Educaci¨®n gratis a los dos a?os contra la despoblaci¨®n
La Comunidad Valenciana extiende a 67 municipios rurales el adelanto de la ense?anza p¨²blica en la etapa de Infantil
Nieves Polo, de 37 a?os, deja a su hijo a las 9.30 en la escuela infantil de Titaguas; un aula, un patio y un comedor que tambi¨¦n da servicio al vecino colegio de Primaria de este peque?o municipio valenciano del curso medio del r¨ªo Turia donde viven 459 vecinos. ¡°Para m¨ª, que Titaguas tenga escuela infantil supone poder trabajar¡±, dice la mujer que abri¨® una peluquer¨ªa al regresar al pueblo.
Colgado en un paisaje de monta?as, gargantas y ca?ones que fue declarado en verano reserva de la biosfera por la Unesco, el pueblo es uno de los 67 municipios rurales a los que la Generalitat valenciana ha extendido la gratuidad educativa al curso de dos a?os. El programa, creado para reducir la desigualdad entre quienes pueden costearse una guarder¨ªa privada y quienes no, est¨¢ siendo implantado sobre todo en localidades peque?as para que tambi¨¦n contribuya a fijar poblaci¨®n joven. Seis de las localidades donde funciona, incluida Titaguas, est¨¢n catalogadas como n¨²cleos en grave riesgo de despoblaci¨®n.
La Generalitat valenciana puso en marcha su programa de adelanto de la educaci¨®n p¨²blica a los dos a?os en 2015, siguiendo el camino de Cantabria una d¨¦cada antes, al que tambi¨¦n se han sumado, en distintos grados, Euskadi, Arag¨®n y Extremadura. En la Comunidad Valenciana beneficia, de momento, a 15.164 alumnos. La medida fue dise?ada para facilitar la conciliaci¨®n laboral de las familias con menos ingresos y como herramienta de compensaci¨®n de las desigualdades de origen, porque los estudios reflejan que la asistencia temprana a clase en Infantil mejora el rendimiento escolar a medio y largo plazo, afirma asegura el consejero de Educaci¨®n, Vicent Marz¨¤. Y el beneficio es mayor en los ni?os de entornos desfavorecidos.
En el modelo original las nuevas aulas de dos a?os se incorporan a los colegios p¨²blicos de Infantil y Primaria, tienen un m¨¢ximo de 18 alumnos por clase, y cuentan con una maestra y una educadora. Una ratio que, indica Marz¨¤, ¡°permite detectar pronto las posibles carencias sociales, cognitivas y emocionales que pueden tener los ni?os¡±. Para acelerar el despliegue del programa, la Generalitat ha empezado a financiar, adem¨¢s, el curso de dos a?os en las escuelas infantiles municipales, como la de Titaguas.
Las poblaciones peque?as son uno de los objetivos prioritarios. ¡°Tenemos que crear las condiciones para que una pareja joven pueda tener un proyecto de vida en el entorno rural ofreciendo servicios p¨²blicos potentes¡±, dice el consejero. Mantener en el pueblo alumnado de la primera fase de Infantil (0 a 3 a?os) aumenta las posibilidades de que haya demanda en la siguiente. La permanencia de la escuela es, adem¨¢s, un factor relevante para frenar el abandono de zonas rurales, afirma Jos¨¦ Mar¨ªa Delgado, experto en despoblaci¨®n y profesor de Geograf¨ªa Urbana en la Universidad de Valladolid. Hay otras opciones, como el transporte escolar, pero Delgado ha comprobado que muchas familias con hijos prefieren mudarse a municipios con colegio aunque los padres deban desplazarse 100 kil¨®metros al d¨ªa entre ida y vuelta para ir a trabajar, por ejemplo, a sus explotaciones agrarias.
Cuando Ramiro Rivera, alcalde socialista de Titaguas, de 46 a?os, iba al colegio local, estudiaban en ¨¦l 80 alumnos. Ahora, no llegan a 30. ¡°El pueblo se apaga poco a poco y es urgente actuar. Ofrecer educaci¨®n de calidad desde los primeros a?os es uno de los elementos m¨¢s importantes para revertir la tendencia¡±, comenta.
Ana Mar¨ªa Moreno, la maestra de la escuela infantil de Titaguas, a la que van ocho alumnos, estudi¨® la carrera en Valencia, pero siempre quiso volver al pueblo. ¡°Me gusta el estilo de vida y la familiaridad de la escuela, donde se pueden aplicar metodolog¨ªas m¨¢s innovadoras que en un centro m¨¢s grande¡±, explica. ¡°Si esto no estuviera¡±, a?ade la docente, de 25 a?os, ¡°los padres tendr¨ªan muy dif¨ªcil compaginar la vida familiar y laboral¡±.
¡°Da pena que la gente prefiera irse a la ciudad aunque no tengan nada que quedarse aqu¨ª¡±, comenta Nieves Polo. ¡°Dicen que no hay trabajo y es verdad que hace falta apoyo p¨²blico. Est¨¢ muy bien que la escuela infantil sea gratis desde los dos a?os, pero la gente no se quiere arriesgar a intentarlo. Yo me fui del pueblo para estudiar peluquer¨ªa, y no pensaba que pudiera vivir en Titaguas de esto, pero vi que hab¨ªa demanda, abr¨ª el negocio, y me ha funcionado¡±.
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