Colas del hambre en el estadio del Mestalla, cerrado al p¨²blico
Desempleados, jubilados con nietos a su cargo... centenares de personas reciben alimentos en el campo del Valencia CF en una iniciativa del Banco de Acci¨®n Solidaria con el chef Jos¨¦ Andr¨¦s
Una cola muy diferente de la habitual se forma en Mestalla desde hace tres semanas. Algunos de sus integrantes son aficionados al Valencia CF, como Jos¨¦. Pero su presencia ayer bajo las gradas del estadio no obedece a razones deportivas, sino de supervivencia. A ¨¦l y a otras 250 personas que desfilaron durante toda la ma?ana por el estadio no les alcanza para vivir y el coronavirus no ha hecho m¨¢s que agravar la situac...
Una cola muy diferente de la habitual se forma en Mestalla desde hace tres semanas. Algunos de sus integrantes son aficionados al Valencia CF, como Jos¨¦. Pero su presencia ayer bajo las gradas del estadio no obedece a razones deportivas, sino de supervivencia. A ¨¦l y a otras 250 personas que desfilaron durante toda la ma?ana por el estadio no les alcanza para vivir y el coronavirus no ha hecho m¨¢s que agravar la situaci¨®n de pobreza. Son las nuevas colas del Mestalla, que se suman a otras muchas en la misma ciudad de Valencia, en Espa?a y en el mundo.
Jos¨¦ y su mujer Leidi se hicieron cargo de sus dos nietos de seis y 10 a?os y ¡°con la jubilaci¨®n no llega para cubrir todos los gastos". ¡°Y ahora que estamos todos en casa, que no hay colegio, los ni?os, que est¨¢n en fase de crecimiento, abren la nevera y me dicen: ¡¯Iaia, no hay nada, ?qu¨¦ pobres somos!, ?no?' Me da mucha pena¡±, explicaba la mujer, que guarda cola junto a los nombres de las leyendas valencianistas como Mario Kempes, impresos en las columnas del estadio. ¡°Yo ten¨ªa el pase del Valencia CF. Lo ten¨ªa justo all¨ª arriba. Pero me cans¨¦ de salir disgustado¡±, comentaba el marido, se?alando por encima de su cabeza hacia la grada de la Mar, sin querer entrar en otras cuestiones.
El Valencia CF jugar¨¢ el viernes contra el Levante pero a puerta cerrada, sin p¨²blico por la covid-19, la pandemia por la que la mujer de Wilson perdi¨® el trabajo temporalmente. ¡°Al estar yo buscando trabajo, mi mujer en un ERTE a la espera de cobrar y teniendo dos ni?os, la situaci¨®n se nos ha complicado much¨ªsimo¡±, apuntaba el boliviano con timidez, tras reconocer que es la primera vez que acude al Banco de Acci¨®n Solidaria. Esta entidad no gubernamental cuenta con la colaboraci¨®n de la ONG World Central Kitchen (WCK) del chef Jos¨¦ Andr¨¦s, establecido en EE UU, y tambi¨¦n de la empresa valenciana Saona. De hecho, el popular cocinero ha sido hoy el protagonista al participar en la entrega de 200 men¨²s y comprobar el funcionamiento de su ONG, como ha hecho en Madrid. Tambi¨¦n se ha dejado ver el presidente del Valencia CF, Anil Murthy.
¡°El Valencia nos llam¨® que quer¨ªa colaborar y nos ofreci¨® su estadio y aqu¨ª estamos con la Agrupaci¨®n de Pe?as¡±, explicaba Jaume Serra, fundador del Banco de Alimentos y del Banco de Acci¨®n Solidaria. El Banco ha repartido m¨¢s de 82.450 men¨²s de WCK y 4.100 de Saona durante la pandemia, adem¨¢s de proporcionar alimentos b¨¢sicos. Voluntarios de la Obra Social de la Fundaci¨®n la Caixa ayudan a repartir las viandas a unas 250 o 300 familias diariamente que son convocadas ordenadamente por turnos para evitar masificaciones. Bajo las gradas se han desplegado unas meses llenas de pan, arroz, pasta, leche, caldo, cebollas, patatas, frutos secos, carne, o yogur. Sierra se?ala que en los dos ¨²ltimos meses se han duplicado pr¨¢cticamente los men¨²s repartidos.
¡°Yo gano 680 euros de pensi¨®n y pago 350 euros de alquiler, y tras pagar la luz y el agua, no me queda ni para pipas y eso que vivo solo¡±, contaba Eduardo, que ha sido voluntario en Caritas. Entiende que le pidan la certificaci¨®n de sus ingresos para beneficiarse de la ayuda y tambi¨¦n que se d¨¦ a las personas que se encuentren ¡°m¨¢s necesitados" que ¨¦l.
Un poco m¨¢s atr¨¢s de la cola, que guarda la distancia de seguridad, la valenciana Ana explicaba que ha estado unos meses sin empleo y ahora ha vuelto a trabajar pero no le da para todo, con la pensi¨®n por minusval¨ªa de su marido y con dos ni?os tambi¨¦n con problemas, que la acompa?an.
El hijo de la venezolana Alfreda es ingeniero pero trabajaba en un restaurante hasta que estall¨® el coronavirus y se cerraron los establecimientos. Como tantos otros, se qued¨® sin trabajo. De ¨¦l viv¨ªa en gran medida su familia establecida en Valencia desde hace unos a?os: su padre espa?ol, su madre y su abuela. ¡°Ahora vivimos una tragedia por todos los lados¡±, se lamentaba Alfreda, de 66 a?os. Algunas de las personas consultadas en la cola del Mestalla se plantean pedir el ingreso m¨ªnimo vital en cuanto puedan.
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