Cinco a?os de Ni Una Menos: cuando Argentina se plant¨® frente a la violencia machista

Este 3 de junio, el grito de Ni Una Menos contra la violencia machista no retumbar¨¢ frente al Congreso de Buenos Aires. Entrar¨¢ por las ventanas y a trav¨¦s de las redes sociales por la cuarentena obligatoria impuesta para frenar la covid-19. El movimiento que traspas¨® las fronteras de Argentina y se extendi¨® por todo el continente cumple cinco a?os en un momento cr¨ªtico: el confinamiento ...

Este 3 de junio, el grito de Ni Una Menos contra la violencia machista no retumbar¨¢ frente al Congreso de Buenos Aires. Entrar¨¢ por las ventanas y a trav¨¦s de las redes sociales por la cuarentena obligatoria impuesta para frenar la covid-19. El movimiento que traspas¨® las fronteras de Argentina y se extendi¨® por todo el continente cumple cinco a?os en un momento cr¨ªtico: el confinamiento ha recrudecido todos los tipos de violencia contra las mujeres y se han disparado las llamadas de ayuda de las v¨ªctimas.

En marzo, Ada, de siete a?os, y su madre, Cristina Iglesias, fueron asfixiadas, apu?aladas y enterradas en el patio de su casa, en la periferia de Buenos Aires. A J¨¦sica Minaglia la golpearon en la cabeza hasta matarla. Romina Videla, de 37 a?os, fue quemada viva y agoniz¨® durante seis d¨ªas antes de morir. Mar¨ªa Alejandra Sarmiento fue apu?alada frente a testigos. Son cinco de las 57 mujeres asesinadas en los 70 d¨ªas de cuarentena por la covid-19 en Argentina. Los asesinos fueron personas de su c¨ªrculo ¨ªntimo. Las mataron en casa.

El confinamiento obliga a v¨ªctimas y maltratadores a convivir las 24 horas bajo el mismo techo. ¡°Los llamados para pedir ayuda han aumentado un 30%¡±, dice Ada Rico, titular de la ONG La Casa del Encuentro, pionera en la difusi¨®n de estad¨ªsticas sobre feminicidios. Rico se muestra preocupada por las trabas que enfrentan hoy las mujeres para ir a denunciar a una comisar¨ªa, ya que al hacerlo tienen que dejar a sus hijos en casa con el agresor.

La pandemia ha modificado tambi¨¦n los feminicidios, subraya la directora de La Casa del Encuentro. ¡°Hist¨®ricamente, el arma m¨¢s usada es el arma de fuego. Ahora son las manos: las golpean o las asfixian. Vemos tambi¨¦n que ha aumentado el n¨²mero de adultas mayores, algunas de 80 a?os y m¨¢s, mujeres que no van a realizar una denuncia y que no las pod¨¦s sacar de esa casa. Sus agresores las matan y despu¨¦s se suicidan¡±, detalla Rico.

A ra¨ªz de Ni Una Menos, el Estado argentino comenz¨® a publicar distintas estad¨ªsticas oficiales sobre feminicidios, entre las que destaca las de la Corte Suprema de Justicia. Seg¨²n sus datos, en 2019 hubo 252 mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres, un 1% menos que en 2018. Adem¨¢s, el m¨¢ximo tribunal registr¨® tambi¨¦n 16 feminicidios vinculados y cinco transfeminicidios. Las cifras ¡°revelan la violaci¨®n sistem¨¢tica a los derechos humanos de las mujeres en nuestro pa¨ªs¡±, afirm¨® la vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco.

La hist¨®rica manifestaci¨®n del 3 de junio de 2015 y las que se repitieron en la misma fecha en los a?os siguientes no lograron erradicar los feminicidios, pero marcaron un punto de inflexi¨®n en la organizaci¨®n y visibilizaci¨®n de las mujeres.

¡°La importancia que tuvo y tiene Ni Una Menos es muy vibrante a d¨ªa de hoy. Lo que hizo fue abrir un escenario en el que pudimos enunciar las formas de violencia que transitamos¡±, dice Sabrina Cartabia, abogada feminista y una de las fundadoras del colectivo. Cartabia subraya que hace cinco a?os, Ni Una Menos quiso visibilizar los feminicidios por ser la m¨¢s extrema de las violencias contra las mujeres, pero despu¨¦s puso ¨¦nfasis en toda la matriz social, que incluye el reparto inequitativo de las tareas de cuidado, una brecha salarial del 30% o los riesgos que corre una embarazada por abortar en la clandestinidad.

¡°Sin aborto legal, seguro y gratuito no hay Ni Una Menos¡±, comenz¨® a leerse en pancartas de la cada vez m¨¢s grande marea verde a favor de legalizar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Cada a?o, cerca de medio centenar de mujeres muere y unas 50.000 son hospitalizadas por complicaciones derivadas de abortos en Argentina. El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez hab¨ªa prometido enviar un proyecto de ley al Congreso, pero la covid-19 lo dej¨® en suspenso.

Sobrecarga por la cuarentena

Desde 2015, las feministas argentinas han organizado adem¨¢s huelgas de mujeres y movilizaciones para denunciar la desigualdad en trabajos y hogares, que se ha agudizado durante los m¨¢s de 70 d¨ªas de cuarentena. ¡°Sentimos esta crisis, que es econ¨®mica, sanitaria, habitacional y ecol¨®gica, en la sobrecarga del trabajo dom¨¦stico en las casas y del trabajo territorial. El 90% de los espacios comunitarios que tienen a cargo la alimentaci¨®n de les vecines son sostenidos por mujeres¡±, dice Ni Una Menos en el comunicado difundido este mi¨¦rcoles y firmado por decenas de organizaciones sociales.

¡°En la pandemia, las situaciones precarias se precarizan a¨²n m¨¢s¡±, coincide Cartabia. ¡°La pobreza est¨¢ feminizada. Muchas mujeres que trabajaban en la econom¨ªa informal se quedaron sin ingresos y para tener un lugar al que irte necesit¨¢s autonom¨ªa econ¨®mica¡±, a?ade.

¡°Hoy tenemos que salir con la boca tapada, pero nada tapa nuestro grito y las muchas maneras de decirlo: ni una travesti menos, ni una trans menos, ni una trabajadora menos, ni una trabajadora sin salario menos, ni una afro menos, ni una ind¨ªgena menos, ni una migrante menos, ni una negra menos, ni una villera menos, ni una sin tierra, ni una sin vivienda, ni una muerta m¨¢s por aborto clandestino¡±, exige Ni Una Menos, en su lucha por transformar cada casa, trabajo y escuela de Argentina.

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