La Cumbre del Clima se atasca en la regulaci¨®n de los mercados de carbono
El desarrollo completo del Acuerdo de Par¨ªs, que se deb¨ªa rematar en la cita de Madrid, peligra ante las posturas enfrentadas de los negociadores
La Cumbre del Clima (COP25), que se celebra en Madrid hasta el viernes, ha encallado en el desarrollo del art¨ªculo 6 del Acuerdo de Par¨ªs, es decir, en los sistemas por los que se intercambian unidades o derechos de emisi¨®n de di¨®xido de carbono (CO2) entre pa¨ªses y entre empresas. Y, seg¨²n alertaban algunos negociadores este martes, se corre el riesgo de que de nuevo se posponga el desarrollo de este punto otro a?o ante la imposibilidad de poner de acuerdo a los casi 200 pa¨ªses que participan en la cumbre. A pesar de que esta COP, la n¨²mero 25 que se celebra desde 1995, es de transici¨®n, ten¨ªa dos objetivos: uno pol¨ªtico ¡ªlograr que los pa¨ªses se comprometan a presentar planes de recorte de emisiones m¨¢s ambiciosos¡ª y otro t¨¦cnico, esto es, culminar el desarrollo del Acuerdo de Par¨ªs con, entre otros asuntos, la regulaci¨®n de ese art¨ªculo 6.
En apariencia, podr¨ªa pensarse que se trata de un asunto t¨¦cnico secundario, pero el desarrollo de este apartado ¡ªque ya embarranc¨® hace un a?o en la COP que se celebr¨® en Katowice (Polonia)¡ª puede ser un arma clave para ayudar al recorte de emisiones de gases de efecto invernadero y el cumplimiento del pacto clim¨¢tico. Porque, como ha recordado este martes la secretaria ejecutiva de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, Patricia Espinosa, el art¨ªculo 6 ¡°es la ¨²nica parte del Acuerdo de Par¨ªs que involucra directamente al sector privado¡±. Lo ha dicho en el acto de apertura de las sesiones de alto nivel de la cumbre.
Durante los primeros d¨ªas de la COP25 han estado negociando los equipos t¨¦cnicos, pero no se ha avanzado lo suficiente: ¡°Todav¨ªa quedan asuntos por resolver, muchos corchetes en los textos¡±, explicaban fuentes de la negociaci¨®n. Desde este martes las conversaciones incluyen a los ministros, que tendr¨¢n que intentar llegar a un pacto pese a las diferencias. La presidencia de la COP25, que ostenta Chile, ha designado a los ministros de Medio Ambiente de Sur¨¢frica y de Nueva Zelanda para coordinar la negociaci¨®n para alcanzar un consenso sobre el desarrollo del art¨ªculo 6.
El debate se centra en las conocidas como unidades de reducci¨®n de emisiones en el Protocolo de Kioto. Con aquel pacto ¡ªque data de 1997 y ser¨¢ sustituido por el Acuerdo de Par¨ªs a partir de 2020¡ª se cre¨® el comercio de derechos de emisiones a trav¨¦s del intercambio de unidades entre pa¨ªses y entre empresas. Esas unidades hacen referencia a los ahorros de CO2 que determinados proyectos logran. Por ejemplo, un plan de reforestaci¨®n de un bosque que act¨²a como sumidero contribuye a que no se emita una cantidad concreta de CO2. Ese ahorro se certifica y se cuantifica en toneladas de di¨®xido de carbono y un pa¨ªs ¡ªo una empresa¡ª pueden adquirir las unidades para cumplir con sus compromisos de recorte de gases.
De Kioto a Par¨ªs
La batalla que se est¨¢ librando ahora en la COP se refiere a las unidades que se han generado durante el periodo de vigencia del Protocolo de Kioto. Un grupo de pa¨ªses, encabezados por Brasil, quieren que esas unidades puedan seguir emple¨¢ndose para que los pa¨ªses cumplan sus compromisos adquiridos dentro del Acuerdo de Par¨ªs a partir de 2020. Pero la mayor¨ªa de Estados lo descarta al entender que los planes suscritos bajo el paraguas de Par¨ªs se refieren a recortes nuevos a partir de la pr¨®xima d¨¦cada.
Kelly Levin, experta del Instituto de Recursos Mundiales (WIR, sus siglas en ingl¨¦s), recuerda que un reciente estudio situaba en 4.000 millones las unidades sobrantes que podr¨ªan quedar del Protocolo de Kioto. Es decir, ahorros equivalentes a 4.000 millones de toneladas de CO2. Y uno de los pa¨ªses que m¨¢s unidades acumula es, precisamente, Brasil.
Precio por emisi¨®n de CO2
en la UE
30 euros por tonelada
27,92
26,86
25
24,64
20
15
10
5
+524%
3,51
0
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
Fuente: SendeCO2.
EL PA?S
Precio por emisi¨®n de CO2 en la UE
30 euros por tonelada
27,92
26,86
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+524%
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Fuente: SendeCO2.
EL PA?S
Precio por emisi¨®n de CO2 en la UE
30 euros por tonelada
27,92
26,86
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24,64
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Fuente: SendeCO2.
EL PA?S
El otro gran punto de fricci¨®n se refiere a la doble contabilidad. Kioto dividi¨® al mundo en dos: los pa¨ªses desarrollados obligados a recortar sus emisiones y los pa¨ªses en desarrollo, que no estaban obligados a ello. Es decir, hab¨ªa claros compradores y vendedores de unidades. Sin embargo, el Acuerdo de Par¨ªs iguala a todos: cualquier pa¨ªs que firme el pacto debe presentar planes de recorte de las emisiones. Y la cosa se complica. Porque, seg¨²n la mayor¨ªa de los pa¨ªses que negocian en Madrid, se debe crear un mecanismo robusto para evitar la doble contabilidad, es decir, que una misma unidad no pueda ser utilizada en el plan de recorte de emisiones del pa¨ªs donde se desarrolla el proyecto que lo respalda y del pa¨ªs que adquiere esa misma unidad. De nuevo, resaltan fuentes de la negociaci¨®n, Brasil es el pa¨ªs que m¨¢s problemas pone al desarrollo de esos mecanismos para evitar la doble contabilidad.
En lo que s¨ª se ha conseguido avanzar, exponen las fuentes consultadas, es en la creaci¨®n de una tasa a las transferencias de derechos de emisiones, fundamentalmente, entre empresas. Los fondos recaudados se destinar¨ªan a ayudas a los pa¨ªses con menos recursos a adaptarse a los impactos de un calentamiento global que ya se considera irreversible.
Lo que s¨ª funciona
La UE cuenta desde 2005 con un mercado de emisiones (el ETS) que obliga a las industrias m¨¢s contaminantes a adquirir derechos por cada tonelada de CO2 que generen. La filosof¨ªa que rodea a estos mercados ¡ªen el mundo, adem¨¢s de la UE, otros ocho pa¨ªses cuentan con sistemas de este tipo¡ª es que al ponerle un precio al carbono se obligar¨¢ a las empresas a buscar alternativas menos emisoras. A la UE le ha costado casi 15 a?os cumplir esa premisa y no ha sido hasta ahora que han empezado a cerrar centrales de carb¨®n o anunciarse cierres debido, en parte, a que ha subido considerablemente el precio de la tonelada de CO2.
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