El sospechoso de la desaparici¨®n de Marta Calvo confiesa que la descuartiz¨®
Jorge Ignacio Palma, de 38 a?os, se entrega a la Guardia Civil y asegura que reparti¨® en varios contenedores los restos de la joven valenciana, buscada desde hac¨ªa un mes
Sobre las tres de la madrugada de este mi¨¦rcoles, Jorge Ignacio Palma, se person¨® en el cuartel de la Guardia Civil de la poblaci¨®n valenciana de Carcaixent. Dijo su nombre y fue arrestado de inmediato. Las fuerzas de seguridad lo persegu¨ªan desde hac¨ªa casi un mes, concretamente desde que el rastro de Marta Calvo, de 25 a?os, se perdi¨® en la casa en la que el sospechoso, de 38 a?os, viv¨ªa en el municipio de Manuel, distante 10 kil¨®metros de donde se entreg¨®. Le segu¨ªan la pista gracias al whatsapp de localizaci¨®n que la joven desaparecida envi¨® a su madre a las 5.55 de la madrugada del 7 de noviembre, justo antes de entrar en la casa. Fue el ¨²ltimo rastro de Marta Calvo.
En su primera declaraci¨®n ante la Guardia Civil, el colombiano residente en la provincia de Valencia confes¨® que descuartiz¨® el cad¨¢ver de la mujer, con la que se hab¨ªa citado a trav¨¦s de una p¨¢gina de Internet. Para ocultar el supuesto crimen arroj¨® las partes del cuerpo por diversos contenedores, seg¨²n informaron fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n. Esta confesi¨®n motiv¨® que durante unas horas se paralizara este mi¨¦rcoles la planta de tratamiento de residuos de Guadassuar, donde van a parar las basuras de toda la comarca. No obstante, fuentes policiales pidieron cautela en torno a la confesi¨®n y advirtieron de que hab¨ªa m¨¢s l¨ªneas de investigaci¨®n abiertas.
Por la ma?ana, el delegado de Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, hab¨ªa confirmado los malos augurios: "Marta no solo desapareci¨®, sino que pudo sufrir una agresi¨®n violenta que pudo costarle la vida". Por la tarde, el detenido segu¨ªa siendo interrogado en el cuartel de Carcaixent, esta vez con asistencia de un abogado.
Palma se vio involucrado el pasado abril en una investigaci¨®n policial por la muerte de una mujer que ejerc¨ªa la prostituci¨®n en Valencia. Esta ingres¨® en un hospital despu¨¦s de haber sufrido convulsiones en un piso del centro de la capital valenciana, seg¨²n fuentes policiales. Palma fue el ¨²ltimo cliente de esa mujer con la que, seg¨²n fuentes policiales, pudo haber consumido coca¨ªna. El ahora detenido no auxili¨® a la mujer tras su indisposici¨®n y por eso fue investigado. La mujer fue ingresada en un hospital y falleci¨® d¨ªas despu¨¦s.
Adem¨¢s, el detenido estuvo preso en Italia por tr¨¢fico de drogas, al incaut¨¢rsele en 2008 nueve kilos de coca¨ªna de gran pureza. A su salida de prisi¨®n, volvi¨® a Espa?a, donde llevaba un alto nivel de vida, conduc¨ªa coches de alta gama y parte de sus ingresos proced¨ªan del tr¨¢fico de drogas a peque?a escala, seg¨²n fuentes consultadas por Efe.
La madre de Marta Calvo lo lleg¨® a conocer. Alertada porque no sab¨ªa nada de ella y no respond¨ªa al tel¨¦fono, se present¨® el 9 de noviembre en Manuel y llam¨® a la puerta de la casa se?alada por el localizador. El hombre dijo que no conoc¨ªa de nada a la joven y ese mismo d¨ªa, la madre present¨® denuncia en una comisar¨ªa de la Polic¨ªa Nacional en Valencia. Tambi¨¦n ese mismo d¨ªa, Palma se march¨® de Manuel. Antes de abandonar la casa, el sospechoso pudo limpiarla concienzudamente, pues desped¨ªa olor a lej¨ªa, seg¨²n contaron los vecinos. Su coche se encontr¨® dos semanas despu¨¦s en El Puig, donde Jorge le hab¨ªa pedido a un amigo que se deshiciera de ¨¦l, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
Un vecino discreto
La vivienda de dos plantas de Manuel segu¨ªa precintada este mi¨¦rcoles, con el farol exterior encendido. Jorge pasaba all¨ª temporadas desde antes del verano, aunque era su madre la que figuraba en el contrato de alquiler, al igual que en la casa que ten¨ªa tambi¨¦n contratada en la poblaci¨®n de Oller¨ªa. De esta manera, evitaba que constaran sus antecedentes policiales. Fuentes citadas por el rotativo Las Provincias se?alan que el sospechoso pidi¨® hablar por tel¨¦fono con su madre, residente en Baleares, tras entregarse.
"Le he visto entrar y salir de casa, siempre solo y con una mochila, pero nunca se relacion¨® con nosotros ni caus¨® ning¨²n problema", comentaba Rosa, vecina de la calle. "Nunca vimos nada raro, ni trapicheo de droga, ni foll¨®n en la casa", a?ad¨ªa Vanesa, otra residente de la tranquila localidad de Manuel, de 2.650 habitantes.
A unos 90 kil¨®metros al norte, en la poblaci¨®n monta?osa de Estivella, de 780 habitantes, creci¨® Marta Calvo. Una amiga de la infancia destacaba la pasada semana su fuerte car¨¢cter y su alegr¨ªa, a pesar de que no tuvo una adolescencia f¨¢cil. Sus padres, un obrero industrial y una empleada de supermercado, se separaron cuando era peque?a. A Marta le cost¨® adaptarse al instituto parroquial de Gilet al que fue a estudiar la ESO despu¨¦s de terminar Primaria en el colegio p¨²blico de su pueblo, y tuvo anorexia, aunque se recuper¨®.
Su p¨¢gina en Infojobs, actualizada en abril de este a?o, refleja una escueta vida laboral limitada al a?o 2015 y principios de 2016. En ese tiempo, Marta trabaj¨® de camarera en dos bares de El Puig donde apenas la recuerdan, fue brevemente cajera en un supermercado y recepcionista en una piscina municipal. En Estivella, de donde se march¨® hace siete a?os para vivir primero con su madre en la cercana localidad de Albalat de Tarongers y despu¨¦s sola en Valencia, la mayor¨ªa de los vecinos rechazaba hablar de la joven. La raz¨®n, dec¨ªan varios como en una confidencia, son las im¨¢genes del perfil de Marta en una p¨¢gina web de contactos de prostituci¨®n que circulan en el pueblo y que mostraron a este peri¨®dico. Algunas voces lo se?alaban con l¨¢stima. Otras prefer¨ªan no juzgarla. El Ayuntamiento de la localidad natal de Marta traslad¨® este mi¨¦rcoles su apoyo a la familia.
Sin v¨ªnculos con otro caso en la misma zona
La desaparici¨®n de otra joven de 18 a?os hace unas semanas en la misma poblaci¨®n de Carcaixent, donde se entreg¨® Palma, hizo saltar las alarmas. Sin embargo, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, afirm¨® este mi¨¦rcoles que no hay relaci¨®n con el caso de Calvo, a la luz de las indagaciones de las fuerzas de seguridad. La hip¨®tesis con la que se trabaja es que se trata de una desaparici¨®n voluntaria.
Las tecnolog¨ªas, aliadas de la investigaci¨®n criminal
El m¨®vil ha sido una vez m¨¢s determinante en la resoluci¨®n de un asesinato. El ¨²ltimo rastro de Marta Calvo fue un mensaje de WhatsApp a su madre con el localizador de d¨®nde estaba. Pero no solo el WhatsApp permite identificar un lugar. Varias aplicaciones y tecnolog¨ªas de los m¨®viles o de los relojes inteligentes posibilitan determinar con exactitud la ¨²ltima situaci¨®n de una persona.
La primera opci¨®n, seg¨²n fuentes policiales, es el an¨¢lisis de las estaciones base. Salvo que se tenga activado el modo avi¨®n, el m¨®vil se conecta de forma permanente a las antenas para mantener la comunicaci¨®n abierta. Triangulando las ¨²ltimas que se vincularon al tel¨¦fono se puede establecer la ¨²ltima zona en que estuvo el dispositivo.
Tambi¨¦n cada wifi o cada bluetooth dispone de un n¨²mero de identificaci¨®n propio que puede se?alar no s¨®lo d¨®nde estuvo una persona, sino con qui¨¦n.
Si la polic¨ªa dispone del m¨®vil puede seguir el historial de Google Maps y determinar con exactitud los ¨²ltimos pasos de la persona investigada.
De igual modo, las fotos que se suben autom¨¢ticamente a las nubes de las plataformas o las redes sociales pueden aportar mucha informaci¨®n sobre los movimientos de una persona.
"El m¨®vil es un dispositivo que acompa?a a una persona de forma permanente y deja un reguero de datos que pueden ayudar a la investigaci¨®n", explican fuentes de la polic¨ªa.
Muchas aplicaciones recogen esa informaci¨®n y la ponen a disposici¨®n de terceros (con motivos comerciales en la mayor¨ªa de los casos), pero tambi¨¦n ayudan a la polic¨ªa a investigar cr¨ªmenes.
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