Chocolate de la ONU, datos ¡®bajona¡¯ y la ni?a Greta

Hay preguntas que hay que hacer; y otras que no puedes evitar hacerte. Las necesarias y las inevitables. Ayer en la COP surgieron ambos tipos de cuestiones. Ejemplo 1: ?C¨®mo estamos arreglando la emergencia clim¨¢tica? Ejemplo 2: ??Ha llegado ya Greta!?

Respondiendo a lo primero, tres organismos cient¨ªficos internacionales escupieron datos desoladores. Este a?o estar¨¢ entre los tres m¨¢s c¨¢lidos jam¨¢s registrados, las emisiones en vez de bajar, siguen subiendo, y cada vez nos enferma m¨¢s la poluci¨®n. Quiz¨¢s para endulzar estas amargas respuestas, la ONU reparti¨® tabletas de chocolate sostenible. The change chocolate, se llaman, y son ya un cl¨¢sico en estos eventos entre los hambrientos periodistas, delegados y observadores de la cumbre.

Al mismo tiempo ¡ªen los pasillos de Ifema, en la calle, en las redacciones¡ª, la pregunta inevitable eran las coordenadas de la adolescente sueca que ha dado voz y arco narrativo a la angustia colectiva.

?C¨®mo vamos?

Mal y tarde. Global Carbon Project avanz¨® esta madrugada su informe anual sobre la evoluci¨®n de los gases de efecto invernadero. Este a?o se cerrar¨¢ con un incremento del CO₂ del sector f¨®sil de un 0,6%. No es mucho, pero est¨¢ lejos de ser suficiente para salvar el planeta. Lo que deber¨ªa hacer es caer dr¨¢sticamente y lo que parece es que va a seguir subiendo hasta 2030.

?Qu¨¦ va a pasar?

Deshielo, subida del nivel del mar, inundaciones, sequ¨ªas y cada vez m¨¢s calor... 2019 cierra la d¨¦cada con las temperaturas m¨¢s altas jam¨¢s registradas. Los datos bajona los dio la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial.

?Vamos a morir todos?

La OMS alert¨® por su parte de que la contaminaci¨®n cada vez provoca m¨¢s c¨¢ncer de pulm¨®n, asma, neumon¨ªa... Pero el dinero para adaptar los sistemas sanitarios no llega. Hablaron de 10.000 muertes prematuras solo en Espa?a por el aire sucio.

?Y Greta?

?Atrac¨® el catamar¨¢n? ?C¨®mo vendr¨¢ a Madrid? ?Llegar¨¢ a la mani del viernes? Greta atrac¨® en Lisboa y el resto es misterio. Thunberg levanta pasiones y feroces cr¨ªticas (a ella, a pesar de ser una ni?a, o a sus padres). Y, sobre todo, despierta curiosidad. Y, te guste o no Greta, la curiosidad es siempre el principio, el hilo cosquilleante del que nacen las preguntas.