Las nuevas tumbas retratan el impacto de la pandemia en Brasil

Antes incluso del coronavirus era dif¨ªcil conseguir en Brasil un empleo con buena paga. Por eso Rodrigo, de 35 a?os, se puede considerar un afortunado. Es uno de los 220 sepultureros reci¨¦n contratados para el mayor cementerio de Am¨¦rica Latina, el de Vila Formosa, en S?o Paulo. La crisis de la covid-19 oblig¨® a contratar enterradores porque la mayor¨ªa de la plantilla de este camposanto est¨¢ por edad en el grupo de riesgo, as¨ª que fueron enviados a sus casas. Con la pandemia, los entierros han aumentado aqu¨ª un 20%, asegura un empleado con a?os de oficio que pide el anonimato porque no tienen permiso para hablar con la prensa. ¡°Antes hab¨ªa unos 40 entierros al d¨ªa, ahora son hasta 52¡±, apunta.

Todos los pa¨ªses tienen problemas de subnotificaci¨®n de casos, pero existe el temor de que el problema en Brasil sea mucho m¨¢s grave. Los problemas de saturaci¨®n en hospitales y morgues, las 13.000 nuevas tumbas de refuerzo anunciadas por la megal¨®polis S?o Paulo y los escasos test realizados indican que el impacto de la epidemia en Brasil es mucho mayor que lo que retratan las cifras oficiales. Las autoridades han confirmado 4.000 muertes (el 40% la ¨²ltima semana) y casi 60.000 contagios. Los casos de miles de hospitalizados por s¨ªndrome respiratorio agudo en las ¨²ltimas semanas siguen pendientes de investigaci¨®n.

Domingos Alves, profesor de Medicina en la Universidad USP en Riber?o Preto, explica que, adem¨¢s de las cifras del Ministerio de Salud, analiza los registros notariales de fallecidos por insuficiencia respiratoria y neumon¨ªa a trav¨¦s del portal de transparencia. ¡°Las discrepancias pueden llegar a ser del doble o el triple en algunos municipios¡±, advierte. Los casos reales pueden ser 12 veces m¨¢s que los contabilizados, seg¨²n las estimaciones de un reciente informe de un consorcio de universidades e institutos de investigaci¨®n.

Recalca el profesor Alves que Brasil es tan enorme y tan desigual que incluye din¨¢micas distintas porque ni siquiera la calidad del SUS, el Sistema ?nico de Salud que atiende a los 210 millones de habitantes, es homog¨¦nea. Los expertos como ¨¦l est¨¢n sorprendidos con los altos ¨ªndices de casos y muertes en ciudades como Fortaleza, Manaos o Macap¨¢, a miles de kil¨®metros de las mayores urbes pero cuya sanidad es m¨¢s fr¨¢gil. Se?ala Alves un segundo fen¨®meno preocupante. Los contagios se reparten de manera m¨¢s igualitaria que las muertes. En S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro, las m¨¢s afectadas y a donde la enfermedad lleg¨® de la mano de las clases altas, se est¨¢ ¡°viendo que esta epidemia tiene una tasa de letalidad mayor para las clases con m¨¢s problemas sociales y en franjas de edad m¨¢s j¨®venes¡±, apunta Alves.

Con 407 nuevas muertes, el jueves pasado fue el d¨ªa m¨¢s letal desde el primer contagio hace ocho semanas. Silvana Alves Bezerra, de 56 a?os, espera con otros parientes en la entrada del camposanto a que llegue el f¨¦retro lacrado con su hermano, fallecido la v¨ªspera tras 14 d¨ªas hospitalizado. Saben que contrajo la covid-19. ¡°El resultado sali¨® este mi¨¦rcoles. Pero para cuando lleg¨®, ¨¦l ya nos hab¨ªa dejado. Esos an¨¢lisis son demasiado lentos¡±, se lamenta. El nuevo ministro de Salud brasile?o, el m¨¦dico Nelson Teich, dice desconocer por ahora si el acusado incremento de casos de los ¨²ltimos d¨ªas se debe a que est¨¢n saliendo los resultados de casos antiguos o a que los contagios se aceleran. Teich se estrena despu¨¦s de que el presidente, Jair Bolsonaro, echara a su antecesor por considerar su empe?o en el aislamiento demasiado da?ino para la econom¨ªa.

Las autoridades sanitarias tardaron en conseguir comprar test y ahora la capacidad de procesarlos es insuficiente y la log¨ªstica para analizar las muestras, compleja. El experto Alves considera ¡°temerario¡± que algunos estados y municipios est¨¦n relajando la contenci¨®n ¡°sin tener una gesti¨®n adecuada de los datos¡±. Las escuelas siguen clausuradas, pero algunas ciudades han abierto los centros comerciales.

Conocer su diagn¨®stico ayudar¨¢ a los epidemi¨®logos a calibrar la epidemia pero para la familia significa un velatorio expr¨¦s. Poco m¨¢s. Los allegados de Alves Bezerra acaban de ser informados de que solo podr¨¢n velarlo 10 minutos. Ser¨¢ enterrado por los sepultureros de buzo blanco que atienden los casos confirmados y sospechosos.

El cementerio de Vila Formosa fue de los primeros en ampliar su capacidad por la pandemia. Los operarios han abierto en la ¨²ltima semana 600 nuevas tumbas en esta tierra rojiza que es el descanso final de 1,5 millones de fallecidos. Pronto se sumar¨¢n 13.000 tumbas m¨¢s en los cementerios municipales seg¨²n ha anunciado el alcalde de S?o Paulo, Bruno Covas, porque ¡°lo peor est¨¢ por llegar¡±. No quiere que se repitan las escenas de Ecuador o Nueva York.

Manaos, la mayor ciudad de la Amazonia, donde las UCI est¨¢n ya saturadas, ha comenzado a hacer sepulturas colectivas. Y mandos militares est¨¢n preguntando oficialmente por la capacidad de afrontar entierros masivos. ¡°Si el Ej¨¦rcito pregunta eso es porque est¨¢ haciendo un an¨¢lisis estad¨ªstico ante la posibilidad de que haya un caos en la sanidad publica¡±, advirti¨® a sus vecinos el alcalde, que revel¨® la petici¨®n en un v¨ªdeo para insistir en la importancia del confinamiento.

El contrato que firm¨® Rodrigo, el sepulturero, es de seis meses y de los codiciados, con seguridad social.

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