Jos¨¦ Andr¨¦s: ¡°El hambre no se ve y est¨¢ presente en tu ciudad¡±

No acab¨® el bachillerato. No hizo el examen final de la escuela de Barcelona porque estaba en la mili, trabaj¨® en elBulli, se fue a Estados Unidos con 50 d¨®lares en el bolsillo y se qued¨®. Hoy es un l¨ªder indiscutible a nivel mundial con su ONG World Central Kitchen (WCK), fundada en 2010. Con ella entra en pa¨ªses azotados por una tragedia y coordina a cocineros y voluntarios para alimentar al mayor n¨²mero de personas posibles. Solo durante la covid-19 han repartido en el mundo 15 millones de comidas.

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El cocinero asturiano vol¨® de Washington a Madrid el jueves sin billete de vuelta y anunci¨® su visita solo a las personas de su confianza. ¡°Quer¨ªa planear las siguientes semanas y agradecer personalmente a los cientos de personas que se han volcado¡±, explica. Los voluntarios, distribuidos en 16 ciudades espa?olas y capitaneados por cocineros como su mano derecha Karla Hoyos, Pepa de El Q¨¹enco de Pepa, Diego Guerrero, Carlos Tejedor, Iv¨¢n Morales o ?lvaro Castellanos, han elaborado casi dos millones de comidas desde el 27 de marzo: en algunos d¨ªas llegaron a repartir 50.000 en toda Espa?a, 25.000 en Madrid. ¡°Tenemos aqu¨ª a los Messi de la cocina. Habr¨¢ pocas emergencias en la historia que la comida sea m¨¢s rica¡±, cuenta.

Jos¨¦ Andr¨¦s camina con decisi¨®n por la Escuela de Hosteler¨ªa Santa Eugenia, la mayor cocina solidaria que ha montado World Central Kitchen y los voluntarios, sin parar de trabajar, le dan las gracias. Muchos cuentan que no sab¨ªan c¨®mo colaborar en estos d¨ªas y que WCK les ofreci¨® el canal para hacerlo. La actividad es fren¨¦tica. Diego Guerrero carga con cajas, Karla Hoyos le echa un ojo al estofado y las comidas empaquetadas salen rumbo a Villaverde Alto, donde Jos¨¦ Andr¨¦s se pondr¨¢ a repartir en un rato. ¡°Para entender el problema de ra¨ªz hay que estar con la gente en la calle¡±, dice.

Pero esta pedazo de cocina, ?c¨®mo no estaba abierta?

Jos¨¦ Andr¨¦s, a su llegada a las instalaciones de la Escuela de Hosteler¨ªa de Santa Eugenia

Jos¨¦ Andr¨¦s camina por las estancias de la cocina y exclama: ¡°Pero este pedazo de cocina, ?c¨®mo no estaba abierta y para qu¨¦ la hicieron?¡±. Nadie contesta. ¡°?Me has visto a m¨ª hacer una rueda de prensa para decir que voy a hacer un mill¨®n de comidas? No. ?C¨®mo anunciaron que iban a hacer 50.000 diarias en un estadio? Karla, que es una t¨ªa curtida en mil batallas y que ha cocinado en playas desiertas sin nada, podr¨ªa hacerlo¡±, admite.

Pregunta. ?Cu¨¢ndo moviliza a World Central Kitchen?

Respuesta. Nuestra misi¨®n es alimentar en tragedias en el momento donde la gente lo ha perdido todo y no hay nadie dispuesto a hacerlo. Cada vez llegamos a m¨¢s gente porque tenemos m¨¢s medios, pero se hace complicado porque a su vez tambi¨¦n hay m¨¢s huracanes, terremotos, tifones, incendios, etc. Hay muchos lugares donde ya hab¨ªa hambre y una pandemia como esta te muestra problema a coraz¨®n abierto.

P. ?Y en Espa?a?

R. Me dijeron que 5.000 peque?as cocinas sociales llevadas por diferentes grupos hab¨ªan cerrado por falta de fondos, de voluntarios o porque les obligaron. Muchos compa?eros m¨ªos desde sus restaurantes empezaron a cubrir las necesidades de lo que iban pudiendo. Daban cien comidas aqu¨ª, doscientas all¨¢ y ve¨ªan que no era suficiente. Cuando hay un incendio en un barrio sabes que siempre va a haber un restaurante que abra sus puertas para dar de comer a los bomberos, a la gente que ha perdido la casa y a los que han ido a ayudar. Para eso no necesitas a WCK. Pero cuando las cosas se convierten en algo m¨¢s grande, nos movemos como pez en el agua. No hacemos nada muy especial: somos una ONG fundada por cocineros, apoyada por cocineros, siempre hay cocinas en cualquier parte del mundo, sabemos donde hay comida y fuego, voluntarios y gente que nos ayude a distribuir. Cuando eso entra en un plan que trazas sobre la marcha es algo m¨¢gico. Nosotros solo decimos: dejarnos a nosotros que sabemos lo que hacemos. No tiene sentido que haya otro tipo de personas hablando de dar de comer cuando tienes a los mejores dispuestos a hacerlo.

P. ?Y cu¨¢ndo abandonan un lugar?

R. En Madrid ya estamos empezando a hacerlo [este lunes regresa a Miami Karla Hoyos]. Pero no nos gusta irnos hasta que no apoyamos al crecimiento. En Puerto Rico dimos pr¨¦stamos a fondo perdido a doscientas granjas de peque?os agricultores que se hubieran tenido que ir por haberlo perdido todo. En Hait¨ª montamos una escuela de hosteler¨ªa para chicas, les buscamos puestos de trabajo y espero que sea el futuro del pa¨ªs con m¨¢s turismo.

P. Y en Espa?a han presentado el Plan Nacional de Emergencia Alimentaria.

R. S¨ª. Para poner en marcha un sinf¨ªn de mecanismos y evitar el hambre. Porque el hambre es algo que no se ve y est¨¢ presente en tus ciudades. Piensas que nunca te va a pasar hasta que te sucede. Hay que buscar formas para que todo el mundo pueda beneficiarse de la riqueza que genera una sociedad de consumo. En una tragedia como esta lo primero es reconocer que hay una crisis humanitaria. Yo estoy con los pies en los barrios y veo c¨®mo la gente que vive al d¨ªa se ha quedado de golpe sin empleo y no tiene ninguna forma de que nadie les ayude. Esa gente va a pasar hambre. Y como no queremos tener una ciudad llena de gente pidiendo, no porque haya que ocultarlos sino porque no es digno darle a las personas esa ¨²nica salida, hemos hecho ese plan con ayudas y posibilidades que hay que adaptar a la realidad de Espa?a, a los partidos pol¨ªticos con la visi¨®n que ellos tengan. Pero hay que tener un plan. No puede dejarse a la casualidad que una ONG como WCK venga a cubrir 50.000 comidas al d¨ªa, m¨¢s de dos millones en total. Los gobiernos est¨¢n aqu¨ª para en momentos as¨ª cubrir estas necesidades. El hambre no deber¨ªa ser de derechas ni de izquierdas, sino que deber¨ªa ser algo que todo el mundo apoyara para que no existiera.

Para entender el problema de ra¨ªz hay que estar con la gente, en la calle¡±

P. ?WCK tiene muchas donaciones espa?olas?

R. No me fijo mucho en eso pero Espa?a no es tan f¨¢cilmente caritativa. En Am¨¦rica hemos tenido apoyos de Laurene Jobs, Jeff Bezos o Bloomberg, el alcalde de Nueva York. Lo bueno o lo malo es que lo hacemos igualmente porque como tengamos que esperar a tener dinero en el banco no habr¨ªamos hecho nada. A veces recibo la llamada de que estamos en n¨²meros rojos pero la gente sigue con hambre y pienso que ya nos apa?aremos. Y as¨ª vamos tirando. Pero Am¨¦rica es m¨¢s generosa. En Espa?a habr¨ªa que hacer una ley que permita donar y tener alg¨²n beneficio con los impuestos. Al fin y al cabo, esto lo tiene que hacer alguien. Y as¨ª ser¨ªa una manera indirecta de que lo hiciera el gobierno.

P. Acaba de llegar de Washington, ?c¨®mo ha vivido el ambiente en la calle?

R. La gente est¨¢ enfadada pero ha sido muy pacifista. La noche es como las pel¨ªculas, donde hay grupos de individuos que han hecho destrozos. Si pones todas esas im¨¢genes juntas, s¨ª puede parecer el apocalipsis y el derrumbe de la democracia americana. Pero te puedo poner las mismas im¨¢genes todas positivas. Ha habido destrucci¨®n pero no como para decir que los cimientos de Am¨¦rica se est¨¢n tambaleando. Hay mucha gente muy ofendida y la gente que te tiene que estar protegiendo te est¨¢ matando. Yo entiendo que los polic¨ªas en Am¨¦rica viven bajo mucho miedo. No hay pa¨ªs en el mundo con m¨¢s armas en la historia ni en el que muera m¨¢s gente por arma. Yo ahora no quisiera ser polic¨ªa en Estados Unidos porque nadie es Superman. Pero es verdad que por esa actitud casi prob¨¦lica que tienen algunos, en parte por defensa en parte por ser malas personas si est¨¢n viendo que est¨¢s en el suelo, esposado y con dos polic¨ªas encima no tiene sentido que te maten porque tiene su rodilla en tu cuello durante nueve minutos. Eso hay que cambiarlo con empat¨ªa.

Todo se resume en una pel¨ªcula de ¡®La guerra de las galaxias¡¯: est¨¢ el bien, el mal y unos contra los otros. Necesitamos l¨ªderes que todos quieran ser Jedis

P. ?Qu¨¦ le pedir¨ªa a Trump?

R. Lo mismo que todos. La salida que hizo de la Casa Blanca el otro d¨ªa fue pat¨¦tica. Hay dos im¨¢genes que para m¨ª lo explican todo: la del presidente Obama en la marcha de Selma, cruzando el puente, sin pr¨¢cticamente nadie de seguridad a su alrededor junto a miles de personas detr¨¢s y la de Trump saliendo solo, apoyado por dos l¨ªneas de polic¨ªas y guardia militar armados hasta los dientes. Por dar la impresi¨®n de ser opresivo y militarista en vez de tener empat¨ªa para escuchar, sucede lo que est¨¢ pasando en diferentes ciudades norteamericanas. Es un momento hist¨®rico, la tormenta perfecta para que de aqu¨ª salga algo. Esta no es la Am¨¦rica que la gente quiere. Nunca ha habido m¨¢s desuni¨®n y todo comienza por una persona. Trump no tiene la culpa de todo el racismo. Pero es el l¨ªder que lleva tres a?os sacando lo peor de Am¨¦rica en vez de intentar apaciguar y acercar m¨¢s a las personas. Cuando hay ese tipo de liderazgo vale m¨¢s cambiar de pa¨ªs. Pero eso se lo digo a todo el mundo. Cuando tenemos l¨ªderes que van a insultar, denigrar y no buscar consenso hay que quitarlos del medio r¨¢pidamente porque lo ¨²nico que van a lograr es llevar a nuestros hijos a guerras civiles. El pasado est¨¢ lleno de ellas. Tenemos que exigir l¨ªderes que busquen el consenso y nos gu¨ªen a lo mejor de nosotros mismos. Cuando hay partidos pol¨ªticos que solo lanzan discursos de unos contra otros hasta que se den, as¨ª no se puede crear un pa¨ªs. En temas raciales es lo mismo. Parece que todo se resume en una pel¨ªcula de La guerra de las galaxias: est¨¢ el bien, el mal y unos contra los otros. Y el que era malo resulta que ten¨ªa el coraz¨®n bueno. La vida es m¨¢s compleja que todo esto pero necesitamos l¨ªderes que todos quieran ser Jedis. Y que entiendan que el que no es como t¨² tambi¨¦n te puede enriquecer. Yo no pienso lo mismo ahora que cuando ten¨ªa 20 a?os. He ido escuchando, aprendiendo y encontrando un punto m¨¢s pragm¨¢tico en la vida.

P. En su biograf¨ªa de Twitter dice: ¡°Si est¨¢s perdido, comparte un plato de comida con un extra?o y te encontrar¨¢s¡±. ?Cu¨¢ndo fue la primera vez que lo descubri¨®?

R. No lo recuerdo. A m¨ª me gusta ir a los restaurantes m¨¢s high top y a las barriadas m¨¢s pobres donde una se?ora cocinando con un carb¨®n te ofrece un humilde plato de potaje con un poco de arroz. Ah¨ª entablas conversaci¨®n con gente con la que nunca hablas porque socialmente estamos muy fragmentados. Esos sitios me ponen en mi lugar. Creo que cuando hay esas grandes conferencias de ¡°vamos a cambiar el mundo¡±, las hacen en los lugares equivocados. Esas personas que hablan de acabar con el hambre en el edifico de las Naciones Unidas, cuando hay un receso se van a comer a los restaurantes m¨¢s lujosos de Manhattan. Hay tal desconexi¨®n entre el mensaje y la realidad, que es imposible que las palabras de estos l¨ªderes tengan efecto.

P. ?Y se lo dice a ellos?

R. Y me responden que ellos tambi¨¦n van a las barriadas. Pero s¨¦ que s¨®lo acuden para hacerse la foto. Cuando los discursos los das en el lugar equivocado es imposible tener efecto. Ahora hablando contigo estoy perdiendo tiempo de estar en los barrios de Madrid. Lo que perdemos en los discursos se lo estamos quitando a los sitios donde hay que estar. Hay que estar en la calle, al pie del ca?¨®n. No puedes ser l¨ªder de despacho.

La oportunidad de Espa?a de ser ¡°la Suiza de la hosteler¨ªa¡±

En las cocinas de World Kitchen Food han participado chefs a los que Jos¨¦ Andr¨¦s admira. Sus negocios han estado parados, con los env¨ªos a domicilio como ¨²nica salida posible. De cara a la recuperaci¨®n econ¨®mica, el chef asturiano plantea la importancia de promocionar la gastronom¨ªa como baza tur¨ªstica. ¡°El turismo es un motor importante en Espa?a. Si hay alg¨²n ministro que piense que hay que diversificar la industria que empiece hacerlo creando las medidas¡± para ¡°atraer inversi¨®n nacional y extranjera¡±.

Lo ejemplifica con que hay ¡°muy pocas campa?as¡± que intenten atraer al turista de invierno. ¡°?Por qu¨¦ no invertir en eso? ?Por qu¨¦ no nos podemos convertir en la nueva Suiza de la hosteler¨ªa?¡±, se pregunta, y destaca el ¨¦xito ¡°notable¡± de la Escuela de Hosteler¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, en San Sebasti¨¢n. ¡°?Por qu¨¦ Espa?a no toma la iniciativa con ayuda p¨²blica y privada y crea cinco o seis escuelas m¨¢s de hosteler¨ªa si somos l¨ªderes en turismo? Si somos potencia tur¨ªstica en atraer, tenemos que serlo tambi¨¦n en crear. ?Por qu¨¦ las mejores escuelas est¨¢n todas en Suiza, EEUU o Alemania? Yo quise hacer una con un grupo de amigos en Sig¨¹enza (Guadalajara), un sitio maravilloso y ah¨ª se qued¨®. La de riqueza que hubiera tra¨ªdo a un lugar as¨ª¡±, dice. La ONG dice adi¨®s a los chefs m¨¢s notables pero seguir¨¢ en marcha: ha creado escuela para continuar la labor.

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