar el m¨®vil, esta veterana actriz decidi¨® hacer un curso. El resultado: ha conseguido ser la protagonista de un importante 'spot' publicitario
El a?o pasado, Alejandra Valero, Cuca (Almoguera, Guadalajara, 1937) recibi¨® una de las noticias m¨¢s felices de los ¨²ltimos tiempos. Un sms parpade¨® en la pantalla de su tel¨¦fono. Despu¨¦s de un casting complicado, hab¨ªa sido seleccionada para protagonizar un importante spot publicitario (que, por razones de confidencialidad, no puede revelar) . No era la primera vez que esta vecina de 82 a?os que reside en Torrej¨®n de la Calzada (Madrid) participaba en un anuncio. Tras una vida de mucho trabajo y crianza, Cuca decidi¨® hace tres a?os cumplir una de sus grandes ilusiones: dedicarse a la interpretaci¨®n. ¡°Era el sue?o de mi vida, pero mi padre no me dej¨® ser actriz; en aquella ¨¦poca era imposible¡±, recuerda.
Muchas d¨¦cadas despu¨¦s, a punto de cumplir los 80 y gracias a la ayuda de una sobrina, Cuca se apunt¨® a una agencia de publicidad. Enseguida le llamaron para contar con ella en rodajes. ¡°Recib¨ªa las ofertas, los guiones, las convocatorias, pr¨¢cticamente todo por WhatsApp, por mensajes¡ Pero, como no sab¨ªa contestarlos, ten¨ªa que recurrir continuamente a mis hijas o a mis nietos¡±, explica. Hasta que el a?o pasado recibi¨® aquel sms que le abri¨® de par en par el acceso las nuevas tecnolog¨ªas y, de alguna forma, le cambi¨® la vida. ¡°Decid¨ª que ya era hora de aprender por m¨ª misma c¨®mo funcionaba un smartphone,?navegar por algunas p¨¢ginas, conocer aplicaciones¡¡±, cuenta.
"Si t¨² me lo pides, me quedo"
?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si un d¨ªa, rebuscando entre recuerdos de hace 20 a?os, encuentras un antiguo m¨®vil y, al encenderlo, se ilumina y aparece un mensaje de una antigua pareja a la que le perdiste la pista? ?Y qu¨¦ pasar¨ªa si comenzaras a buscarla... y la encontraras? A veces, los mensajes no llegan cuando uno quiere, sino en el momento adecuado.
Dicho y hecho. Cuca acaba de completar un curso de formaci¨®n en el uso de herramientas tecnol¨®gicas para personas mayores que la Fundaci¨®n Cibervoluntarios ofrece a trav¨¦s del programa Expertclick.org.? ¡°Las nuevas tecnolog¨ªas me han ayudado mucho: a trav¨¦s del m¨®vil mantengo el contacto con compa?eras de casting y con las empresas, que me env¨ªan las instrucciones y los guiones. Sin saber c¨®mo funciona un smartphone no podr¨ªa hacer nada de eso¡±, admite. Cuca ha aprendido a abrir y a enviar correos electr¨®nicos, a adjuntar im¨¢genes, a subir contenidos a la nube, a utilizar los mapas de localizaci¨®n para desplazarse por la ciudad... ¡°No me quiero quedar atr¨¢s, me encanta estar siempre al d¨ªa¡±, sentencia. Y tiene claro que quiere avanzar en las nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Ofrecen muchas posibilidades que todav¨ªa no conozco y me interesa saber m¨¢s¡±.
Un 'whatsapp' de auxilio a 2.400 metros de altura
Pol Cova y Stamen Miroslavov enviaron sus coordenadas exactas a los bomberos en medio de la noche y la nieve a trav¨¦s del tel¨¦fono.?El mensaje los salv¨®
El 16 de noviembre de 2019 permanecer¨¢ en el recuerdo de Pol Cova y Stamen Miroslavov, de 23 y 29 a?os, aficionados a la monta?a con experiencia acumulada en traves¨ªas exigentes, quienes pasaron momentos de angustia cuando la noche y el fr¨ªo les sorprendi¨® a m¨¢s de 2.000 metros. El d¨ªa, despejado y con sol, muy fr¨ªo, invitaba a salir al monte. Las condiciones meteorol¨®gicas eran buenas y estos dos amigos decidieron ascender hasta un refugio ubicado en la parte alta del macizo del Cad¨ª, en el Prepirineo catal¨¢n, a 2.400 metros, y pasar all¨ª la noche. ¡°La ruta no era complicada. El problema es que, a la hora de hacerla, tuvimos que seguir un camino que no estaba marcado y daba mucha m¨¢s vuelta. Fueron unos metros de m¨¢s que no calculamos y eso nos hizo acumular cansancio¡±, explica Pol.
Ese imprevisto desorient¨® a la pareja. No les quedaba claro qu¨¦ camino segu¨ªan y, aunque conoc¨ªan en todo momento su posici¨®n por el GPS, se topaban con sendas que discurr¨ªan en diferentes direcciones y que no aparec¨ªan en los mapas. La situaci¨®n se alarg¨® m¨¢s de lo esperado y al final de la ascensi¨®n, cuando ya casi hab¨ªan alcanzado la cima, empez¨® a hacerse de noche. ¡°Nos pusimos los frontales para avanzar, pero la temperatura segu¨ªa bajando y la nieve empezaba a resbalar bastante. Vimos que est¨¢bamos dando vueltas sin mucho sentido, con fatiga en las piernas. A¨²n nos quedaban tres o cuatro kil¨®metros para llegar al refugio y decidimos llamar al 112¡±, a?ade Stamen. El hecho de ir bien equipados, con ropa de abrigo, sacos de dormir, comida, bebida, crampones y piolets, un fog¨®n peque?o y material t¨¦cnico les tranquiliz¨®. En sus mochilas tampoco faltaban los tel¨¦fonos y varias bater¨ªas externas recargables ¨Cel fr¨ªo descarga con rapidez la bater¨ªa del m¨®vil¨C, elementos imprescindibles en sus incursiones por la monta?a.
Enviaron a los bomberos un 'whatsapp' con su localizaci¨®n exacta, justo debajo del pico m¨¢s alto del Cad¨ª. Contactaron con ellos para que no se movieran de all¨ª. Aquella llamada fue bals¨¢mica
¡°Miedo no pasamos. S¨ª estr¨¦s, ansiedad. Lo m¨¢s dif¨ªcil fue no dejarse llevar por las emociones y saber controlar los nervios. Ten¨ªa claro que all¨ª no quer¨ªa estar, pero intentar mantener la mente fresca y libre, y pensar en lo que tienes que hacer fue complicado¡±, admite Pol. Y lo que hicieron fue enviar a los bomberos un whatsapp con su localizaci¨®n exacta, justo debajo del pico m¨¢s alto del Cad¨ª, en una pendiente al aire libre. ¡°No est¨¢bamos muy seguros de si hab¨ªa llegado el mensaje porque la cobertura iba y ven¨ªa¡±, a?ade Stamen. Enseguida los bomberos contactaron con ellos para decirles que no se movieran de all¨ª, que iban a buscarles. Esa llamada fue bals¨¢mica. ¡°Nos tranquilizamos mucho¡±, coinciden. Dos horas despu¨¦s, con los equipos de rescate ya junto a ellos y el susto a¨²n metido en el cuerpo, iniciaron el descenso de noche cerrada. Pol y Stamen piensan ya en volver a la monta?a. Sus pr¨®ximos planes pasan por el Pirineo, una traves¨ªa por el macizo del Montseny¡ y regresar por el del Cad¨ª.